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Juan Guerrero (@JuankGuerreroG)
En la ciudad de Miami, de los Estados Unidos, se encuentran a pleno trabajando un par de academias, las cuales funcionan de manera conjunta: “FC Barcelona Escola Florida” y “Kaptiva Sports Academy”. Ambas academias de origen catalán tiene como objetivos formar no solamente futbolistas, si no también grandes personas.

En ellas, un joven venezolano, Ronald Garcés, un ex futbolista venezolano, hace vida como “Goalkeeper Academy Director Head Coach”, importante puesto en lo que conocen como “La Masía americana”.

¿Cuándo llegaste a USA y con qué propósito?
Llegué a Estados Unidos en 2015, tras haber sufrido aquella fatídica lesión en Venezuela que no me permitió conseguir el contrato que busqué, lo cual me hizo buscar nuevas oportunidades con el propósito de continuar mi carrera como futbolista. Realicé varios tryouts, positivos en su mayoría, pero que al final no rindieron frutos por un tema de papeles.

¿Cómo te empezaste a relacionar con el futbol acá en Estados Unidos?
Luego de agotar todas las posibilidades deportivas que estuvieron a mi alcance, tuve la oportunidad de relacionarme en cada uno de ellos con diferentes personas que poco a poco me fueron integrando en el mundo de la formación futbolística pero enfocada en mi área: la portería.

Personas importantes que has conocido en este camino en Estados Unidos…
Una de esas personas es un ex compañero de cuando jugué en el Miami United, Eric Perilla, con el cual hice una gran amistad, me llevó a diferentes clubes donde conocía a los directivos y dueños, mostrando mi trabajo. Se fueron amplificando poco a poco mis conexiones hasta lograr llegar a donde estoy hoy día: la FC Barcelona Escola.

¿Cuáles son los principales objetivos de ambas academias?
Entre los objetivos de ambas academias siempre va a estar no solamente formar grandes futbolistas, si no también grandes personas. La academia se enfoca más que todo en programas deportivos universitarios y en el fútbol profesional, el cual es el objetivo final, más no único, ya que se espera también conseguir una educación universitaria.

Se trabaja hasta los 13 años, ya que es la edad en la que el futbolista debe ser formado sin presiones competitivas ni físicas y posteriormente pasan a Kaptiva, continúan los trabajos bajo la misma metodología pero con diferente competitividad o nivel de exigencia. Los niños comienzan a jugar torneos y desarrollar su fútbol en situaciones y tiempos reales.

Tenemos a un niño llamado Max, capitán de la Sub-12, estadounidense en su totalidad, que comenzó a tomar clases de español porque se le dificulta comunicarse en la cancha con sus profesores y compañeros. Qué nivel de compromiso al trazarse un objetivo así.

¿Cuáles han sido los problemas encontrados en un país tan muy poco desarrollado futbolísticamente?
El proceso de selección de jugadores americanos es muy clasista y priva de oportunidades a una inmensa cantidad de posibles y potenciales futbolistas, ya que para poder participar en una academia debes pagar una inscripción y mensualidad, de la cual muchos jóvenes no pueden costear por cualquier tipo de razones, por ende no logran adquirir el derecho para demostrar tus verdaderas habilidades.

Se desaprovecha considerablemente la inmensa mezcla cultural y racial existente en Estados Unidos, con la cual estoy seguro se pueden formar grandísimos futbolistas. Este para mí es uno de los principales, no el principal, mal de la MLS. El nivel no termina de subir o explotar porque no se busca a los jugadores donde se deben buscar, si no que se buscan en donde se puede pagar el privilegio de entrenar. Esto reduce casi en su totalidad el porcentaje de futbolistas profesionales que puedas formar.

¿Cuáles son las metas actuales de RG en su faceta como entrenador de fútbol y formador de jugadores?
La meta principal es la misma que tenía como jugador: estar en el máximo nivel posible. Ese deseo me ha ayudado siempre a conseguir mis objetivos y seguir creciendo cada día. Como jugador, una vez soñé con jugar un Mundial y lo conseguí en 2009, en Egipto, siendo parte de la primera selección venezolana en disputar un Mundial FIFA. Esa es una de mis motivaciones actuales, donde tengo fijado volver al fútbol profesional en esta nueva faceta. Con trabajo, constancia y dedicación se logrará el objetivo. Es un largo camino donde día a día he aprendido cada vez más cosas para así sentirme mucho más completo como entrenador y formador de jugadores.

¿Qué te viene a la mente (mundialista Sub-20 en 2009) cuando piensa en la Venezuela subcampeona Sub20 del mundo?
Son campeones mundiales, al menos para mí. Perdieron esa final por circunstancias del fútbol. Es una muestra de todo el esfuerzo que hay que hacer para poder alcanzar esas instancias. Llegaron compitiendo a ese altísimo nivel. Esto es un trabajo conjunto, no solo de los jugadores, es un trabajo de 24 horas, donde no se puede descuidar nada: jugadores, entrenadores, cuerpo técnico, directivos y familiares. Todos influyen en esto poniendo cada quien su granito de arena. El mérito es grandísimo, ya que no somos ni la cuarta parte de lo que son todas esas potencias mundiales en cuanto a categorías formativas se refiere. 

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