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Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
Sentarse a observar a un equipo de Pep Guardiola siempre te va a invitar a analizar ciertas circunstancias, aunque no estés acostumbres a hacerlo. Su actual Manchester City provoca tener los ojos bajo la lupa sobre los tres centrales, o los laterales que son carrileros y se mueven muchísimo por dentro, o los interiores que son mediapuntas. El caso es que el técnico español tiene bastante confianza en su idea y en el parado táctico de sus futbolistas. Y el tiempo va a decir si va a funcionar o no. Pero quienes no roban tantas miradas, pero poseen un rol significativo dentro del esquema, son los delanteros: Gabriel Jesús y Sergio Agüero.

Desde finales de la temporada pasada, se notó que la intención de Guardiola iba a ser jugar con dos delanteros (Agüero y Jesús). Pero interpretar qué quiere el técnico español no es fácil. Porque quizás los desplazamientos que realizan no son necesariamente lo que se pide; aunque la idea es obvia: tener muchísima movilidad y atacar espacios.

Esa movilidad se basa en desplazarse en distintas alturas y zonas del campo, ya sea retrasar su posición a la altura del mediocampo para ayudar en la gestación de la jugada (actuando como un pivote), colocándose como un "10", o también acercándose a la banda para apoyar. Y así originar superioridad  numérica y/o posicional. Esto provoca que uno de los delanteros o ambos salgan del territorio del “9”, para que recuperen después su posición y aparezcan por sorpresa. Y esto se conecta con atacar espacios libres, ya que la intención es fijar y asaltar la espalda de la línea defensiva rival.

Pero, ésta serie de movimientos requieren energía para realizar dichas acciones durante todo el partido o gran parte de ello. Aunque ante todo solicitan comprensión de juego; ya que, por ejemplo, Gabriel Jesús necesita entender que, por momentos, aporta más no buscando tanto el balón y que puede sumar más manteniendo su posición lejos de ella – sin quitarle espacio a sus interiores –. Y Sergio Agüero requiere interpretar que sus movimientos pueden ser, en ocasiones, cortos o muy directos. 

Sin embargo, algo está claro, Gabriel Jesús y Sergio Agüero logran cumplir la intención de apoyar, moverse y crear espacios. Siendo clave en el Manchester City. Porque si ambos se quedan en el área puede ocasionar una consecuencia grave para la idea de juego (sin puntos para avanzar, girar o fabricar espacios). La paciencia es clave. Y los dos futbolistas poco a poco demuestran en la puesta en escena comprender cuál es la intención sobre sus roles (los cuales siempre están en rotación). Y cuando lleguen a entenderlo a la perfección, el conjunto del técnico español puede tener la posibilidad de arrasar, porque cuenta con dos delanteros especiales.

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