Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Comienza el segundo año de Alexis Sánchez en el Arsenal luego de ganarse a sus aficionados con goles importantes y rendimientos individuales impresionantes. Vuelve como campeón continental, cerrando una positiva pero extenuante temporada. Sería inhumano no arrastrar un desgaste comprensible para una estrella que compite casi ininterrumpidamente un torneo que se juega ininterrumpidamente de agosto a mayo.
Efectivamente, su Copa América no fue lo que se esperaba individualmente. Ya en los 1x1 era menos escurridizo y perdía más balones. Ese desnivel se notó en sus primeros minutos por Premier League, donde se estaba gestando un cambio que a mediano plazo le iba a favorecer. Hoy ya lo disfrutamos en su máximo esplendor porque ha entendido cuál es la nueva dinámica. En resumen, para seguir teniendo influencia importante deberá ser más asociativo. Con Theo Wallcott a su lado (un wing que corre como pocos) todo es más fácil.
Chiquitos pero
peligrosos
Arsenio Wenger se dio cuenta de que Sánchez y Walcott juntos son muy compatibles. Para aproximarnos en un 4-2-3-1 tuvo que sacrificar la
posición de la punta. Olivier Giroud ahora es el plan “B”.
Y Walcott supone, entre otras cosas, un alivio defensivo que
Giroud no podía aportar. En fase defensiva, cuando Alexis persigue al volante
contrario por la izquierda, busca desgastarlo orientándolo hacia el costado
para luego formar el dos contra uno con el lateral Monreal. Luego, para salir
del fondo no necesita conducir media cancha porque su compañero inglés le
espera tirado a su banda y listo para recibir un balón largo y penetrar
velocidad a la contra. El delantero francés tiene otros fuertes distintos a la
velocidad.
La dupla chilena-inglesa es capaz de jugar a un toque.
Armando paredes o enramando circuitos de pase rápidos, esos que el fanático ver
cuando visita el Emirates. Para estas situaciones pueden buscar pábulo en Mesut
Ozil, que le da el viraje a la jugada con su típico pase preciso favoreciendo al mejor perfil del finalizador.
Conocen el drill
Antes Giroud aguantaba la pelota al recibir de espaldas para
que los demás la profundización y se armase la ofensiva. Ahora este nuevo “delantero
reconverito” crea cortinas con sus corridas para que Bellerín o Sánchez (dependiendo
de qué flanco) desordenen por afuera. Los centros del lateral español pueden
llegar hacia Alexis cambiando la dirección para que el remate desde el costado
débil. Ahora se ataca más por la derecha y hay menos desgaste para el
tocopillano. El dúo de chiquitos junto a Bellerín vuelve al Arsenal mucho más
sagaz a la hora de crear juego ofensivo; con un simple pase interior de Santi Cazorla,
todos conocen el drill.
Arsenal recibió críticas por no comprar un “9” a la altura de sus
posibilidades en el último mercado de pases. Lo cierto es que otros rivales
directos gastan cifras inéditas comprando delanteros y la prensa inglesa
empezó a presionar a los londinenses a hacer lo mismo. Mientras tanto, Wenger
recurría a lo que ya tenía para encontrar nuevos métodos en cada una de las
fases ofensivas. Que más allá de automatismos, haya mecanización. A fin de
cuentas es DT y economista.
Foto: Getty Images
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