José Cortés (@PototoDT)
Antes del partido
Nacional-Cali por los cuartos de final del Fútbol Profesional Colombiano, pase
por el depósito de la casa, ese lugar a donde van a parar todas las cosas que
ya no se usan pero que nos sirvieron tanto, que es imposible deshacerse de ellas.
El avance de la tecnología es el gran culpable de la jubilación de tanto
aparato, y como hoy en día esta avanza tan rápido, cada día tiende a llenarse
más. Televisores, el Beta, el VHS, el Walkman y el Discman son varios de los
aparatos que hoy viven allí, reemplazados por los televisores pantalla plana,
el Blueray y el Ipod. Pero no solo pasa en el campo de la tecnología, el avance
en el fútbol también hace que muchas ideas y conceptos que un día fueron
revolucionarias hoy queden obsoletas.
A pesar de sus últimos
éxitos, Atlético Nacional está rayando en lo obsoleto, usando modelos que ya no
se ven, pero ante todo jugadores inferiores a las características que demanda
el fútbol moderno. En los 90s, este equipo sería imparable, dominaría a su
antojo, pero hoy en día las falencias propias de su obsolencia son las
culpables de su irregularidad. Nacional se está quedando con esos aparatos que
los demás van guardando, sigue cerrándose al avance y no es capaz de renovarse.
El equipo de Osorio juega a la antigua en el fútbol actual, escoge sus
jugadores con características que hoy ya no van y alinea jugadores que no son
capaces de cumplir las ideas y las demandas necesarias. Nacional se está
volviendo un equipo antiguo.
Vamos línea a línea. En el
arco no ha logrado encontrar un arquero que sea igual de bueno bajo los tres
postes que fuera de ellos; no hay duda que los últimos arqueros del verde han
sido referentes y directos responsables de los logros conseguidos, pero
también, tenemos que ser sinceros y decir que poco saben jugar con los pies y
que poco saben salir a cortar juego aéreo. La defensa no es la excepción y
vemos en los centrales y laterales, características de jugadores que ya poco se
ven en el fútbol de elite: los centrales de Nacional todavía son ese antiguo 2
grande, lento, de juego fuerte, que van bien al juego aéreo pero que son
dejados en el camino fácilmente por delanteros rápidos, que no responden a las
fintas, que son buenos rechazando y no pasando, que van al cuerpo y no al balón
; para los laterales el equipo de Antioquia todavía se decanta por jugadores
rápidos, que tengan el perfil y sean capaces de llegar a línea de meta, pero no
se fijan en la resolución de jugadas, se dejan convencer por su habilidad en el
duelo pero no en su terminación de jugadas. Por eso vemos laterales que son
rápidos, ganan en el 1 vs 1 pero no meten buenos centros, no rematan bien al
arco y, también, son incapaces de entrar en el juego de posesión.
Sus volantes de
recuperación saben quitar pelotas, saben cortar jugadas, son capaces de
anticipar pero una vez recuperan el balón, no saben qué hacer con él y corren
mucho pero mal. Ninguno de sus volantes tiene la visión de juego para armar
jugadas desde la primera línea y antes que organizar al equipo son,
normalmente, el foco de desorden táctico. El sistema de juego que usa Osorio
demanda bastante compromiso defensivo por parte de sus volantes ofensivos, algo
que no se ve. Hoy, Nacional cuenta con jugadores hábiles pero que no saben
defender, pueden driblar, meter un pase al vacío, pero pierden el balón y se
quedan mirando con las manos en la cintura. El sistema puede que haya
evolucionado pero los elementos para cumplirlo no.
Y su delantera se quedó en
el 9 de antaño, en ese tanque que solo debe ganar dentro del área a punta de
físico y no de talento, vemos delanteros que son potentes, fuertes, que
atropellan, pero que no saben qué hacer con el balón a sus pies. Saben rematar
pero no saben pensar. Rematan, no definen. Nacional evoluciono en su idea de
juego no en sus elementos para desarrollarlo.
El resultado se puede
conseguir, ver TV en el aparato de cajón o escuchar música en un discman es
posible, no es la mejor experiencia pero lleva al mismo resultado. Así esta
Nacional, usando jugadores obsoletos para sistemas nuevos, luchando contra las
virtudes de los rivales y las grandes deficiencias propias, ganando localmente
y compitiendo internacionalmente, pero siempre dejando dudas. Mientras
jugadores como Henriquez, Nájera, Valencia, Díaz y Ruiz sean los referentes, el
equipo de Antioquia va a remar siempre contra la corriente.
Extraído de Pase Al Vacío
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