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Por: Juan Manuel Navarrete Arteaga (@JM_Navarrete)

Tras salir campeón de la Copa América 2015 con Chile, Francisco Silva desembarcó en la Liga MX para sumarse a la plantilla de Jaguares de Chiapas, donde coincidió con Ricardo Lavolpe, estratega argentino famoso por el uso de la línea de cinco, así como la creación de la salida ‘Lavolpiana’, donde el mediocentro se incrusta entre los centrales para sacar el balón y generar superioridad numérica ante la presión de dos delanteros rivales.

El chileno Silva es más conocido por su rol como defensa central tanto en línea de tres como en dos; sin embargo, su gran calidad con el balón y lectura de juego le han permitido desempeñarse como mediocentro, posición en la que al parecer Lavolpe lo utilizará dentro de su ya tradicional 5-3-2.

Ante Veracruz, el andino pudo mostrar la gran calidad que tiene con el balón en los pies, principalmente porque aprovechó las pobres vigilancias que tuvieron los Tiburones Rojos con él, ya que ni Julio Furch ni Juan Albín se pudieron de acuerdo para taparlo y desactivarlo.


Esto generó que Chiapas tuviera una salida limpia y siempre con superioridad numérica, ya que Furch y Albín se preocuparon por los tres centrales, los volantes se iban con los carrileros y la pareja de mediocentros emparejaba con los dos interiores de Jaguares, dejando a Silva aparecer libre y generando ángulos de pase.


Así, el chileno fue tomando el control del balón y del partido. Combinaba pases cortos con lances al espacio, metía al equipo a campo contrario con mucha facilidad y ya ahí se acercaba a sus compañeros para mostrarse como apoyo dando continuidad y alargando posesiones.

En este sentido, el andino dio muestras de mucha capacidad para jugar con el balón. Siempre recibía orientado y después tenía el criterio para descargar con la mejor opción.

Sin la pelota y en defensa, Silva mostró un comportamiento interesante, pero arriesgado. Y es que jugó continuamente muy separado de los centrales. Es decir, no guardaba su posición para protegerlos, si no que ocupaba espacios adelantados para cumplir dos tareas que seguramente Ricardo Lavolpe le encargó.


Pudimos ver que el chileno se descolgaba hacia campo contrario para juntarse con sus compañeros con el fin asociar o ganar algún rebote, dejando así un gran hueco entre su espalda y los marcadores centrales.


La otra misión que al parecer será un automatismo de Jaguares durante el torneo es que el mediocentro, en defensa posicional, presionara muy arriba acosando a los mediocampistas centrales rivales, quedando a la misma altura de los interiores que lo acompañan. Esto con el objetivo de generar superioridad numérica ante medulares de dos hombres –como la de Veracruz- o bien emparejar ante una de tres mediocampistas.


Y aunque está idea suena o es muy agresiva, Silva tuvo que corregir en varias ocasiones tirándose al suelo o corriendo a propia portería para darle seguridad a los centrales y cerrar el centro del campo, sobre todo porque en su espalda tenía dos delanteros que se mueven bien entre líneas y en tres cuartos como Julio Furch -con recepciones- o Juan Albín -con movimientos con y sin balón-.


Francisco Silva jugando de mediocentro from Football Hunting on Vimeo.

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