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Futbolistas como Arturo Vidal o Carlos Tévez han confesado en entrevistas que de no ser por el fútbol, estarían muertos o en una prisión por cometer algún delito.


Por: Fabrizio Cuzzola (@FabriCuzzo22)

Soteldo, un talento del Barrio de “El Muertico”, en Acarigua, Portuguesa. Un barrio que él mismo ha confesado que es muy rudo, de calles dañadas y abundante delincuencia, pero no se arrepiente de haber crecido allí, confesó alguna vez en una entrevista que le hizo su primer club profesional, el Caracas FC, equipo al que llegó a los 14 años tras ser invitado a un partido amistoso que realizó “El Rojo” en Acarigua para captar nuevos talentos.

“Manzanita”, como es llamado por sus amigos, comenzó en las juveniles del Caracas FC siendo un “9” de área, tal como uno de sus ídolos, José Salomón Rondón. Se perfilaba como un gran definidor y con un hambre insaciable en categorías infantiles. Con el paso del tiempo, Soteldo comienza a descubrir que puede explotar mejor su talento jugando como volante ofensivo, en su nuevo club, Zamora FC, dirigido, en ese momento, por Noel Sanvicente.

Soteldo fue transferido a Zamora y comenzó a deslumbrar a sus 17 años. Es un extremo que sabe explotar la banda, muy veloz, con una envidiable capacidad de drible y gran habilidad frente al arco. En muy poco tiempo, “Manzanita” se ha asentado como titular en el Zamora de Julio Quintero. Un equipo que es líder del Torneo Clausura venezolano y que está en Copa Libertadores.

El Zamora FC de Julio Quintero, un 4-2-3-1 bien definido, con una pareja de contención, Vargas – Flores, que garantiza corte defensivo y creación de juego, pero lo verdaderamente peligroso en el club de Barinas son los jugadores que van por las bandas. Jhon Murillo y Yeferson Soteldo son hombres que, a una muy joven edad, ya acostumbran a dejar a las defensas rivales más experimentados en un total ridículo. Si algo le hace falta al futbolista venezolano, es saber terminar las jugadas. Varios clubes han visto cómo su suerte se desvanece en Libertadores y Sudamericana por culpa de la mala definición frente al portero. “Llegan, pero no marcan”, siempre dice el aficionado común… Eso es algo que no se le recrimina a Soteldo, quien no desperdicia una oportunidad frente al arco para gritar un gol. 

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