Agustín Vigo (@Agusvigo)
Cuando Pablo Guede
regresó de España por problemas familiares, nadie imaginaba que hoy sería el
entrenador de San Lorenzo de Almagro. Por aquel entonces, la dirigencia de
Nueva Chicago lo contactó para que se hiciera cargo de la reserva y luego del
equipo de primera, a raíz de los malos resultados.
En España, Guede
conoció a Tito Vilanova, con quien compartió equipo como jugador. Luego fue
alumno de Guardiola durante el curso de Director Técnico. Convencido de las
ideas planteadas por “Pep” y el estilo de juego de Barcelona, intentó adaptarlo
al fútbol argentino. Impensado por aquella época, que un equipo de la tercera
división juegue de la manera que proponía Guede, llevó a cabo la revolución del
ascenso de Argentina. Pelota al piso,
posesión, paciencia en ataque, presión
en toda la cancha y convencimiento de sus jugadores, fueron las claves de
aquel equipo de Chicago campeón.
Tras su exitoso
paso por Argentina, recibió la oferta de Palestino de Chile. Equipo con el cual
salió sub-campeón de la Copa Chile 2014/2015 y clasificó a la Copa Libertadores
después de 36 años. Algunos de los jugadores importantes en el ascenso de
Chicago, fueron fichados por el equipo, a pedido de Guede, ya que eran pilares
fundamentales en el desempeño del juego que propone.
En distintas
entrevistas expresó la importancia de achicar el margen de error a través de la
tecnología. Es un obsesivo de los videos, mira cuatro veces y con distintas
cámaras al rival, los analiza y luego les dice a sus jugadores las debilidades
de cada jugador a enfrentar. Guede cree que los segundos más importantes en el partido son los cinco que
transcurren cuando su equipo pierde la pelota. Expresa que el Barcelona de
Guardiola, durante esos instantes presionaba de manera asfixiante al rival en
todos los sectores de la cancha. Para llevar a cabo esa idea, hay que trabajar
en la semana y convencer a los jugadores, decía Pablo.
Un imitador del
juego de los mejores equipos del mundo, convencido que hay que perder el miedo
en el futbol argentino, no tiene
vergüenza en compararse con Barcelona o Bayern Munich y buscará llevar a
San Lorenzo a lo más alto del futbol Argentino y Sudamericano.
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