Por: Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
La vida del
futbolista. La vida de entrenar, viajar, concentrarse y jugar. O ver el partido
desde el banco o la grada. James Rodríguez comprende su rol en el Real Madrid.
Denominado como uno de los “suplentes de lujo”, de esos que entra y te puede
cambiar el juego. Sin embargo, ese papel le ha hecho perder ritmo.
Igual la tierra
sigue girando, sin importar los problemas del colombiano y él tiene que pensar
en el “partido a partido”. Continuar con la rutina. Entrenar, viajar,
concentrarse y esperar para jugar. Cuando uno de los fijos no está, James juega.
Puede entrar por la BBC, Casemiro, Kroos o Modric. Ante todo, un tipo sortudo,
¿no? Sí, pero una persona con mucho talento para jugar al fútbol. Aunque, se le
ve con falta de ritmo, lo intenta. Y poco a poco se ve una luz de su mejor
versión.
James está lento.
Culpa, quizás, de la falta de chispa y de condición física. Incapaz de demostrar su
verdadero talento, de comprender al colectivo para mejorarlo y de corregir su
torpeza en espacios reducidos.
El Madrid vive un
momento que gana – menos contra el Villarreal, que empataron – por las acciones
individuales de sus jugadores. James entra en este grupo. La asistencia en el
centro a Morata vs Sporting en Champions. Y el gol al final del primer tiempo
vs Espanyol. Aunque jueguen mal y se le vea mal rendimiento al equipo de
Zidane, consiguen, inexplicablemente, la victoria.
El problema, y muy
importante, es que Zidane no le encuentra hueco definido a James en su sistema,
el 4-3-3. Un tema simplemente táctico. Contra el Espanyol, el técnico reacomodó
su idea y cambió al 4-2-3-1, con el planteamiento de tener a James de 10, y
defendiendo, prácticamente, con un 4-4-2 para no darle tareas defensivas al
colombiano. Frente al Villarreal, si entró como interior, en la izquierda y en
la derecha, pero con un rol ofensivo, actuó y se movió mucho en la banda o en
el medio, como mediocentro ofensivo. Idea, seguramente, del técnico francés,
con el plan de quitarle responsabilidad en la circulación a un jugador con poco
ritmo.
James vs Espanyol
apareció, pero poco – y volvemos con los
“pero” –. Se movió entre líneas. Se notó que el equipo jugó mejor cuando él
tenía el balón, pero la tocó escasamente, por la poca movilidad y el poco
entendimiento con sus compañeros. Entró Kroos y con su calidad acomodó al
equipo, sobre todo a James. Después, en una jugada torpe, en espacio reducido,
James se inventó una jugada y marcó un golazo. Un tipo sortudo, ¿no?
James vs
Villarreal apareció y fue de los mejores. Empezó chocando con la BBC y se
reacomodó. Buscó el balón. Se abrió a la banda. Profundizó. Tocó fácil, centró
bien y entendió a sus compañeros. Más actitud, más movilidad. Lo intentó. Está
progresando y será difícil no ponerlo de titular. Eso sí, todavía le falta
muchísimo ritmo.
James, sin Bale y
Cristiano, es el centrocampista más determinante/decisivo en la plantilla del
Real Madrid. Él está mentalmente magnífico y con una actitud muy buena. Lo
busca, lo intenta, pero no le sale el 100% de sus jugadas. Es ambicioso, pero
sin acierto.
El colombiano
tiene una calidad superior. La zurda de James es magnífica. Aunque esté bien o
esté mal, siempre te sirve para resolver partidos. No está en su mejor nivel. Pero
su explosión está en camino. Él ha cumplido y ha demostrado detalles, pero
tiene que corregir varios aspectos. Le sigue costando adaptarse al sistema de Zidane
y tendrá que seguir trabajando. Y volver a la rutina. Entrenar, viajar,
concentrarse y esperar para jugar. Y para jugar depende de él, porque es un
jugador buenísimo, que en su mejor nivel puede llegar a ser de los mejores del
mundo.
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