John Alegrías (@JohnAlegrias) en El Dorado Magazine
Desde el primer instante que Hernán Torres
observó la carta que anunciaba su contratación como director técnico de América
de Cali, hizo saber que dentro de las peticiones de su paladar futbolístico
estaba el poder contar con un perfil distinto para el mediocampo. Necesitaba
dominar el Torneo Águila con un equipo de posesión y por ello, dentro del menú,
siempre contempló la opción de contar con Anderson Zapata. El encargo no llegó
en el momento solicitado, pero saber esperar recompensa en ocasiones. El
técnico ibaguereño recibió con las manos abiertas tras confirmarse la llegada
de un viejo conocido.
En el curso pasado Hernán
Torres probó todo tipo de volantes de marca. El doble pivote lo conformaron
jugadores como Camilo Ayala, Jhonny Mosquera, Aníbal Hernández y Jhonny
Vásquez. Quizá éste último con más talento creativo de la plantilla, que en la
cancha se alejó de la rigidez que se impuso a lo largo de seis meses en el
doble pivote. Pese a situarse en la otra orilla (en cuanto a características),
Jhonny Vásquez tampoco estuvo cerca de las expectativas y fue por ello que
Hernán Torres se resolvió por diseñar un centro del campo robusto y físico que
cuajó grandes prestaciones, pero que siempre dejó en mora la cuota de
imaginación.
De ahí la trascendencia
que adquiere Anderson Zapata, uno de
los nuevos integrantes de América de Cali en su regreso a la primera división.
Apoderarse de la mitad de la cancha es algo que el antioqueño hace con suma
solvencia. Su experiencia en la sala de máquinas resulta fundamental para el
juego de América de Cali, pues sabe escoger la ruta adecuada para llegar al
codiciado puerto del gol en donde están los letales.
Anderson Zapata posee un
buen pie para guiar la distribución, mejorar la efectividad en la entrega y,
por supuesto, brindar mayor generación de juego al colectivo. Su acierto en los
desplazamientos equipara a Hernán Torres de una herramienta esencial para
explotar el talento de los jugadores hábiles, desequilibrantes y rápidos que
tiene el conjunto escarlata. Servir como esa brújula calibrada que marca el
camino en este regreso de América de Cali a una tierra conocida es uno de los
grandes retos que tiene entre ceja y ceja el oriundo de Medellín.
Estará dentro de sus
opciones escoger la carretera oportuna para que el déficit en la generación del
fútbol se reduzca. Deberá crear escenarios favorables para que hombres como
Brayan Angulo, Steven Lucumí o Juan Camilo Hernández gocen exhibiendo su
electricidad y picardía. Ya quien dirige desde el banquillo conoce el tipo de
labor que desempeña. Cuestión que invita a Anderson Zapata a arreglarse con el
mejor atuendo posible para asistir a un reencuentro que pudo efectuarse gracias
a un pedido inminente. ¿Cómo lucirá? Los ojos estarán bien abiertos para
advertir la presentación de su traje en cada partido.
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