Ayer, todo era fiesta.
Lammens - Tinelli , y Daniel Fernández, presidente de Carrefour,firmaron el
acuerdo que dio comienzo a la gran ilusión de los hinchas de San Lorenzo:
volver a Boedo . Aquel predio, donde supo estar el Viejo Gasómetro con sus
tribunas de madera. Aquel coliseo que fue testigo de epopeyas inolvidable.
Aquella sede, donde toda la familia del Ciclón vivía su pasión día a día.
A fines la década del 70,
San Lorenzo fue obligado a vender el Viejo Gasómetro (un símbolo de otra época,
el Wembley porteño) al gobierno militar. Después, Carrefour adquirió el terreno
para construir su primer hipermercado en nuestro país.
En la etapa de Osvaldo
Cacciatore como intendente de la ciudad, se advirtió por la gran cantidad de
estadios en Buenos Aires. Según una versión, se pedía que San Lorenzo , Huracán
y Vélez tuvieran un único escenario. Y como el Viejo Gasómetro era antiguo, de
madera y los accesos eran complejos en un barrio que crecía, se presionó al
club, envuelto en deudas y pedidos de quiebra, para vender los terrenos. San
Lorenzo atravesaba una profunda crisis en todos los órdenes y jugó, en un mar de
lágrimas, su último partido en el Viejo y querido Gasómetro un empate sin goles
contra Boca, el 2 de diciembre de 1979. Había nacido el 7 de mayo de 1916. La
comisión directiva de entonces aprobó el traspaso al gobierno de la ciudad.
Mientras el Ciclón volvía
a primera (descendió en 1981) y seguía su derrotero por otros escenarios, el
gobierno aprobó la venta al banco Mariva a cambio de ocho millones de dólares,
aunque por las diversas crisis económicas no se tiene precisión del monto
exacto. Se iban a construir complejos de departamentos como en otras zonas de
Buenos Aires. Pero apareció en escena Carrefour, que habría actuado de buena
fe. Y San Lorenzo aceptó los terrenos de la que hoy es la Ciudad Deportiva, en
el que tiempo después, con Fernando Miele como presidente, se inauguró el Nuevo
Gasómetro en 1994.
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