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Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)

La Juventus de Turín está cumpliendo, poco a poco, los pronósticos que lo colocan como uno de los favoritos para levantar el título de campeón de Europa; ya que se encuentra en las semifinales, donde visita a la sorpresa de la competición, el Monaco de Jardim. El equipo de Allegri ya no trata a la Champions como una competición lejana, sino como algo que se puede alcanzar, un título que puede consolidar un ciclo en esta década brillante, sobre todo en el Calcio.

Es precisamente esa búsqueda de buscar conquistar la Champions, lo que ha llevado a conseguir refuerzos de calidad y también para profundizar la plantilla, para también potenciar futbolistas de banda, luego de la desaparición de los tres centrales, como Juan Guillermo Cuadrado, quien es uno de esos tipos capaces de cubrir todos los metros de largo de la cancha. Ciertamente algo impresionante. El asunto es, ¿cuál es su valor en la cancha?

1. Ataque estático y organizado. Al atacar, Cuadrado forma un triángulo ofensivo con Alves y Dybala. El argumento principal de la Juventus, en este caso, es buscar la banda derecha, en donde Juan Guillermo tiene un valor importante. Van abriendo a la banda, buscando al colombiano, para que surja el desequilibrio, porque él es un relámpago, es decir, es un futbolista eléctrico, puro drible, potencia, velocidad y zancada. Pero él no solo desborda su banda (llega a línea de fondo), puede desequilibrar lejos del área, para ir superando la defensa quieta del rival y así encontrar a compañeros por dentro entre líneas, como Alves (en el momento de proyectarse y el colombiano tiene la banda, se coloca en zona de interior) y/o Dybala. No obstante, quien potencia a Cuadrado en este tipo de ataques es Dani Alves, porque marca los tiempos correctamente con su distribución y recepción.

2. Contragolpe. No hay mucho que decir, ya que todo se manifiesta con la calidad y la capacidad física del colombiano. Este recurso contra el Mónaco puede ser importante, porque la desventaja de Benjamin Mendy es su espalda, no sabe cómo cubrir ese espacio. Además de que Lemar seguro tarda en bajar para ayudar a su lateral. Ahí Cuadrado puede ser letal. Atacando esa zona, recibiendo cambios de orientación de Khedira o Pjanic, como contra el Barcelona, donde hizo mucho daño.

3. Defensa. Es cierto que un Alves-Cuadrado no es precisamente una combinación defensiva de nivel extraordinario; pero son futbolistas con experiencia, sobre todo el brasileño, que pueden aguantar, porque pertenecen a la Juventus, un equipo que le gusta sufrir. Sin embargo, el colombiano tiene que colaborar constantemente, porque soportar la banda izquierda del Mónaco, con ese triángulo Mendy-Lemar-Mbappé no debe ser nada fácil.


Cuadrado con Allegri es un futbolista distinto, porque el técnico italiano lo ordena y lo convierte en un mejor jugador; ya que no le da el rol de protagonista estelar, es decir, tiene menos responsabilidad, lo que hace que tenga mejor rendimiento. El técnico de la Juventus le pide lo que él sabe hacer y no más. Simple. Y así está decidiendo mejor con balón, con pausa y sentido. Así impacta el colombiano, porque él como “rey” pierde su dominio; pero como “torre” brilla.

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