Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Apodado "Chumasteiger" por su
parecido futbolístico e incluso físico con el centrocampista del Bayern Munich
Bastian Schweinsteiger, los modelos a seguir de Alejandor Chumacero son los
barcelonistas Xavi e Iniesta, locos bajitos como él. Residente en el acomodado
barrio de Alto (nótese la ironía) Miraflores, en La Paz es quizás uno de los
pocos y potenciales "Box to Box" que hay en Sudamérica. Puede que su
juego no sea del agrado del aficionado clásico sudamericano, pero es
indiscutible que nuestro protagonista ofrece un fútbol diferencial, de
características muy europeas, ritmo eléctrico y vertiginoso. Jugar contra este
hombre más de 3000 metros sobre el nivel del mar no es cosa fácil.
TRAYECTORIA
Jugador 100% de club The Strongest,
formándose en sus equipos de base. Debuta en primera división boliviana con 16
años recién cumplidos, en un partido contra Universitario de Sucre en el que
además marcó un gol que dio la victoria a su equipo. Se asienta rápidamente en
el conjunto aurinegro, destacando hasta el punto que el por aquel entonces
seleccionador Erwin "Platini" Sanchez, le invita a unos
entrenamientos con la selección absoluta de Bolivia en el 2009.
Continuando con su progresión, en el año 2011
Chumacero es llamado a representar a su país en el Sudamericano sub 20 de Perú,
donde pese a no lograr clasificar para el mundial de la categoría se convierte
en el jugador más destacado de su selección. En Junio de 2012, el equipo israelí
del Irony Ashdod ofreció más de medio
millón de dolares por él, pero el presidente de su club, Kurt Reintsch, la
rechazó, al igual que el ofrecimiento que por él hicieron los peruanos de
Sporting Cristal. Poco después, Chumacero destaca en el Clausura boliviano con
The Strongest, anotando ocho goles en veinte partidos y guiando a su club al
título.
Tricampeón de liga con el conjunto paceño,
puede decirse que ya ha ganado todo a nivel local. Su marcha a una liga más
potente es cuestión de (poco) tiempo. Actualmente es el jugador franquicia del
Tigre y demuestra estar listo para la Copa Libertadores, donde se mide a los
mejores equipos del continente americano.
CARACTERÍSTICAS
Tras la derrota de Bolivia contra Chile en
partido clasificatorio para el mundial de 2014, Xabier Azkargorta, gurú del
fútbol altiplano, criticó el juego de Chumacero, afirmando que el pequeño
mediocentro “parecía una gallina sin cabeza”. Bajo esta afirmación se esconde
la principal característica de Chumita: Su constante” ir y venir” por el campo,
una cantidad de kilómetros recorridos por partido que hacen que juegue por dos,
capaz de sostener él solo el centro del campo de su oncena.
Mide 1.62 cm y obviamente el juego aéreo no
es su mejor virtud. Sin embargo, es fiable en labores defensivas por su lucha
sin cuartel, su buen sentido táctico (aunque como hemos dicho, a veces pierde
la posición de tanto campo que pretende cubrir) y su solidaridad en tareas de robo
de balón. Técnicamente sólido, muy dinámico y buen conductor del balón, a nivel
organizativo busca constantemente abrir el juego por las bandas para
incorporarse al ataque buscando el rebote.
Muy buen disparo a puerta gracias a su
potente tiro, posee grandes cifras goleadoras de un volante ofensivo promediando
de 6 a 8 goles por temporada. Demuestra que pisa el área contraria con
frecuencia y es un buen llegador.
Pese a ello, no responde al perfil típico,
ese “utilty” de gran zancada y presencia física que destruye juego y remata a
gol por igual; su estatura le obliga a seleccionar más inteligentemente sus
llegadas.
Conocimiento de juego en cada entrevista,
futbolista de vocación y hombre de familia (casado y con dos hijos). De juego muy
eléctrico y a veces acelerado, el desgaste que imprime a su fútbol parece es
común en el Viejo Continente. Ideal para equipos que presionan mucho al rival,
pues el colorado llega a asfixiar a su referencia.
Para dar un paso más y ser un centrocampista
íntegro puede y debe mejorar su visión de juego y lectura de determinados
momentos del partido. Estas características hacen de Chumacero un diamante en
bruto, fruto del talento primitivo sudamericano del cual el europeo cruza el
océano para adquirir sus dones. Joven, con experiencia internacional y con una
nacionalidad sin jerarquía en el mercado de pases le hacen apetecible para
unirse a las filas del balompié europeo.
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