El mundo del fútbol da muchas vueltas. Hoy puedes sonreír y mañana llorar, o viceversa. Uno nunca sabe en donde puede terminar. Un día puedes anotar el gol de la clasificación y mañana puedes trabajar en el equipo que eliminaste.
Luis Gonzales
(@luchvr)
Clasificar a un Mundial
debe ser la sensación más feliz y satisfactoria de un futbolista. Mejor aún:
anotar el gol de la clasificación al máximo torneo a nivel de Selecciones debe
ser utópico. Y pertenecer a la nómina que irá al torneo es la cereza del
pastel. Ricardo Gareca cumplió los dos
primeros sueños, pero el tercero fue truncado.
El
partido clave
Eran las clasificatorias
para el Mundial de 1986, en México. Se usó un sistema de clasificación muy
diferente al actual y esta parte del continente tenía, apenas, 4 plazas. Los
primeros de cada grupo, avanzaban directamente al Mundial. Argentina y Perú,
los países protagonistas de este relato, coincidieron en grupo 1 junto a
Colombia y Venezuela. En el tramo final de las Eliminatorias, ambos combinados
tuvieron que jugarse el boleto a Centroamérica. Perú venció 1-0 a Argentina con
gol de Juan Carlos Oblitas, en la penúltima fecha y necesitaba una victoria más
para acceder a la siguiente ronda. Por otro lado, el equipo de Maradona y
compañía llegaban líderes al último partido, El cierre se jugó en el Monumental
de Buenos Aires.
La
oportunidad
Gareca tenía 28 años y se
encontraba jugando en Colombia, en América de Cali. Tras sus polémicos pasos
por Boca y River Plate, ‘El Flaco’ fue convocado por Bilardo para ese partido.
El delantero estaba en su mejor momento. Ricardo ya había debutado años atrás
gracias a César Luis Menotti, quien lo consideró para un amistoso con Polonia,
en 1981. Posteriormente, no fue tomado en cuenta.
El
sueño
El Argentina-Perú que
cerraba la fase de grupos se jugó el 30 de junio de 1985. El encuentro tenía en
cancha a figuras como Passarella, Maradona, Valdano, César Cueto, Franco
Navarro, entre otros. Pedro Pasculli abrió el marcador para los locales, pero
José Velásquez y Gerónimo Barbadillo empataron a favor de los peruanos.
Panorama negro para el equipo argentino. Perú les estaba arrebatando la
clasificación de las manos. A falta de 9’ para el final, ‘El Tigre’ se
convertiría en héroe. Tras un centro raso, Gareca, quien había ingresado
minutos antes, la embocó para convertir el 2-2 final y asegurar el boleto a
tierras aztecas. Argentina clasificó a México 1986 gracias al atacante, pero no
fue retribuido de la misma forma.
Al año siguiente, a
Ricardo le negaron completar su satisfacción: no fue incluido en la lista final
que disputaría la Copa del Mundo. Fue un golpe durísimo para él. “Cuando me
enteré de que quedaba afuera de México 86’ estaba en Chile, concentrado con el
América de Cali. Los medios colombianos ya me daban adentro de la lista, pero a
mí no me llamaba nadie de Argentina. En un momento entré al comedor y todos los
muchachos hicieron un silencio. Vinieron y me contaron. Después me fui a la
habitación y lloré como un condenado”, reveló a El Gráfico.
El
sinsabor
Argentina terminó siendo
campeón frente a Alemania Federal, ganando la final 3-2, en el Azteca. En ese
campeonato, Maradona terminó entre los goleadores, siendo la anotación más
recordada la ‘Mano de Dios’, en las semifinales con Inglaterra. Gareca se
perdió de saborear todo esa felicidad. “Me perdí el postre. Son las cosas que
quedan como saldo negativo. Me puse contento por todos los amigos, pero me
hubiese gustado estar ahí adentro”, cuenta el Gareca entrenador.
Como jugador, anotó 174
goles en 452 encuentros. Como DT, pasó por varios clubes argentinos, y países
como Colombia, Brasil y Perú. Sería el último en donde comenzó su mejor etapa y
hoy recurre a él para ser quien dirija a su combinado. Ricardo Gareca es el
entrenador de la Selección Perú, la misma a la que alguna vez apagó sus
posibilidades de clasificar a un Mundial y hoy sigue la búsqueda para
intentarlo nuevamente. Será parte de un proyecto a futuro que busca reformar el
fútbol peruano. Así es la suerte del tigre.
Foto:
Diario Libero y Olé
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