Por: Freddy Peña (@FreddySPE)
Es un tema que
en las últimas semanas ha dado mucha polémica en el entorno al fútbol ecuatoriano, todo empezó por
declaraciones del director técnico de la selección ecuatoriana, Gustavo
Quinteros, diciendo : “Los más de 2300 MSNM en Quito han dejado de ser una
ventaja para el fútbol ecuatoriano”.
Algunos han
tomado las declaraciones de Quinteros como una excusa a los resultados, el
sorpresivo empate ante Paraguay (2-2) y la humillante derrota ante la selección
brasileña (0-3) donde a criterio personal se nota la realidad: La altura dejo
de ser una ventaja (si es que en algún momento lo fue), que todo depende de la
capacidad física y la idea táctica de cada equipo que va a jugar a Quito o a La
Paz. Sin embargo, claro que existen muchos casos donde la altura hace su
efecto.
Lógicamente,
mientras más el futbolista se exige físicamente, sentirá los efectos, pero, ¿qué
tiene que ver la idea táctica sobre los efectos de la altura? ¿Realmente un
equipo, preparado tácticamente, puede salir triunfador en la altura?
Existen pruebas claras.
Un equipo que durante 90 minutos sale a especular y entrega la posesión, limitando
su juego a solo defender y esperar una contra, obviamente se exigirá mucho más físicamente.
Debido a ese estilo de juego sabrán que tendrán que correr más de lo normal y,
como dije anteriormente, en la altura el jugador se exige más de lo normal.
Con el pasar de
los minutos sentirá los problemas físicos que pueden existir cuando se juega en
la altura, claro que eso no significa que el otro equipo tenga ventaja, ya dependerá
totalmente de ellos si logran conseguir la victoria.
En cambio, un
equipo que no se defiende y su juego se basa en la presión y mantener la posesión
del balón no se exigirá físicamente, e incluso le sobrara el físico para seguir
corriendo hasta el final de los noventa minutos. Prueba inequívoca, la Selección
brasileña con Neymar a la cabeza, gracias a ese orden táctico, humilló a
ecuador y a diferencia del equipo local, terminó los 93 minutos corriendo en la
altura quiteña.
Muchos en el futbol han tratado de desmerecer los logros que ha
conseguido el futbol ecuatoriano (3 mundiales y 1 copa libertadores), indicando
que la altura ha sido factor preponderante en estos logros.
Tal como el caso de Esteban Dreer que consciente o inconscientemente
lo hizo con sus declaraciones: "Si Emelec jugara en la altura ya tendría
dos Libertadores". A la parcialidad liguista y su dirigencia, esos
comentarios fueron mediocres y una excusa para tratar de tapar la frustración
de Emelec con un torneo internacional.
Hoy por hoy, la altura ha dejado de ser una ventaja para el fútbol
ecuatoriano, cosa que si en algún momento lo fue, hoy solo es una triste excusa
para ocultar los bajos picos de rendimientos de nuestros seleccionados. Todo el
desarrollo de la misma se dará en la forma como un equipo juegue y los resultados
en el futuro hablaran por sí solos.
Ecuador enfrentará dos pruebas duras, coincidentemente, ambas en
la altura. Recibe al campeón de América en Quito y luego viaja a La Paz para
enfrentar a Bolivia. Quinteros deberá preparar a sus dirigidos, tanto física,
pero sobre todo tácticamente, para enfrentar ambos duelos, ya que de no darse
los resultados esperados, el proceso del argentino se verá seriamente
cuestionado.
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