"Veo
que Defensa y Justicia toma riesgos y mantiene su identidad. Eso es lo que hace
diferente a un equipo. El secreto es el funcionamiento y el posicionamiento. No
es solamente la calidad de los jugadores (…) Es muy loable lo de Defensa y
Justicia más con el promedio de edad de 23 años. A eso hay que apostar, hay una
luz para ilusionarse en el fútbol argentino". Javier Mascherano.
Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
En
el fútbol, nadie entrena para la derrota. La victoria siempre es y será el
sueño. Hay entrenadores que, prácticamente, “hacen un pacto con el diablo” por
un resultado, por vencer “como sea”, por los tres puntos. Sin embargo, hay
otros técnicos que buscan, dentro de su objetivo (ganar), la belleza total del
fútbol y trabajan por el compromiso de una idea que enamore al espectador, a
sus jugadores y a sí mismo.
Ariel Holan se ha convertido en uno de esos
entrenadores, de los que mueren con su idea hasta en las situaciones complicadas.
Un tipo humilde, innovador, minucioso, sistemático, obsesivo y persuasivo. Él
ama y respeta su fútbol. Y el aficionado
de éste deporte ha aprendido a admirar y adorar su estilo de juego con Defensa
y Justicia.
Los
jugadores de Defensa y Justicia disfrutan del fútbol de Holan. Se divierten
dentro de la cancha y se involucran con la idea de juego. Y se nota. Un equipo
que demuestra un juego ambicioso, atrevido, creativo y ofensivo. Saben cómo
resistir al fracaso y enfrentar el futuro. Hay conocimiento del juego. Un
conjunto capacitado para cualquier circunstancia.
Un
ex entrenador de hockey, un equipo
con poco capital financiero y jugadores de poco renombre. Una combinación extraña,
que está resultando a base de buenas decisiones en contrataciones y un fútbol
táctico arriesgado.
Ariel
Holan intenta mezclar la esencia del hockey
con el fútbol. Así convierte a Defensa y Justicia en un equipo dinámico, con
jugadores que nunca estén quietos, que siempre busquen el desmarque. Un sistema
de juego asociativo que le dé importancia a la técnica, al controlar y pasar.
Desequilibrar al rival con el juego colectivo. Conjunto convencido, decidido y
disciplinado al atacar y defender. Eso sí, constituidos por un grupo de
jugadores valientes al ser ofensivos. Un riesgo extraño, sobre todo para un
equipo de bajo presupuesto; pero esencial y natural en éste deporte, el de errar,
el de intentarlo, el de jugar, el de proponer.
La
idea es encajar una sociedad en la cancha, que sus jugadores se puedan entender
y que desarrollen el juego en base a lo dinámico y al toque, con coraje y
orden. Conseguir y cuidar el balón, sin importar qué papel dentro del campo
desenvuelvas. Jugar al fútbol en equipo, un tema básico y fundamental; pero
difícil de lograr la perfección.
Defensa
y Justicia es un equipo que trabaja
la salida del balón; sobre todo en la primera fase, al estilo
lavolpiana, con la utilización del portero, el mediocentro colocándose entre
los centrales y los laterales tomando vuelo por la banda. Con la superioridad
desde abajo y la sucesión de pases, buscar aclarar el panorama para avanzar en
la cancha.
La
idea es la movilidad para arrastrar y perder la marca, aprovechar y generar espacios, y así avanzar líneas.
Defensa y Justicia practica el arte de progresar en la cancha.
Otra
de las variantes del conjunto de Holan es la presión.
Cuando el rival empieza atacar, lo aprietan desde arriba para bloquear la
salida limpia, con la idea de obligarlos al pelotazo para superar líneas; ya
que poseen defensores que saben cómo anticipar.
Defensa
es un equipo que sabe cómo presionar, orientados siempre al balón, lo atacan y
fastidian las posibles recepciones. Lo importante es cortar las opciones de
pase y no dejar un espacio para arrinconar al rival.
Tema
destacable en Defensa, achican, anticipan, presionan y roban para que los
defensores salgan jugando desde atrás.
Y
bueno, como se caracteriza su juego, el conjunto de Holan es un equipo
ofensivo. El planteamiento se basa en circular el balón, con
criterio y paciencia, y desmarcarse para explotar los espacios. Muchísima
libertad sin posiciones fijas. Ataque organizado, vertical, técnico y rápido,
en donde avanzan todos juntos. Utilizando conceptos como el “tercer
hombre” o “triangulaciones”.
“Para
mí el fútbol es dinámica, es movilidad, es dinámica en el pase y la recepción,
búsqueda permanentemente de sobreposiciones para desequilibrar a la defensa
rival y es, también, a través de atacar bien, defenderse mejor, porque
realmente ese viejo refrán que dice “no hay mejor defensa que un buen ataque”
yo digo que justamente si uno ataca de manera elaborada, con creatividad, pero
también bajo un esquema de disciplina en ataque, uno termina defendiéndose
mejor, entonces yo sustento la defensa en atacar bien y elegir los futbolistas
para que lo puedan llevar adelante. No es la verdad, pero es lo que yo siento
que a mí me da seguridad y es lo que me gusta que mi equipo haga”, Ariel Holan.
El
conjunto de Holan ataca desde atrás hacia delante y se defiende desde adelante
hacia atrás. Defensa y Justicia es un equipo en donde todos participan juntos.
Una estructura, disciplinada y metódica, donde lo importante es jugar. Jugar
arriesgándose, pero con criterio y precisión. Jugar sin el miedo a equivocarse.
Jugar con ganas de aprender. Y seguir jugando.
Ganen
o pierdan, el conjunto de Holan se prepara siempre para jugar bien, algo que el
jugador puede tomar como un triunfo, porque sigue aprendiendo y mejorando.
Defensa
y Justicia manifestó que el buen fútbol no es solo de los equipos de nombre, de
los equipos con mucho dinero. Ariel Holan con su coraje, ideología y trabajo le
envió un mensaje al mundo de éste deporte. Demostró y sigue demostrando,
partido a partido, que se puede jugar como un grande siendo un conjunto
humilde.
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