Agustin Recuero (@agustin_recuero)
En
tiempos en que el fútbol ha cambiado y que no se ganan más partidos solo con
disciplina táctica sino que también con circuitos de juego, con asociaciones de
pases y en donde cada vez más prevalece la superioridad a través de la posesión de
balón, Uruguay de a poco se va amoldando para no siempre utilizar el juego directo
hacia sus dos máximas figuras como Edinson Cavani y Luis Suárez.
Para
ello, "La Celeste" ha incorporado volantes mixtos como Federico Valverde o Rodrigo Bentancur que cumplen una buena labor en su rol de marca
pero que a su vez tienen virtudes técnicas que permiten mayor circulación de pelota.
Esos
jugadores del sector medio del campo surgidos desde un proceso de formativas ya
no son los típicos férreos y ásperos integrantes de un doble cinco, como lo fue
en el mundial de Sudáfrica 2010, con Egidio Arévalo Ríos y Diego Pérez, sino
que poco a poco se ha incorporado piezas que pueden servir para una mayor
gestación de juego.
No ha
sido fácil encontrarlos. Uruguay ha pasado mucho tiempo sin encontrar la
fórmula ni el rumbo para suplir la ausencia de Pérez quien tenía un gran
despliegue físico en su sector y le facilitaba la tarea a su compañero en dicha
zona del terreno.
Los
cambios de esquemas
Los
"Charrúas", a pesar de arrancar con un buen puntaje en la
Eliminatoria siempre tuvieron un juego muy directo hacia sus delanteros y con
pocas sociedades futbolísticas en el centro. Comenzó su recorrido con triunfos
ante Bolivia en La Paz y frente Colombia en Montevideo sin Suárez ni Cavani y
conformando el sector medular con Álvaro González y Mathías Corujo. Hombres más
aplicados tácticamente a cumplir su función que para gestar fútbol para
conformar un 4-4-2, formación base de "El Maestro".
Luego
se incorporó el histórico Arévalo Ríos pero la ecuación o fórmula era más
destruir que construir. En la doble fecha de marzo en 2016 frente a Brasil y
Perú ingresó por primera vez desde el arranque, Matías Vecino a base de buenos
rendimientos, por aquel entonces en Fiorentina.
A
partir de allí el sistema cambió de un marcado 4-4-2 a un 4-1-4-1 para el
encuentro ante los incaicos con Egidio como volante tapón, conformando el
sector central por delante de él, Vecino y Álvaro Gonzalez. Dicho esquema
sacrificaba a Cavani a jugar por izquierda dejando a Suárez como única
referencia de área. En ese encuentro no jugaron ni José María Giménez ni Diego
Godín.
Tras
un momento pasajero de malos resultados en la Copa América Centenario más la
derrota ante Argentina en Mendoza, Tabárez volvió a modificar el sistema por un
4-3-1-2 sosteniendo a Árevalo Rios como cinco natural y como interiores
incluyendo a Carlos Sánchez y a Cristian Rodríguez, saliendo del equipo el
hombre del fútbol italiano, colocando como enganche a Gastón Ramirez.
El
resultado le dio la razón, una exhibición de fútbol ofensivo con los volantes
externos llegando permanentemente, le permitieron a los celestes vencer a
Paraguay con un contundente 4-0 y continuar con su racha en condición de local,
pero dicha formación duró algunos partidos debido a que era muy arriesgada para
jugar de visita. Entonces, volvió a las raíces ya que encontró a Vecino en un
gran momento.
La aparición de un socio para Vecino
Mientras
que el volante de ahora 25 años elevó el nivel y que el fútbol son momentos, el
jugador de Racing Club de Avellaneda bajó su rendimiento, por lo que los
celestes tuvieron que buscar un recambio en el medio, alguien que sepa
amoldarse a lo que es la selección y aporte marca, pero también que se pueda
desdoblar en ataque en el esquema ya ratificado de 4-4-2.
