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Los resultados respaldan un proceso. También entrenadores. Hoy, el fútbol se puede entender así. La revolución de Chale en Universitario esconde movimientos tras vestidores que está influyendo en el desempeño de su equipo en el Clausura

Roberto Chale ya había dirigido a Universitario entre 1999 y 2001. (Foto USI)


Luis Gonzales (@Luchvr)


El Clausura ha entrado en su recta final. En Ate, Roberto Chale sonríe al ver que pelea palmo a palmo el torneo. Pero no es poca cosa estar entre los primeros lugares. Si se hace un análisis anual, el equipo podría estar a mitad de tabla o peleando el descenso. El cambio de entrenador a mitad de año le ha insertado una motivación diferente a Universitario. En el campo no mostrará un juego vistoso, pero lo que pasa entre camerinos es el secreto del cambio radical.

Equipo de la casa

La apuesta es clara: Challe, jugador identificado con el club, ha apostado por jugadores formados en Universitario o que sientan algún vínculo más que contractual con el club. Es así que, tras los malos resultados en el Torneo del Inca y el Apertura, decidió prescindir de jugadores como los uruguayos Liber Quiñónez ­­y Carlos Grosmüller. De esta forma, pasó a contemplar la idea de utilizar a dos piezas  que hoy son claves en su esquema y hace unos meses eran suplentes cuestionados por su rendimiento: Antonio Gonzáles y Nestor Duarte.

El primero, capitán de Universitario en los últimos años, de 1,63, era criticado por su comportamiento en el campo. Hoy ha vuelto a ser tomado en cuenta por Challe, como capitán, y como el centrocampista de primera línea que es. Junto a Josimar Vargas, otro jugador formado en el club, comparten la medular del equipo.

Es el mismo caso de Duarte, quien con los años ha dejado de ser el juvenil con el tiempo y ya es considerado un central del primer equipo. Su irregularidad en las últimas campañas lo relegaron a la suplencia por un tiempo, pero hoy es titular en la zaga crema.


El equipo titular presenta un equipo conformado por hasta ocho jugadores procedentes de las menores del club (Fernández, Aguirre, Duarte, Chávez, Gonzáles, Vargas, Polo y Ruidíaz) y dos jugadores que han confesado su hinchaje por el club como Benincasa y Gutiérrez. Este último estuvo en un proceso judicial con su ex club, la Universidad San Martín de Porres, en 2013 pues el volante quiso fichar por Universitario, pero el club santo le puso trabas por su posible traspaso como jugador libre. Por este motivo estuvo hasta casi un año y medio sin jugar. El tema de la identificación con la institución es un plus importante en el rendimiento de un futbolista, pero no es determinan para su desempeño. Solo es un factor motivacional que influye positivamente en la mayoría de casos.

Pajuelo-Challe

“Yo hablo claro. Los jugadores me entienden”, dijo Roberto Chale en uno de sus primeros días como entrenador de Universitario. Una de las aptitudes del ex volante peruano es su buena comunicación con sus dirigidos. Es una característica de él, la llegada que puede tener con el equipo a través de su forma de hablar. Un factor importante para el éxito de un grupo es que este reciba el mensaje del entrenador de forma clara, concisa y poco compleja. Pero Chale no está solo. Él lo maneja todo en los entrenamientos y Juan Pajuelo, en el partido.

Pajuelo llegó este año al club como asistente de Luis Fernando Suárez, a mitad de año. Cuando el colombiano salió, el ex defensor asumió como entrenador interino por un partido y luego se sumó al comando técnico de Chale, también como asistente. En el campo se le ve a Pajuelo dar las indicaciones, corregir, animar, mientras que el director observa en el banco el funcionamiento del equipo practicado durante la semana. Un complemento interesante que ha sabido remontar la situación a base de confianza.

Columna vertebral

Encontrar un equipo titular es una de las principales tareas del entrenador. Universitario estaba bordeando el descenso en el Apertura y para el Clausura necesitaba un nuevo semblante de cara al cierre de la temporada. Así, Chale, priorizando a los jugadores identificados o formados en el club, apostó por cuatro elementos: el portero Raúl Fernández, el defensor Horacio Benincasa, el mediocampista Antonio Gonzáles y Raúl Ruidíaz, el goleador.

 La competencia en la portería ha sido un tema debatible durante todo el año: Fernández y José Carvallo, dos de los mejores porteros del medio, se disputan el titularato. Algunos cuestionan la rotación para ambos, pues no es lo ideal en una competencia. De momento, el ex portero de la Selección peruana lleva la delantera.

En la defensa, Benincasa ha alcanzado su rendimiento más alto esta temporada. Tras jugar como marcador izquierdo la mitad del año, hoy juega de central, posición en la que rindió de gran manera la temporada pasada en el Ayacucho.

Antonio Gonzáles capitanea el medio y al equipo. Jugador netamente de marca, le añadido el juego que necesita el equipo por momentos. Junto a Josimar Vargas, otros de los jugadores ‘con confianza’, forma un complemento interesante en la recuperación y distribución del juego. Son los interiores inamovibles.

Raúl Ruidíaz es un tema aparte.

“Está al nivel de los jugadores del 70’”, comentó Chale sobre el momento del máximo goleador del Clausura y quinto lugar entre los mayores anotadores de la temporada. Raúl Ruidíaz ha caído en Universitario como anillo al dedo, dentro del déficit de efectividad mostrado durante el año. La ‘Pulga’ es, posiblemente, la pieza más importante de Universitario. Si ya se lo tenía como un jugar interesante en el uno contra uno, muy técnico y veloz; le agregado una nueva faceta a su ficha: el tiro libre. Ruidíaz es hoy uno de los mejores delanteros del torneo peruano: 17 goles en 30 partidos no es una marca desconsiderada.



La confianza

Apostar por una idea necesita convicción. Esta, apoyada por la credibilidad de un entrenador con cada uno de sus jugadores, da pie a la confianza que necesitan para ejercer sus funciones en el campo a plenitud. Es así que Chale ha podido encontrar nuevas facetas en algunos de sus jugadores. Como a Josimar Vargas, mediocentro interior, que se ha visto en la posibilidad de rematar desde larga distancia un arma más para ser una variante ofensiva importante. Así, tras marcarle a Ayacucho FC en el inicio del Clausura, vio con buenos ojos esta nueva característica que ha podido ejecutar.


De esta manera, Joaquín Aguirre, quien ha tomado el puesto de marcador izquierdo con Chale, viene cumpliendo una labor en su banda con mucho recorrido. Su velocidad es una de sus características principales y esta le permite desbordar para encontrar a Ruidíaz o Alemanno, en el centro o una jugada elaborada cuando estos se recogen.

Otro es Andy Polo. Tras haber pasado por el equipo Primavera del Inter y volver a Sudamérica firmando por el Millonarios de Colombia, llegó a Universitario como el regreso de un jugador muy talentoso. Las lesiones y su rendimiento no fueron destacables. Hasta que, a través de la apuesta de Chale, encontró un lugar en el equipo para poner en práctica su juego desequilibrante y veloz.


El éxito de Chale recae en el convencimiento y la confianza de él hacia sus jugadores. A partir de ello, ha podido potenciarlos encontrando un rendimiento que supera las expectativas esperadas a mitad de año. Por un lado, el juego es un aspecto importante y que se ve saldado por la efectividad de Ruidíaz y su momento. Esto es lo que hay detrás de la campaña.

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