John Requena (@johnrzb)
La
temporada regular de la MLS es una pelea entre once (11) equipos que se
disputan los primeros seis (6) lugares de la Conferencia para asegurar su
boleto en la próxima ronda; sin embargo, si finalizas de 1º, 2º o 3º te puedes
resbalar fácilmente en los partidos de playoffs. Es el caso del New York City
FC.
El
equipo de Nueva York terminaría en el segundo puesto de la Conferencia Este,
con de 16 victorias, 9 empates y 9 derrotas, 56 goles a favor (4º mejor) y 43
en contra (3º mejor). Por lo tanto, se vería las caras con el equipo de
Columbus en las semifinales. Columbus anteriormente habría dejado en el camino
al Atlanta United en la ronda preliminar.
Los
enfrentamientos previos a este duelo demostraron una ventaja del equipo de la
Gran Manzana: 2 victorias, 2 empates y 1 derrota. Sin embargo, en el fútbol
nada está escrito, todo se decide en el campo.
La defensa se estrelló.
Patrick
Vieira utiliza en su línea defensiva a 4 jugadores, comandada por Frederic
Brillant y Alexander Callens en el centro. Los laterales siguen
siendo un dolor de cabeza. Como se ha dicho, el New York City es el tercer
mejor equipo en cuanto a goles recibidos de la Conferencia, dando mucho de qué
hablar de su calidad defensiva.
La
historia cambió un poco en el partido de ida de las semifinales. Con un 4-3-2-1
inicial, pero una línea de 3 a la hora de defender por el adelanto de un lateral.
Como
vemos en este caso, hay cuatro (4) jugadores de Columbus rodeados por seis (6)
de NY, pero ninguno de ellos se acerca para hacerle una marca personal, concediéndole
espacio y tiempo al rival para pensar la jugada.
La
defensa no hacía una presión directa a los rivales, fíjense que siempre los
neoyorquinos eran superiores en cantidad, pero en un marcaje de zona. Las probabilidades
para Columbus de ganar las espaldas serían altas.
Las
libertades incrementaron luego de la expulsión de Alexander Callens, el peruano
dejó un espacio en la zaga central, que luego fue ocupado Sweat. Como
resultado, Columbus logró marcar 3 goles con superioridad numérica. Goles que
fueron claves en el global.
El motor se averió.
Nueva
York cuenta con buenos pivotes: Yangel Herrera, Andrea Pirlo y Alex Ring. A lo
largo de la campaña se mantuvieron firmes, distribuyendo balones a la ofensiva,
pero en defensa se vieron afectados por su poca velocidad y destreza en el
retroceso.
En los
dos partidos de semifinales, los citizens
lideraron la posesión de balón: 62.2
% en la ida y 63 % en la vuelta. No obstante, uno de sus puntos débiles fue a
la hora del marcaje y recuperación, ante un Columbus que tuvo al veterano
volante Federico Higuaín, que entendió, por su experiencia, cómo armar y
fabricar los espacios para el ataque.
Ring
al perder el balón, se encontró con una línea defensiva conformada por dos
centrales. Higuaín comandó a su equipo. Si con minoría lograron hacer daño, con
un 4 vs 2 a favor fue mucho más sencillo.
En
esta imagen se puede observar claramente la libertad que otorgan los pivotes y
defensas. Rodean a Harrison Afful pero cumplen el rol de espectador. Como
resultado, el lateral anota el gol con el que consiguen llegar a la semifinal.
El ataque no fue suficiente.
La
ofensiva tuvo sus oportunidades, pero solo una pirueta del español terminó en
las redes en el Mapfre Stadium. Tanto en la ida como en la vuelta el club gozó
de ocasiones, pero no supieron aprovecharlas al máximo – a pesar de los dos
goles en la vuelta –, un contraste con el
ataque de Columbus. Se puede tener un buen ataque, pero sin una defensa que
transmita garantía, nada tendrá sentido.
Comienza la renovación.
Luego
de la eliminación, NYCFC dio a conocer la plantilla actualizada para la próxima
temporada. El club no renovará a los defensores: Frederic Brillant, Shannon Gomez,
Jefferson Mena, Ethan White y Andraz Struna. Esto implica una transformación
masiva de los defensas neoyorquinos para el 2018. La directiva quiere títulos y
estos errores no se pueden seguir cometiendo.
El
New York City se hundió en el primer partido, los errores defensivos le pasaron
factura. Además de la expulsión de Callens, el club no supo retener el ataque
rival. Cuando quisieron recuperarse en el partido de vuelta, se les hizo
complicado y a pesar de tener las oportunidades, no les fue suficiente. Liderazgo
en la posesión, pero víctimas de la viveza y de la libertad otorgada al equipo
de Ohio.
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