Allí
apareció la gran promesa del fútbol uruguayo, Federico Valverde, quien hizo
todo el proceso de selecciones desde sub 17, pasando por la sub 20, alcanzando
las semifinales del mundial, y llegando a la mayor. Y qué debut que tuvo, más
allá del gol con remate de afuera del área frente a Paraguay, el
"Pajarito" como lo apodan en su país, aportó mucho en la salida clara
de balón recostándose entre los centrales para aportar mayor tenencia y
circular mejor la pelota.
Algo
atípico en los combinados uruguayos es mantener la posesión del balón y a
partir de allí generar juego, debido a que se han cumplido los objetivos
jugando un fútbol directo. A partir de esa tendencia con la aparición de
Valverde, Uruguay en los últimos dos partidos mantuvo la posesión más que su
rival, lo cual, si bien no ha generado demasiadas ocasiones de gol en ambos
partidos, demuestra un pequeño cambio positivo, de abrirse a una nueva manera
de atacar teniendo un poco más la pelota y tener algo más de paciencia para
jugar.
Generación
de juego en él debe
Siempre
ha sido cuestionada esta selección por el poco control del balón y el poco
juego que se les genera a dos de los delanteros más importantes del mundo como
Edinson Cavani y Luis Suarez. Desde que Diego Forlán dejó el equipo por cumplir
un ciclo, nunca se encontró alguien que cumpliera el rol de número 10 para
asistir a los de arriba.
Como
vimos anteriormente, en el cotejo ante Paraguay, probó a Gastón Ramirez y
posteriormente frente a Venezuela también en Montevideo, utilizó a Nicolás
Lodeiro. Ambos con intermitencias no lograron lucir y fueron por diferentes
circunstancias relegados en dicho puesto por el cambio de sistema.
Uruguay
en los últimos dos partidos, frente a Paraguay y Venezuela, como visitante
rescató cuatro unidades sobre seis en disputa, pero no se logró generarles
juego a sus artilleros, hilvanando pocas jugadas en ataque, pero con la
contundencia de un fútbol más vertical, con jerarquía individual y un orden
defensivo como durante toda la eliminatoria, ya es casi un hecho que "La
Celeste" estará en Rusia 2018.
Renovación
de jugadores: proyecto a mediano y largo plazo
Ya
con Federico en cancha, el equipo no solo sumó a dicha pieza, también desde
esta convocatoria tuvo la aparición por primera vez de jugadores como Rodrigo
Bentancur, compañero del jugador de Deportivo La Coruña en el centro del campo
en la selección sub 20. No solo en ese
sector, hay nuevos prospectos, sino que también Maximiliano Gómez, actualmente
en Celta de Vigo y de similares características de Luís Suárez, surge como
recambio al igual que Gastón Pereiro futbolista que puede jugar detrás del 9 o
por banda.
También
"La Celeste" mantiene en la convocatoria a un enganche natural como
Giorgian De Arrascaeta. El 10 de Cruzeiro tuvo minutos frente a Venezuela y
mostró chispazos de buen fútbol mientras estuvo en cancha siendo quien en algún
momento también pueda asistir a los máximos artilleros del equipo. En un
futuro, dependiendo del rival y las circunstancias del partido se podría idear un circuito Valverde-Vecino
en el doble cinco de buen pie sumado De Arrascaeta o el propio Pereiro para
llegar con balón dominado generando juego a los delanteros.
Otro
que se ha ganado un lugar es Nahitan Nández. El jugador de Boca Juniors llegó a
la convocatoria por una gran labor en el medio local y se destacó como volante
por derecha donde se proyecta y genera jugadas o culmina él. Con una gran
potencia física y buena técnica además de ser muy aplicado en la marca cuando
está ordenado, Nández es otro de los abanderados del recambio.
Así
se plantea Uruguay, quien prácticamente está adentro del Mundial y que
atraviesa un proceso de renovación en varios sectores, pero especialmente en el
medio campo. Tabárez tendrá el próximo partido para abrochar la clasificación
ante Bolivia y comenzar el proyecto Rusia 2018 con buena cantidad de jóvenes en
su plantilla.
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