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Roberto Peña (@LaPizarraECU)
Sin duda que, para la afición barcelonista, aquel primero de octubre de 2015, siempre va a ser recordado y celebrado a la altura de una de las tantas glorias que tiene el equipo guayaquileño.

José Francisco Cevallos, aquel portero de grandes condiciones y enorme liderazgo, ganaba las elecciones para presidir a los toreros durante los próximos cuatro años. A su lado, otra ex gloria de Barcelona, Carlos Alejandro Alfaro Moreno, quien diría que en ese momento empezaría el resurgir de uno de los equipos que más pasiones despierta en el fútbol ecuatoriano.

El 63% de los socios habilitantes le dieron a José Cevallos y su grupo “en buenas manos” las riendas de Barcelona S.C.

La tarea no era fácil, empezando desde lo económico, pasando por el plano deportivo, donde Emelec, su rival de siempre, amenazaba con una hegemonía que ya incluía un tricampeonato, sumado a la disputa administrativa con Moconsa, la tarea para Cevallos y compañía. Se percibía muy difícil.

De principio, Cevallos asumió de forma anticipada la presidencia, ya que sus predecesores decidieron abandonar el barco antes de lo previsto y según denuncias del mismo ex futbolista, dejando en total desorden y anarquía la administración torera.

Dentro del plano deportivo sus primeras acciones fue poner al día los salarios al plantel e intentar ir despejando activos de deudas de administraciones antiguas, que según la auditoría realizada, ascendía a cerca de 27 millones de dólares, cifra que de a poco han ido pagando.

En el 2016, armaron un equipo competitivo donde el retorno de figuras como Damián Díaz y Ariel, Jonathan Álvez y la incursión de jóvenes valores como Darío Aimar, Mario Pineda, Anderson Ordoñez, lo cual permitió a Barcelona llevarse el torneo nacional con sobra de merecimientos, imponiendo un nuevo record de puntos y goles marcados, aparte de un gran funcionamiento que hizo de ese Barcelona un deleite del fútbol.

La clasificación a Copa Libertadores fue un plus para la dirigencia torera, los ingresos obtenidos por participar en copa, taquillas y televisión, sumados a la siempre importante exposición de la marca y jugadores han permitido a Barcelona de a poco salir de ciertos pasivos que han venido mermando la capacidad de crecimiento deportivo e institucional.

En el apartado económico, las gestiones por el pago de diversas deudas con ex futbolistas fueron notorias, la más importante es la del Argentino Rolando Zarate, deuda que ascendía al millón y medio de dólares y que ya tenía muchos años en los pasivos del ídolo.

Las gestiones administrativas de José Cevallos permitieron que la empresa privada, se volcara a invertir en Barcelona S.C. es así que muchos “sponsors” cubren necesidades corrientes del equipo (sueldos, pagos, etc.) y permite que un remante cubra algunos pasivos.

Hoy, Barcelona vuelve a jugar cuartos de final de Copa Libertadores después de 19 años, precisamente la última vez que lo hizo, Cevallos atajaba en aquel equipo que derrotó al Bolívar de la Paz y que llegó a la final.

Hoy “las manos del Ecuador” también estarán nuevamente en Cuartos De Final con el Ídolo del Astillero, pero desde otra perspectiva y con otra misión, “el resurgir del ídolo en Sudamérica”.

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