Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Noel Sanvicente,
entrenador de Venezuela, posiblemente tenga una duda compartida con un gran
número de seguidores del balompié: ¿Quién jugará por Neymar el resto de la Copa
América? Después de la caída ante Perú, debe disputar su cupo ante los pentacampeones
del mundo. “Chita” desea clasificar a cuartos de final más para ganar tiempo con sus seleccionados que
por cualquier otro motivo. Afianzar facetas de juego y ampliar su hoja de ruta son más importantes de cara a las venideras eliminatorias. Por
ahora, se piensa en Brasil. Pero sin
Neymar.
Sin Neymar, ese que juega en el Barcelona. Un equipo
que sabe mover el balón porque no le pesa en los pies. Sin embargo en su
combinado el rendimiento colectivo es todo lo contrario. Los pases de sus
compañeros son cortos, con manejos lentos
y de
destinatario predecible, sobre todo en el envite ante Colombia. El
ex Santos no tiene un equivalente funcional y en estos dos partidos coperos dio
la impresión de jugar un fútbol distinto al de sus compañeros.
Dunga tiene la responsabilidad de haber ideado un plan
B, inclusive si se trata de la baja más importante posible. El una vez campeón
del mundo ha creado un sistema de juego
en el que Neymar condiciona el ataque, tiene una merecida libertad de desenvolverse
donde le plazca. Es hora de evaluar la capacidad de ver el dibujo táctico a
distancia y probar un método de emergencia. Quizá opte por Robinho, pieza de confianza en el proceso anterior y de buenas presentaciones en el fútbol local.
Otro que podría ser el contingente posicional es Philipe Coutinho, con más rodaje en la verdeamarela en los últimos encuentros y puede desequilibrar por
el sector izquierdo.
“Ordem y
progresso” dos palabras muy presentes en el ideario del DT canarinho, quien
ha sabido incorporarlas a su equipo. Sus automatismos fueron refinados en los
amistosos previos, pero haber perdido a Óscar,
Danilo, Luiz Gustavo y ahora a Neymar (fijos en la confección del modelo) distorsiona notablemente su ejecución. Su planteamiento responde más a la eficacia que a la lucidez, en detrimento del estilo que ha caracterizado a Brasil a
lo largo de la historia.
El domingo sabremos si Dunga es un cauteloso especulador detrás de una selección con individualidades
rutilantes o un entrenador que sabe
darle un viraje constante a la rotación de una plantilla de fútbol
profesional. Todo depende del funcionamiento y la forma en la que plantee el
partido contra Venezuela. Desde el mundial pasado, la hoguera de la presión permanece
encendida y cualquier desliz sirve como leña al
fuego.
No creo que sea Robinho el recambio de Neymar. Por las recinetes declaraciones y su funcionalidad en el Liverpool, lo más probable es que Coutinho inicie por la izquierda ante Venezuela. Sería su gran oportunidad para crear nombradía en su selección.
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