Por: Luis Suárez (@Luije77)
Hora de aterrizaje: 1:30 PM, de aquel día de 2017. Al pisar
el aeropuerto Harstfield-Jackson caí en cuenta, quizás por la diferencia que
implica un cambio tan grande, que las cosas serían muy diferentes. La magnitud
en cuanto a dimensiones del recinto internacional solo podría ser comparada con
lo que estaban por ver mis ojos los días posteriores. Había llegado a la ciudad
donde nació Martín Luther King Jr y que construyeron deportivamente Chipper
Jones, John Smoltz, Greg Maddux, Tom Glavine, Hank Aaron, Phil Niekro (con los
Braves), Dominique Wilkins, Bob Pettit (con los Hawks), Claude Humphrey y Morten Andersen (con los Falcons). En la lista
mencionada, no resalta ningún
futbolista.
Actualmente, el beisbol y baloncesto no pasan por los mejores
años en Georgia. Los Bravos de los 14 años consecutivos como campeones
divisionales quedaron en el olvido. Al equipo que el legendario Bobby Cox llevó
a la gloria se le acabó el combustible desde que comenzó la segunda década del
siglo XXI. El tema con los Hawks no escapa de esta realidad. El acceso a los
playoffs ha sido constante. Sin embargo, nunca trascienden. Es un equipo,
habitualmente joven, que no le da alegrías a la ciudad porque suelen cambiar a
sus mejores piezas, como Al Horford o Jeff Teague en años cercanos. Tomando en
cuenta el reciente título de los New England Patrios sobre los Atlanta Falcons
en el Superbowl 2017, podemos comparar la diferencia de títulos entre los
equipos de Georgia y Massachusetts desde el año 2000 hasta la actualidad:
Massachusetts: Red Sox; tres Series Mundiales (2004,
2007, 2013), Celtics; un anillo de NBA (2008), Patriots, 5 Superbowls ganados
(2002, 2004, 2005, 2015, 2017).
Contexto de creación
Con el fracaso de los vecinos, el escenario estaba listo para
colocar semillas y generar una revolución en Atlanta. Generalmente, se dice que
de la crisis nacen grandes ideas. A ello apunta el Atlanta United. La Major
League Soccer aspira a convertirse en una liga top, quitándose el estigma de
ser un estilo de retiro espiritual para futbolistas en el ocaso de su carrera. A
Georgia, un estado con más de 10 millones
de habitantes, le llegó la oportunidad de tener un equipo de la mano de
Arthur Blank.
Con 74 años y la propiedad de los Falcons en su poder, Blank
decidió comenzar a formar una franquicia en 2014. Con el aval de la Major
League Soccer, empezaba un trabajo de más de año y medio hasta el debut
oficial, el 5 de marzo de 2016. La junta directiva buscó conjugar un grupo
experimentado en todas las aristas. Llegó el reconocido Gerardo “Tata” Martino
a dirigir. Carlos Bocanegra, exjugador de la Selección estadounidense, se unió
como director del equipo. Darren Eales, hombre de experiencia en el balompié
universitario y profesional, llegó para fungir como gerente general y Tonny
Anann, el fundador del programa Georgia United DA Program, tomó el mando de las
fuerzas básicas del club. Así arribaron un grupo de jugadores con cartel
internacional (Miguel Almirón, Josef Martínez, Matt Garza, Carlos Carmona, Kenwayne
Jones…) y otros jóvenes promesas del fútbol que ha promovido Anann en Georgia,
como Andrew Carleton y Mark Bloom.
Público meta
El mercadeo previo al debut incluyó campañas de intriga. Con
pistas en redes sociales, fueron repartidas por toda la ciudad una serie de
banderas con determinados regalos según la serie hallada. Estos obsequios
incluyeron souvenirs alusivos al club rojinegro y entradas para la temporada.
La camiseta personalizada fue tasada en 180 $ y la regular en 140 $. A pesar de
parecer una cifra elevada, impresiona la cantidad de personas que en la calle
visten la camisa de este club que apenas da sus primeros pasos. El paradigma de
que Georgia no era un estado para el fútbol fue modificado con fuerza.
Con claro entendimiento de lo que significa el “soccer” para
los latinoamericanos y europeos, Atlanta apuntó a capturar el público foráneo. Para
tener una idea de la importancia de los inmigrantes, debemos resaltar que 10%
de la totalidad de habitantes de Georgia son latinos. Solo en la primera
alineación que usó Gerardo Martino en la MLS, hubo seis jugadores nacidos en el
sur del continente (Leandro González Pirez, Josef Martínez, Carlos Carmona,
Yamil Asad, Miguel Almirón y Héctor Villalba), más uno con antepasados
mexicanos (Matt Garza). De esa influencia extranjera también nacieron grupos o
barras como Terminus Legion, Resurgence, FootieMob, and Faction. Incluso el
club les dio una sección en su página web oficial.
Puesta en escena
Ante todo el escenario, la labor del departamento de prensa y
mercadeo tuvo 10 sobre 10. El manejo de las redes sociales y la calidad gráfica
de los contenidos –alcanzando una cifra cercana al medio millón de seguidores, influyó
en mover las masas hacia el Bobby Dobb Stadium de la universidad de Georgia
Tech. El Mercedes Benz Stadium, un imponente estadio para los Falcons y el
Atlanta United, se encuentra en fases finales de construcción. Aún así, el
background estaba listo y el público lo demostró contra el New York Red Bull.
Al estreno acudieron 55.297 aficionados. En cuanto a cifras globales, fue el
cuarto partido con más público a nivel mundial durante ese fin de semana. Era
claro: el miedo por la inexperiencia fue derrotado por los hombres de Arthur
Blank.
Adicional al genial ambiente, la logística para los medios
cumplió las expectativas. Para los fotógrafos hubo chalecos con número. Para la
prensa escrita se habilitó un palco con excelente visión, acompañado de guía de
medios, estadísticas alusivas a la carrera de los jugadores y la pretemporada,
además de un servicio de alimentación previo al comienzo del compromiso. Tras
los 90 minutos, como es costumbre en Estados Unidos, a los periodistas
acreditados les fue permitido acudir a los locker rooms para entrevistar a los protagonistas. 150
profesionales de los medios le dieron cobertura a la cita nocturna, de la cual
se fueron con tranquilidad porque tuvieron parking privado otorgado por el club.
En ningún estado de los Estados Unidos el soccer es el primer
deporte. Seattle Sounders, el equipo que más atractivo se les hace a los
aficionados que aman acudir a los estadios, tiene la tarea de desbancar a los
Seattle Mariners, Seattle Redskins. Atlanta United también tiene competencia, pero ha comenzado muy bien
la carrera para convertirse en el idilio de los habitantes de Georgia.
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