Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
La posición que más genera enigma es la del
mediocentro; ya que es la que más debates resiste. Para muchos es el puesto más
importante, el que determina la conducta del equipo, donde se definen los
caminos y resuelven respuestas a varias interrogantes. Tiene una
responsabilidad mayor.
Sin embargo, elegir el lugar en el campo más
significativo es como un sorteo. Y en el mediocentro reside el planteamiento de
que no es el que se aleja del peligro ni el que marca los goles. Depende de los
demás. Pero Juanma Lillo lo dijo en su momento “dime con qué mediocentro andas y te diré qué equipo eres”.
Por ejemplo, Iván
Marcone es quien sostiene a
Lanús, un volante de primera línea – el famoso “5” – cuya mayor habilidad
requiere de un trabajo colectivo de mucha calidad. El ritmo de su equipo lo
impone él. El termómetro. Piedra angular.
El problema puede llegar si Lanús no está
arriba y bien colocado, con o sin balón. Ahí Marcone sufre y no puede
solucionar el inconveniente. Y si a él se le dificulta, se le dificulta al
equipo.
Marcone maniobra todos los recursos del
mediocentro posicional. Él es quien dirige la orquesta del ataque de Lanús
desde la última línea, ya que posee una buena salida de balón, con paciencia y
sentido. Hace crecer al equipo. Sabe dar apoyos. Y además, posee un buen físico
para participar en varias zonas del campo.
Lanús
ejerce una salida lavolpiana. Marcone es el director de la orquesta.
Asimismo, él es un tipo decidido, que siempre
tiene intención de participar en las acciones de juego. Defensivamente posee
presencia y busca anticipar y robar. Protege su sistema. Y ofensivamente lo
fabrica, porque él es la brújula que indica. Su objetivo es la búsqueda de
espacios para que sus compañeros tengan ventajas. Los pases largos y el nivel
creativo de Marcone son valiosos para Lanús.
Y encaja con su equipo, sobre todo por el
sistema: el 4-3-3. Una estructura táctica que necesita un “5” con autoridad,
carácter y personalidad. Capaz de ser el motor en una salida de balón con sencillez,
seguridad y serenidad. Debe dar el ritmo adecuado y actuar como creador de
juego de su equipo. Y Marcone cumple esos requisitos.
Marcone encajaría bien en la selección
argentina; sin embargo, para que él haga que el equipo funcione y tenga un buen
ritmo, necesita un trabajo colectivo, sobre todo posicional, de calidad. Y ahí
Argentina está fallando, más que todo en el juego entre líneas de los
interiores, extremos y delantero. Es pobre.
Sin embargo, el chico de Lanús tiene recursos
para darle un aire distinto a la selección argentina, que lo necesita; ya que
posee futbolistas, sobre todo en el mediocampo, rotos. Incapaces de asociarse. Y
si la albiceleste busca reconstruir
su plantilla, Marcone capaz puede ser una solución, porque es un futbolista que
sabe cómo aportar, con su fútbol correcto y elegante.
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