Gino Navone (@EstimuloFutbol)
El
equipo dirigido por Rodolfo Arruabarrena se quedó con el título de campeón del
Torneo Argentino, así como también de la copa de dicho país, a pesar de no
mostrar un alto vuelo futbolístico consiguió
ambos campeonatos.
Durante
el año, el Xeneize fue rotando jugadores y esquemas tácticos, atrás quedaron
Torsiglieri, Osvaldo, Martínez entre otros y el 4-3-3 o 4-2-3-1 que utilizó en
el primer semestre. Por esta razón llevaremos a cabo un minucioso análisis
táctico del sprint final del conjunto
del barrio de La Boca.
Con la
llegada de Carlos Tévez, el entrenador cambió
su clásico 4-3-3 con dos wines bien abiertos a un 4-3-1-2 con Lodeiro
como enganche y arriba el ex Juventus junto a Calleri. Con esta modificación
los extremos del campo quedaron vacios para que sean explotados principalmente
por los laterales o así también por algún interior o delantero que realizaba
una diagonal del centro hacia la banda.
La
mitad del campo era la zona de mayor influencia del equipo, porque era el
sector de la cancha donde mayor cantidad
de jugadores acumulaba para poder lograr una buena posesión del balón, distraer
al rival y así, filtrar un pase interno
o romper por los costados con el pasaje por sorpresa de alguno de los
laterales, logrando finalizar la jugada.
En
ciertas ocasiones, el equipo del Vasco, abuso del juego interno por la gran
densidad de futbolistas que había en ese sector del campo. Del mismo modo, la falta de velocidad
en el ritmo de la pelota hacía
que denote un juego pasivo dejando en evidencia
una clara falta de desmarques de
ruptura para poder asistir a un
compañero en una situación ventajosa, con respecto al rival más próximo.
Los
marcadores de punta tenían la premisa de ser amplios durante los 90 minutos, ser
apoyo en las jugadas y atacar la última porción del terreno cuando leían el
momento justo para dañar al contrario.
Muchas veces cuando el ataque se llevaba a cabo en un sector y
efectuaban un cambio de orientación, el lateral que recibía quedaba muy aislado
con la posesión y debía volver hacia atrás o jugarse el uno contra uno con
demasiado campo por delante para
recorrer.
En
situación de ataque, los dos interiores, Lodeiro y los dos delanteros, no
tenían una posición fija buscando desconcertar al rival con respecto al marcaje
de estos. Tanto Tévez y Calleri bajaban a zona de creación dejando espacios a
sus espaldas para que sean ocupados por los interiores o el enganche que
pisaban el área con determinación.
Los primeros defensores,
los tres atacantes
Por
las características de sus tres hombres más ofensivos el entrenador del
conjunto azul y oro decidió presionar alto a los rivales que pongan en juego el
balón con un pase a sus defensores. Se paró en tres cuartos de cancha para
darle la opción de que jueguen la pelota y desde allí salir como leones por su presa yendo a presionar al poseedor.
Tanto
Calleri, Tévez y Lodeiro tienen la agresividad y el convencimiento necesario
para ir a presionar la salida del rival, siendo respaldado por los dos interiores,
que se ocupaban de ir con los laterales , y el contención que era el hombre
libre encargado de interceptar y recuperar los balones sueltos que enviaba el
contrario.
La
línea defensiva esperaba a unos 20 metros de la mitad de cancha por las dudas
que el equipo rival logre enviar un balón a sus espaldas, teniendo cerca a sus
marcadores porque ante cualquier pase vertical el anticipo era el arma
principal.
Los
centrales tienen que estar dispuestos y confiados a jugar el mano a mano con
mucho campo por detrás, si el rival juega con dos centro delanteros , el hombre
que actúa como líbero es el lateral (líbero externo) o el mediocampista de
contención (líbero adelantado) dependiendo del posicionamiento de los volantes
externos del rival.
Con
respecto a la defensa del arco campo en propio, una vez superada la línea de
presión busca realizar retardación para que los interiores pasen la línea de la
pelota y se mantengan lo más cerrados posibles, achicando hacia la pelota para
que el rival no pueda filtrar balones internos y tenga que jugar hacia las
bandas.
El
mediocampista de contención se ubica
siempre cerca de los dos centrales para que no haya espacios entre
líneas que pueda aprovechar el equipo rival.
El inicio del juego
En las
salidas desde el fondo el arquero intenta jugar siempre con los centrales e ir
progresando en el campo a través de pases intentando encontrar a los dos
interiores o al enganche a las espaldas de los mediocampistas rivales,
recepcionando un pase con ventaja y ubicándose
de frente al arco rival en tres cuartos de cancha, para hilvanar una
sucesión de pases y poder lograr una fructífera jugada de ataque.
Ante
dos delanteros centralizados el encargado de realizar superioridad numérica en
la primera línea es el volante central, que se introduce en el centro de ambos
centrales para comenzar con la circulación de la pelota.
Los
laterales se ubican bien abiertos contra la banda y los interiores en zona
media, a diferentes alturas para que el poseedor de la pelota tenga mayor
cantidad de líneas de pases
Si el
rival presiona alto y no deja jugar el primer pase, el arquero le avisa al
equipo que va a realizar juego directo levantando ambas manos, en eso momento
inmediatamente, los centrales achican hacia delante y los laterales se cierran.
Si
llevan a cabo un balón largo buscan el juego aéreo de Calleri siendo apoyo los
interiores y tanto Lodeiro como Tévez pican a sus espaldas para quedarse con el
balón que peina el centro delantero.
El punto débil
Un
aspecto en el cual se vio vulnerado el conjunto Xeneize, fue el ataque por
bandas del rival y el desdoblamiento de los laterales. Esto se dio, por una
cuestión muy sencilla. Si observamos el dibujo inicial de Arruababrrena las bandas son cubiertas solamente
por los laterales.
Al no
tener wines fijos, ni tampoco volantes externos que jueguen por delante de los
marcadores de punta, estos estuvieron muy expuestos a los embates del
contrario, ya que los interiores no
llegaban a cubrir el ancho del campo ante un cambio de orientación que libere
el pasaje del lateral rival, lo que hacía que se genere 2vs 1 en la banda con
un posterior desborde.
Este
es el aspecto defensivo en el cual Boca Juniors sufrió una descompensación, con
respecto al equipo que había iniciado el campeonato, porque al jugar con
extremos estos eran los encargados de seguir el recorrido de los laterales
rivales. Se puede observar claramente que en ciertas ocasiones el pasaje de los
jugadores de las bandas libre y en otras el interior queda cubriendo su sector
interno y no enfrenta al contrario, lo que hace que genere una situación
desventajosa para los defensores de los costados.
Para
finalizar, no hay que dejar de mencionar que la llegada de Carlos Tevez fue el
plus necesario que tuvo el conjunto de la Ribera para quedarse con ambos
títulos, no solo por lo que demostró en el campo de juego sino también por lo
que es fuera de él. Aportó solidez al grupo, seriedad y profesionalismo europeo
para que todos mejoren y el club se consagre en las dos competiciones que
participó en el segundo semestre.
VIDEO
ANÁLISIS DEL CAMPEÓN
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