Mario
Zamora (@mariozamora86)
Mucho se habla de la construcción de la
jugada, posesión, y que se tiene que manejar los conceptos tales como transición
de balón, cambios de frente, de pasear el esférico de un lado a otro y encontrar
el momento exacto para penetrar líneas del rival. Esto no le es necesario al
líder general de la Liga MX comandados por el argentino, Antonio Mohamed.
El juego
directo y la presión alta han
sido las claves para que los Rayados de Monterrey hayan terminado en la cima
del campeonato regular y sea el máximo contendiente para levantar el título en
la liguilla del fútbol mexicano.
El modelo de juego directo consiste en mantener poco tiempo el balón en los pies
antes de pasar, prescindir de la combinación en el sector de medio campo y
buscar el pase a un eje de ataque o un jugador en posición para ofender al
rival. Todo esto de la mano de jugadores que tengan la movilidad, precisión
técnica, habilidad de desmarque y sean contundentes para materializar las
oportunidades.
Rayados tiene en su plantel a jugadores con
las características para desarrollar este modelo de juego. Su guardameta tiene
la capacidad técnica para salir jugando con pases largos a sus medios ofensivos
o ya sea con los ejes de ataque, la línea defensiva también es apta para no
solo alejar el peligro de su portería si no despejar con el propósito de
encontrar a un compañero en posición para ir al frente y tener efectividad en
la transición defensa-ataque. Sus mediocampistas suelen tener poco tránsito de
balón en medio campo y optan por buscar de inmediato la mejor opción en su
tridente ofensivo y así encontrar una
combinación para tener remate a portería o tiro a gol.
Su modelo de juego fue realmente efectivo
durante el torneo. Los dirigidos por el “Turco” Mohamed tuvieron la posesión
del balón 22.4 minutos (promedio) por partido durante la fase regular del
torneo, solo por arriba de Veracruz quien fue penúltimo en la tabla general.
Esta estadística nos indica que el tener poca
posesión del balón no está peleado con el gol siempre y cuando el modelo de
juego sea entendido por los jugadores y sigan al pie de la letra el
funcionamiento táctico que este modelo de juego requiere.
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