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Existen ciudades que se repiten, que se duplican, que intentan asemejarse a otras y están las otras, las que se esmeran por ser únicas, irrepetibles. Luque encaja en la explicación posterior. Y su equipo de fútbol se parece a la ciudad.

También se esfuerza para distinguirse de la rutina del ojo dominante capitalino.

El elenco del Sportivo Luqueño es el más entretenido para observar. Sus números lo avalan. Es el tercer equipo más goleador (29 goles) por detrás de Guaraní y Olimpia. Ha anotado más goles que el propio puntero del campeonato. Y si no está mejor posicionado en el Clausura –está penúltimo- es porque posee la peor defensa del torneo (34 goles). Espectáculo garantizado. Una de las frases de cabecera de su técnico Eduardo Rivera suele ser: “hay partidos para jugarlos y hay partidos para ganarlos”. En el torneo casero queda claro que jugó más de lo que ganó.

La vuelta ante Paranaense había que ganarla. El escenario testeaba el carácter del equipo. Por primera vez en la Sudamericana, el auriazul debía enfrentar la adversidad: primera derrota y primer juego sin gol de visitante había dejado como saldo la caliente ida recordada por el codo del gordo Walter. Y para ganar hay que jugar y también meter. Y Luqueño dividió ambas facetas en cada tiempo.

La vuelta de Godoy permitió un rombo móvil con Miño más tirado por la izquierda y una derecha ágil con el liviano Núñez y un Mendieta estupendo flotando por toda la línea de tres cuartos. Comprendiendo la limitación de los zagueros rivales (Vilchez y Kadú) el negocio radicaba en rápidas cesiones del balón para Di Vanni y Ortega para que expongan las debilidades de sus rivales. Y vaya que los expuso Jorge. Repartió sombreros para todos y en menos de cinco minutos, el doloroso gol de la ida se neutralizaba. Lo que mereció ser doblete de Ortega por la enorme jugada que armó Núñez –el mismo de la magia del empate en Colombia- acabó con un suave disparo de Báez. Mendieta se enchufó recordando a propios y a extraños que llegó a vestir la albirroja hace un año con la inteligencia de quien siempre recibía libre. Desmarque con forcejeo y la espera del contacto para el penal que daría la clasificación. El clásico gol de Leguizamón acarreó suspenso por el bloqueo de Weverton. El 2-0 le quedaba bien. Godoy seguía neutralizando a Guillerme y Meza tenía su duelo aparte con Walter. Fue tan físico el juego que la etapa inicial se llevó a dos por lesión (Bruno Pereirinha y Aquilino Giménez)

La lesión de Aquilino precipitó el esquema de la complementaria. Mientras ingresaba el delantero Dellatorre por el volante Hernani, Rivera ordenó línea de tres metiendo a Aldama junto a Leguizamón y Meza. Sorprendió gratamente con la disciplina táctica Núñez de carrilero derecho y Báez completaba el cinco por izquierda. Doble pívot de Miño-Godoy. Otavio y Nikao manejaban el medio. Rivera mandó a Matto para fortalecer el medio y adelantar a Miño para que intente cortar el circuito ofensivo del rival. Sacrificó a Mendieta, el mejor. Era una declaración que la complementaria consistiría en aguantar. El aliento anestesiaba la fatiga. Angustiaba el marcador más que el rival. Chena puso firmeza a ese brazo izquierdo que tapó la más clara. Cuando la desesperación se apoderó del Atlético, Nikao perdió la cabeza. El juego y los lujos de la etapa inicial entregaron sus lugares a la voluntad y el sacrificio en la complementaria.

El pitazo final de Ferreira inició una noche fantástica y motivó el abrazo de generaciones. Los une la experiencia de vivir algo único y para lo que no estaban preparados al inicio del semestre. Como aquel abrazo en la tarde fría de junio del 2007 cuando una invasión luqueña adornó el Defensores con sus cálidos colores para gritar campeón con el gol de Ortellado. Esta vez fue en casa. Cuando el país hable de lo que podrá ser el clásico del domingo, los luqueños esperarán si es Santa Fe o River el próximo escollo a vencer. Porque la ciudad se permite soñar con su equipo que los representa como su dulce música y fina filigrana. Son dignos representantes del fútbol paraguayo. A lo Luque.


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