Sabrina Uccello (@Sabrina_Uccello) en mondofutbol.com
Los que no entienden al
genio, lo juzgan de locura. En el mundo del fútbol ésta es la advertencia que
sigue la frase “en retrospectiva…”, porque pocos se atreven a manchar su propio
nombre apostando por un jugador joven.
Cuando Messi tenía más
pelo que musculatura, Ángel Guillermo Hoyos, con extrema ligereza, dijo de él: “Ese
chico se parece a Maradona.”
Algunos lo consideraron un
loco. Él, que compartió con Diego el Mundial Sub20 en 1979 y fue luego invitado
al casamiento del Pibe de Oro, era el primero en avanzar una comparación que,
en el tiempo, se convertiría en un latiguillo.
En el verano de 2003, el
periodista Leonardo Míndez fue enviado por Clarín a explorar La Masia y a sus
jóvenes talentos. Necesitaba una buena historia para contar y le fue sugerida
la de Lionel Messi, argentino como él. Compartieron una charla, Míndez lo vio
jugar y luego aceptó realizar un reportaje.
De todo lo que la gente
cercana a Messi le contó quedó impresionado, como él mismo dirá, sólo por una
frase, que fue exactamente la de Hoyos: “Esas cosas sólo se las vi hacer a
Diego… Y ahora a Leo. Tiene arte y magia para escribir muchas páginas en la
historia del fútbol”.
Míndez reportó estas
palabras por deber de crónica, pero lo hizo cerrándolas en unas risas, pensando
que sólo se trataba de un entrenador demasiado enamorado de sus jugadores.
Quien tenía razón entre Hoyos y Míndez, la historia no tardó mucho en decirlo.
El periodista, unos años
más tarde, hablará así del DT argentino: “Cada vez que Leo realiza una nueva
proeza maradoniana no puedo evitar de acordarme de aquel café en el barrio de
Les Corts y de ese visionario increíble llamado Ángel Guillermo Hoyos.”
Hay poco que agregar, sino
que ninguna definición sobre el actual DT de la Universidad de Chile fue más
correcta. A pesar de que muchos, a lo largo del tiempo, se honraron y se
alegraron tomando crédito por el descubrimiento de Lionel Messi, esta carga
sólo la puede asumir Hoyos. Él entrenó las juveniles del Barça desde 2003 hasta
2005, cuando en la cantera habían leyendas: Pedro, Busquets, Piqué, Fábregas y
el mismo Messi. El técnico entendió de inmediato su talento pero también su
fragilidad emotiva y se preocupó de esto hasta el día del debut de La Pulga en
el primer equipo. Desde aquel entonces el jugador no paró más de crecer y
tampoco se olvidó a quien darle el mérito: “Para mí Hoyos es un amigo, pero fue
también un padre porque siempre fue él quien me aconsejó lo mejor.”
Sin embargo, la historia
nos da una gran lección: los padres aprenden mientras enseñan a los hijos.
Intransigente, a menudo temerario, pero nunca contra el corazón. La buena
suerte que hizo de Hoyos el descubridor de Messi no lo hizo de igual manera un
entrenador de la carrera fácil. El DT, durante su trayectoria, pasó por Grecia,
Bolivia, Colombia y Estados Unidos antes de encontrar su real dimensión.
La separación del Barça no
correspondió a un trampolín como para su favorito. El episodio más ejemplar se
verificó en los meses en que fue elegido DT de Bolivia: poco antes de firmar,
Hoyos renunció por la propuesta muy intrigante de la Universidad de Chile. La
pelea con la federación boliviana siguió durante unos días pero al final Hoyos
ganó.
Las primeras cinco fechas
de entrenador de la U para Hoyos fueron complicadas: el ambiente exigente le
dio una bienvenida desconfiada y crítica. Las últimas temporadas transcurridas
en las zonas peligrosas de la clasifica constituían una herida abierta y a
Hoyos le costó adaptarse, también por un plantel incompleto y sin equilibrio.
Estratega
sí, mago no.
Pero siendo que es “del
barro que nacen las flores”- así como enseña una famosa canción italiana -,
semanas de reflexión llevaron al momento crucial. Hoyos entendió que nada
ayudaría más que trabajar en la cabeza de los futbolistas. De la sexta fecha
empezaron a llegar los resultados positivos y la U empezó a ganar sin parar.
Intentando encontrar ese hilo rojo detrás de las victorias seguidas y las
buenas actuaciones se llegó a estudiar el comportamiento de Hoyos. ¿Qué es lo
que ha hecho? El entrenador comenzó a alabarlos adelante de todos,
comparándolos con las leyendas formadas en el Barça. Parece tal vez un pequeño
juego sin lógica, pero no es así.
Primero trabajó sobre Gonzalo
Jara, la falla defensiva, que comenzó a comparar con Piqué, diciendo que sólo
había visto en el campeón blaugrana características similares. Enseñar a Jara
los movimientos del jugador del Barça hizo que de pronto el rendimiento ya no
fuera insuficiente. Luego le tocó a Beausejour, Sánchez y toda la línea
defensiva, cuyos números han llegado incluso cercanos a los de la época de oro
de Sampaoli.
Pero el golpe maestro
Hoyos lo llevó a cabo con Felipe Mora. Antes de la llegada del técnico
argentino, la experiencia con la camiseta de la U fue caracterizada por
lesiones y muchos partidos seguidos en el banquillo, siendo la Gata Fernández
el titular inamovible. Hoyos aceptó, bajo los ojos atónitos de todos, la
partida de Fernández, asimiló el hecho y avanzó una nueva comparación. Entre
las risas de los escépticos, el ex entrenador de las juveniles del Barça dijo
de haber notado una semejanza entre los movimientos de Mora y los de David
Villa.
¿Cómo
se acabó la historia? 11 partidos, 9 goles. Máximo goleador de la liga hasta
hoy.
A alguien le gusta el
tiqui-taca, otros prefieren un par de toques y listo. Todo el mundo tiene la
oportunidad de expresar su propia opinión, pero en Chile los amantes del fútbol
han comenzado a ponerse de acuerdo en un punto: nadie está demasiado lejos de
ese Míndez, que escuchó sin creer y que Hoyos supo desmentir. Y probablemente,
para describir el técnico argentino, será difícil encontrar una palabra más
usada de visionario.
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