Gustavo Laguardia (@AKD_GustavoL)
El común de las opiniones
suele afirmar que “las segundas partes nunca fueron buenas”, sin embargo,
sobran argumentos para indicar que, el regreso de Cocca a Racing, es más una
continuidad de la primera, que el comienzo de una segunda etapa. En todo caso,
el 2015, fue solo un paréntesis entre el entrenador y el club que lo adoptó
como ídolo.
En la conferencia de
prensa del pasado viernes 30 de diciembre, su primera conferencia como “nuevo”
Técnico de la Institución, dijo que “Racing me necesitaba”.
Tempranamente posterior a
su partida, Racing comenzó a necesitar a Cocca. Esto es verdad. En apretada
síntesis, podríamos decir que, Racing perdió todo lo que jugó durante el año
pasado, más allá de la racha positiva frente a su clásico rival Independiente
(2 G 2 E 0 P), que ya lo hemos destacado en notas anteriores. Pero hay algo más
grave que no haber ganado nada.
El equipo perdió una
identidad de juego, su “camaleónico” estilo de variar según la ocasión,
combinando regularidad y versatilidad, y siendo competitivo y protagonista
durante largos 18 meses, en los que salió Campeón del Torneo Local, hizo
Cuartos de Copa Libertadores, Semifinales de Copa Argentina y ganó la liguilla
pre-Libertadores 2016, lo cual no es poca cosa, es más, diríamos que es mucha
cosa.
Pero de los méritos de
Cocca 2014-2015 ya hemos reflexionado, analizado y sistematizado. Ahora amerita
pensar en las razones de la necesidad de Racing de volver a tenerlo y en los
desafíos a los que se enfrenta en esta “continuidad” al frente del equipo de
Avellaneda.
La mayor necesidad es la
de alguien que vuelva a ponerle el “ropaje” de competitivo, protagonista y
candidato al equipo, y que la “ropa” le quede bien y la luzca como en la
temporada 2014-2015; de alguien que logre refundar la alegría de la gente que
fue apagándose según Ràcing iba siendo eliminado de las competencias y jugando
cada día peor, a excepción del 3-0 a Independiente, después del cual perdió
tres “al hilo” quedando relegado en el torneo a 10 puntos del puntero;
finalmente, sentar en el banco a alguien con espaldas suficientes, alguien que
pueda acallar los permanentes malestares de la gente, manifestados con Sava y
Zielinski.
Estas considero son las
tres razones por las cuales Racing necesitaba a Cocca y Cocca entendió que Racing
lo necesitaba a él. Casi directamente proporcional.
Ahora bien, ¿cuáles serán
los nuevos desafíos que deberá asumir Diego Cocca en este nuevo periodo?
Primero y antes que nada
la de responder a la mayor necesidad de su regreso a Racing: que el equipo sea
competitivo y protagonista, lo cual implica algunas de las siguientes
cuestiones:
1 - Conformar un grupo de 18 jugadores ‘de memoria’ para afrontar la triple competencia de Torneo Local, Copa Sudamericana y Copa Argentina, las cuales serán anuales;
2 – Tiene que ver con lo anterior, ya que deberá ser lúcido en los dos refuerzos permitidos, bajas del equipo y ascenso de juveniles, para sumar a los 18 un plafón de 10 o 12 disponibles, genuinos y potables;
3 – Lograr que Lisandro López y Agustín Orión hagan olvidar rápidamente a Sebastián Saja y Diego Milito, misión para nada imposible teniendo en cuenta la calidad y jerarquía de los dos primeros, de hecho “Licha” va por el buen camino, no así aún el arquero ex Boca;
4 – Tomar una forma de juego, más allá del dibujo táctico, que supere la confusión e improvisación de los últimos tiempos;
5 – Recuperar algunos de sus “soldados” que bajaron muchísimo el nivel luego del alejamiento suyo de la institución, tal el caso de Bou, Cerro, Videla, Pillud y, hasta, el mismísimo Gastón Díaz, jugador número “doce” del campeón 2014.
5 – Hacerle saber a Aued que alrededor de 50 equipos en el mundo quisieran contar con él:
6 – Hacerle creer a Racing que otra vez debe volvérsela a creer, porque con un poco de fe, la pelota pega en el palo y… entra.
1 - Conformar un grupo de 18 jugadores ‘de memoria’ para afrontar la triple competencia de Torneo Local, Copa Sudamericana y Copa Argentina, las cuales serán anuales;
2 – Tiene que ver con lo anterior, ya que deberá ser lúcido en los dos refuerzos permitidos, bajas del equipo y ascenso de juveniles, para sumar a los 18 un plafón de 10 o 12 disponibles, genuinos y potables;
3 – Lograr que Lisandro López y Agustín Orión hagan olvidar rápidamente a Sebastián Saja y Diego Milito, misión para nada imposible teniendo en cuenta la calidad y jerarquía de los dos primeros, de hecho “Licha” va por el buen camino, no así aún el arquero ex Boca;
4 – Tomar una forma de juego, más allá del dibujo táctico, que supere la confusión e improvisación de los últimos tiempos;
5 – Recuperar algunos de sus “soldados” que bajaron muchísimo el nivel luego del alejamiento suyo de la institución, tal el caso de Bou, Cerro, Videla, Pillud y, hasta, el mismísimo Gastón Díaz, jugador número “doce” del campeón 2014.
5 – Hacerle saber a Aued que alrededor de 50 equipos en el mundo quisieran contar con él:
6 – Hacerle creer a Racing que otra vez debe volvérsela a creer, porque con un poco de fe, la pelota pega en el palo y… entra.
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