Luis B. Bocanegra (@Beatle1307)
Es
más fácil ver las cosas en retrospectiva que en el momento. Es una de las
máximas históricas pues en el presente cosas nos impiden vislumbrar o apreciar
lo que vivimos. Esto es algo que aplica en el mundo del
futbol.
Hace
unos días mientras trabajaba en otros proyectos leí una serie de estadísticas
sobre Lionel Messi y como siempre surge la polémica ¿Es realmente Messi el
mejor jugador de la historia?
Durante
el acalorado (pero educado) debate que tuve, argumenté como idea principal que
si bien como jugador individual el argentino resulta ser un monstruo y sin duda
es uno de los mejores jugadores que este deporte ha dado; no podemos afirmar
que sea el mejor aún ya que es muy pronto para saberlo. Esto aunado a que Messi
tiene grandes pendientes e con su selección al no haber ganado aun la Copa
Mundial ni la Copa América, cosa que Maradona y Pelé (en consenso los mejores
futbolistas de la historia) lo hicieron.
Conforme
fue avanzando el debate se habló de algunos logros que había tenido Messi pero
no Maradona ni Pelé. En el caso del brasileño, nunca se atrevió a jugar en
Europa por alguna u otra razón, aunque también queda la causa que el Santos de
aquel tiempo era mucho mejor que muchos clubes europeos.
Los
siempre famosos cuatro balones de oro de Messi, y quizá hoy cinco, son un logro
al que Diego y O Rei jamás
accedieron. Pues fue hasta finales de la década de 1980 que el premio (entonces
entregado por France Football) se le
dio a alguien no nacido en Europa, creo yo que ambos pudieron haberse llevado
fácilmente tres de estos premios al menos.
Por
otro lado, algo que quizá ha ayudado a
Messi es que nació en “cuna de
oro”: siempre ha estado en el Barcelona, uno de
los clubes más importantes del globo y siempre ha estado cobijado por grandes
jugadores algo a lo que Pelé y Maradona solo aspiraron al empezarse a
consolidar.
Lionel Messi desde pequeño en Barcelona |
Maradona,
quien sí jugó en Europa, logró poco al frente del Barcelona pues entre
enfermedades, lesiones y mal comportamiento tuvo que ser vendido al Napoli, un
equipo que siempre ha estado dos o tres escalones debajo de los clubes más
poderosos y, que sin embargo el Diego
se encargó de ponerlos en el mapa ganado casi todo con el equipo Italiano y sin
estar rodeado de las superestrellas como en Barcelona, Munich o Madrid.
Pero
no todos los argumentos que retomo son en contra de La pulga, hay otros que le apoyan, el más claro: La selección
argentina de hoy no se compara ni de cerca a la de hace 30 años. Higuaín no es
Valdano ni Pastore, Burruchaga. De la
misma manera las avasalladoras estadísticas que leí en primera instancia
(máximo goleador histórico de la Liga Española y del Barcelona) junto a otras,
son marcas que habían tardado 50 años en ser rotas. Esto aunado a la carrera
parejera a nivel europeo con Cristiano Ronaldo en marcas goleadoras.
Finalmente
un factor que ayuda a Messi mucho es que aún tiene 28 años de edad y el futbol
aún le durará en el máximo nivel al menos tres años más por lo cual el astro argentino
aun puede dar ese golpe de autoridad que lo confirmaría como uno de los mejores
jugadores de la Historia: Ganar el Mundial y la Copa Continental. De lo
contrario, los récords y su estilo de juego quedaran en el escalón en el que
están Zarra, Di Stefano, Cruyff, Cantona o inclusive Hugo Sánchez. Todos
grandes futbolistas pero que están un escalón por debajo de los grandes héroes
del olimpo futbolístico.
Eso
sí, el tiempo nos dirá si lo que hoy escribo resulta ser cierto o no, y si la
tal vez exagerada dimensión que le damos tanto a Messi como su archirrival
portugués eran bien fundamentadas o totalmente válidas y si Messi se convierte
realmente en el mejor de la historia o no.
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