Carlos
Steven Jurado (@Carlos Steven07)
El
estratega portugués de 47 años, demuestra con su serenidad y pausa
para hablar las características de su natal Beja, donde adquire la
pasión que lo lleva a ser portero profesional durante 10 años,
defendiendo los colores del Portimonense SC durante 6 años,
completando su carrera con el retiro en el año 1998 tras 4 años en
el C.D. Beja, pequeño club de su ciudad en el cual Caixinha conoce
el deporte en la piel de un futbolista, tranquilo y alejado del ruido
de la elite.
En
su época como jugador ya demostraba lo que serían sus principales
fortalezas como estratega: el análisis y la preparación a futuro.
El entonces portero del C.D. Beja complementaba sus actividades como
deportista con una preparación paralela para en su debido momento
afrontar la responsabilidad de manejar un grupo desde el banco. Un
año después de haberse retirado asumiría como entrenador de todas
las categorías menores del C.D. Beja, cargo en el que se
desempeñaría entre 1999 y 2003, antes de afrontar un nuevo reto en
su carrera.
En
Portugal, el CF Vasco Da Gama de la Segunda División le permitió su
debut como director técnico, antes de incorporarse como auxiliar de
observación y análisis al cuerpo técnico del también portugués
José Peiseiro, llegando a ser subcampeón de la antigua Copa UEFA
(actual Europa League) con el Sporting de Lisboa en la temporada
2004-2005. El destino lo llevó al fútbol árabe donde logró ser
subcampeón de la liga saudí con el Al Hilal en la campaña
2006-2007.
El
portugués después de allí vivió un periplo interesante lejos de
su patria, sumando experiencia y preparándose fiel a sus principios
para el momento ideal en el que decidió asumir la responsabilidad de
tomar el mando y comandar desde el banquillo. Antes de regresar a
Portugal, Caixinha tuvo experiencias interesantes en el Panatinaikos
griego y el Rapid Bucarest de Rumania, donde sostuvo situaciones que
le terminaron sumando en su carrera esa capacidad tan singular de
manejar el entorno, la cultura y la idiosincrasia de cada lugar donde
ha tenido que mostrar sus facultades profesionales.
Finalmente
después de una década como auxiliar en 2010 llegaría el momento
para el que se había preparado, Caixinha afrontaba una nueva
responsabilidad como cabeza visible del cuerpo técnico, el UD Leira
decidiría confiar en las capacidades del lusitano para ponerlo al
frente de un equipo que llegaría a ubicarse en los puestos de
vanguardia y culminaría su primer año de entrenador en el puesto 10
de la clasificación. Sin embargo, un mal arranque en la temporada
siguiente y los constantes rumores de impagos quebrantarían la
armonía del equipo y una vez más el de Beja decidiría levantar su
campamento y partir en busca de nuevos retos. Lograría atraer la
atención del CD Nacional de Madeira, institución por la cual
tendría un paso esporádico antes de volver a partir lejos de su
natal Portugal.
Cual
colonizador europeo se tratase el analítico y observador Pedro
Caixinha cruzaba el océano para aterrizar en Coahuila (México),
siendo nombrado en 2012 como nuevo director técnico del Santos
Laguna, un equipo que apostaba por el lusitano como su máxima
esperanza para lograr ser protagonista. En su primera experiencia en
La Comarca consiguiría ser subcampeón del torneo Clausura y la
Concacaf Liga Campeones. Los resultados inmediatos le permitían la
confianza de una directiva que esperaba el protagonismo de la mano
del entrenador europeo.
Sería
el 04 de noviembre del 2014 cuando el navegante portugués del fútbol
mexicano lograba su primer título con el equipo lagunero, después
de mucho trabajo y basado en la confianza recibida Caixinha se
coronaba campeón de la Copa MX – Apertura 2014, tras vencer a
Puebla en definición por penales. Rápidamente se coronaría campeón
de la liga local, ganando el Clausura 2015, lo que lo convertiría en
el 9no técnico europeo en salir campeón de la liga mexicana.
Otra
vez y sorpresivamente el portugués decidía levantar el ancla y
emprender una nueva experiencia, tras lograr el título y darle una
identidad al cuadro del Santos Laguna, en agosto de 2015 se
comunicaba que Pedro Caixinha no continuaba en el cuadro de Coahuila.
Medio oriente volvía a ser la casa del sereno director técnico que
tuvo un paso por el Al Gharafa de Qatar, donde dirigiría durante dos
temporadas.
Transcurría
el año 2017 cuando Europa volvía a recibirle, Escocia era el nuevo
destino del constante viajero del banquillo, Caixinha tomaba las
riendas del Rangers, club tradicional e histórico de la liga
escocesa. Sus números eran aceptables, sin embargo la obligación de
regresar a torneos europeos y la no consecución de la clasificación
a la Europa League precipitarían la salida del recorrido entrenador
acostumbrado a trasladarse constantemente.
Su
capacidad para adaptarse, gran análisis y sobre todo la observación
especializada de sus rivales convirtieron a Caxinha en un constante
atractivo para los principales equipos del fútbol mexicano, incluso
llegando a vincular su nombre a la selección nacional. Sobre el
final del 2017, el portugués decidió escuchar las voces mexicanas y
regresar al país donde un día supo ser comprendido y del cual se
confiesa agradecido, lugar donde supo ser campeón.
Cruz
Azul un equipo con un poco más de 20 años sin gritar campeón
deposita su confianza en el viajero permanente, en el lusitano que en
el 2012 llega a Santos y consigue unos años después convertirlo en
un equipo ganador, basado en su antecedente más importante en la
liga mexicana, la directiva cementera le da la confianza de cara a un
2017 donde su único objetivo es volver a alzar el titulo, para los
celestes ser protagonistas ya no es suficiente, ganar un campeonato
se convierte en una necesidad y quizás Caixinha sea la respuesta
definitiva a este extenso ayuno de campeonatos.
Analítico,
observador y constantemente en movimiento son características que
Pedro Caixinha ha mantenido a lo largo de su carrera y que busca
sumar a cada uno de sus futbolistas, una vez más asume un reto
importante que le sedujo y en el cual espera estar a la altura de su
exigencia para dar un siguiente paso en su carerra. Un experto
viajero que a surcado muchos mares y que hoy emula a aquellos grandes
navegantes portugueses, en busca de la gloria y el honor.
Caixinha
luce tranquilo, pausado y siempre sereno, sin sobresaltarse por la
presión externa, confía en su equipo y en sus capacidades, sin
olvidar lo que un día fue aquel discreto portero que supo disfrutar
la disciplina alejado de la elite y en un segundo plano, situación
que parece utópica para el fútbol mexicano, donde es uno de los
máximos referentes y recibe miles de elogios en cada estadio del
territorio nacional.
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