Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
La
Real Sociedad se está convirtiendo en uno de los equipos de moda de la Liga
Santander, por su vistoso fútbol. El conjunto de Eusebio, actualmente, roza la
máxima calidad. Un ecosistema en donde cada ser vivo sabe cuál es su rol dentro
del campo, cada uno muestra una sensación de control de emociones, de serenidad
extrema. Se relacionan. Se divierten. No hay miedo. Su plan de juego es el
mejor, y ellos lo saben.
Dentro
del sistema de la Real existen piezas importantes, como Iñigo Martínez, Asier
Illarramendi, David Zurutuza. Y también, dos latinoamericanos con mucho talento
como Carlos Vela y Willian José, dos fantásticos jugadores.
El
caso de Willian José es especial, un jugador que se consideró algo mediocre
cuando llegó a la cantera del Real Madrid; pero, pasaron los años y aterrizó en
Las Palmas de Quique Setién, donde maduró, explotó su actitud, sorprendió y
empezó a vivir el fútbol de manera imprescindible. Le proporcionó agresividad a
su juego, en sus movimientos, al momento de quejarse, para encarar al rival.
Optimizó sus condiciones físicas. Originó un dominio, difícil de marcar, en el
área.
En
la Real, se trata de un jugador de lujo, de un delantero global. Eusebio
disfruta de él y él disfruta de Eusebio. Tiene gol, conducción, conexión,
control, pase; gracias a su gran técnica. Es un futbolista inteligente. Sabe
cómo y cuándo romper, explotar el espacio. Desespera al rival. En el juego
aéreo es complicado de marcar. Y trabaja en la presión en la salida del balón
del rival.
Willian
José no piensa solamente en él. Busca explotar la segunda línea. Cree en el
equipo y sabe que todos poseen una habilidad para marcar goles. No es el típico
“9” clásico. Ofrece soluciones, con y sin balón, en la mayoría de las fases del
juego. Se asocia; apoya y conecta. Lectura de juego excelente. Como delantero
lo tiene todo.
El
tema de Carlos Vela es algo distinto. Un futbolista que ya lleva casi seis años
en el club, una relación que está durando más de lo esperado; pero que año tras
año se muestra un cariño enorme del jugador a la institución y viceversa, lo
que provoca una mejora en su fútbol, ya sea colectivamente o individualmente. Para
él la Real es, prácticamente, todo, para lo bueno o para lo malo.
Carlos
Vela es el típico futbolista que, cuando quiere, es indefendible, por su chispa
y habilidad. Incomodando al rival, provocando faltas y tarjetas. Un tipo con un
don especial, con actitud, desborde, gol, precisión en carrera y talento.
Siempre intenta dar guerra.
Cuando
Vela quiere, hace lo que sea dentro del campo.
Eusebio
está dando en la tecla con Carlos Vela, está explotando su potencial táctico y
técnico. No es el jugador insustituible; pero sí uno de los claves, quien ayuda
a conectar la defensa con el ataque, es decir, quien apoya para que la jugada
que empieza desde abajo termine arriba. Gracias, sobre todo, a su excelente
movilidad entre líneas para ofrecerse y poner a jugar a los de arriba.
Quizás
por la edad, Vela está comprendiendo mejor el juego, el fútbol. Y es una de las
piezas importantes en el juego asociativo que propone Eusebio. Sus toques
sirven para desbloquear cada ataque.
Vela
se está convirtiendo en un futbolista habilidoso y talentoso con juego
asociativo, ritmo y orden. Le llega más el balón, provoca más espacios, rompe
con diagonales. Está fino. Está genial.
La
conexión Carlos Vela-Willian José es un de las delanteras más atractivas y en
forma, en la actualidad, de la Liga Santander. Se complementan. Se relacionan.
Y su juego está siendo idóneo para el planteamiento de Eusebio en la Real.
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