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Alejandro Parrilla (@aleprensa85)
La Pizarra del DT consiguió hablar en exclusiva con el antiguo presidente de River Plate, entre los años 1983 y 1989, Hugo Santilli, quien logró durante su mandato la primera Copa Libertadores del club, la Copa Interamericana y la Copa Intercontinental.

Pregunta.- ¿Qué recuerdos tiene de la primera Copa Libertadores y la Intercontinental?
Respuesta.- Me inicié en la vida política de River después de la derrota que tuvimos con Peñarol en Santiago de Chile, ese famoso 4 a 2 del año 1966 (allí nace el mote de "galllina" para el elenco argentino). Fue tan grande la frustración, veníamos de años sin ganar campeonatos, el último lo habíamos ganado en 1957, y por lo tanto esa derrota la sufrí muchísimo. Ahí me inicié y mi gran objetivo era ganar la Copa Libertadores.

En el interín River volvió a perder otra final en 1976 y llegué a la presidencia en 1983. Me tocó vivir una de las épocas mÔs brillantes de River Plate, logramos en mi conducción la primera Copa Libertadores, que era un objetivo soñado por los riverplatenses, la única Copa Intercontinental, y la que en aquel momento era la Copa Interamericana. Fue el sueño de lograr dar paz a 16 millones de argentinos.

En definitiva esto es una pasión, y la pasión necesita alimentarse, y en una institución como es River, que solo tienes chance de ser campeón porque todo lo demÔs es un fracaso, esa fue una etapa gloriosa, llena de triunfos, con un equipo que jugaba bien, respetando el paladar negro que tenemos. Así que sentí satisfacción, tarea cumplida.

P.- ĀæCree que perdure el ā€œpaladar negroā€?
R.- EstÔn predominando dos tendencias, una que se nota en Europa. La exigencia del buen juego estÔ empezando a tener un gran predicamento. Cuando ves la incidencia que han tenido técnicos como Johann Cruyff, Rinus Michel, Pep Guardiola, entre otros, donde el fútbol se sale jugando desde el arco y se llega a velocidad con pelota en el piso al arco contrario, te das cuenta que ese paladar negro lo hemos transmitido los brasileños y los argentinos al viejo continente. En cambio los sudamericanos, hemos cambiado un poco eso por la necesidad imperiosa u objetivo único de ganar a cualquier costo, retaceando el buen fútbol, pegando mucho, hay mucha violencia técnica en el campo, física y verbal, que ha disminuído la calidad del juego. River se ha mantenido dentro de ese esquema europeo, quizÔs acompañado temporariamente por el último Lanús, Argentinos Juniors, o los equipos de Rosario cuando jugaban ese fútbol atildado de pelota al piso. Hoy hemos retrocedido y ese paladar requiere mÔs triunfos que jugar bien y eso no estÔ bien, debe ser un equilibrio entre ambas cosas.

P.- ¿Cómo vivió el descenso de River?
R.- River entró en una feroz decadencia cuando se incorporó Aguilar a la presidencia. Era un muchacho de gran habilidad política, pero que no era capaz de administrar el club adecuadamente, su segundo mandato fue espantoso, River perdió todo lo que jugó, y la institución estaba a la deriva. El socio se equivocó ahí, y cree que un ex jugador que fue notable como "6" pero que no tenía nada en la cabeza, podía conducir un club que condujo Liberti, Aragón, Khen, Bacigaluppi, Pardo, quienes fueron dirigentes de prosapia. Ser dirigente de River no es lo mismo que ser "9" en River, es un poquito mÔs dificil, aunque el presidente no sepa jugar al fútbol, lo que sí tiene que saber es de fútbol y de conducción de entidades de estas embergaduras. La venida de Passarella fue lo mÔs nefasto que le pasó a River, terminó de hundirlo. Aguilar contribuyó apoyando la campaña de Passarela. Caselli también contribuyó, al ver que perdía dividió la oposición mandando a su gente a votar a Passarella, y fue el inicio de la peor época de River. El habernos ido a la B es una rémora ilevantable, que tiene nombre y apellido. Creo que fue una equivocación de la masa societaria.

P.- La FIFA tiene la idea de crear un Mundial de Clubes de 21 equipos, ¿cree que Sudamérica tiene chance de ganar alguno?
R.- Esa idea la propuse yo, le escribí una carta a Blatter, y hoy estÔ en manos de Infantino. El tema es el siguiente, era mejor la Copa intercontinental que el Mundial de Clubes actual, que solo le agregan un partido al campeón de Europa y Sudamérica, porque llegan siempre los mismos a la final debido a que ponen equipos que no tienen competitividad, entonces se ha demostrado que no sirve.

Yo creo que un Mundial de Clubes debe tener la participación de ocho (8) equipos europeos, seis (6) sudamericanos y otros 22 o 24 conjuntos, que permitan zonas de tres o cuatro. Ese torneo tendría competitividad. A nosotros se nos hace mÔs difícil, pero también es un estímulo, que te lleva a la superación.

P.- Equipos mexicanos en la Copa Libertadores...
R.- A mí no me gusta que participen en tanto, en cuanto el campeón no sea el representante en el Mundial de Clubes, porque produce una falta de incentivo que puede ser maniobrable deportivamente. El fútbol mexicano le agrega homogeneidad, pero tiene que ser de América el campeón que represente al continente en esa competición.

P.- Un mensaje para los jóvenes de hoy en día...
R.- Sigan viendo fútbol y aprendiendo por sobre todas las cosas, que esto es un juego, es un juego de habilidad con la parte mÔs inhabil del ser humano, que son las piernas. Por lo tanto, es un juego de gente que hace de esto un placer y un gozo para los ojos, respetemos a esos que optimizan ese juego, y castiguemos a aquellos que lastiman sin jugar.

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