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Cosme González (@CosmeGonzalez


El campeón Tigres tenía enfrente un partido complicado. Saltaba al césped del Omnilife para medirse a unas Chivas que juegan bien arriba y que tienen mucha movilidad, con Orbelin y Peña que encajaron perfecto en el sistema de Almeyda, pero que en zona defensiva a los rojiblancos les falta trabajo. Fue Tigres quien impuso su juego, y fueron los mismos norteños, que permitieron, con sus propios errores, el empate.

1. Defensa estilo Ferreti


Es característico de los equipos de Ricardo Ferreti el orden defensivo. Estos Tigres no son la excepción, pues frecuentemente se encuentran dentro de las mejores defensivas del torneo. Y es que el parado habitual, el 1-4-5-1, ayuda para hacer constantemente coberturas, y tener posición territorial. Los jugadores rivales siempre tienen una marca cercana. Por las bandas habitan dos elementos muy rápidos como Jurgen Damm por derecha, que constantemente ayuda en ese mismo sector al lateral Jiménez, y por el otro sector Javier Aquino, que ayuda  a Torres Nilo. En el centro del campo el equilibrio lo dan Pizarro y Dueñas. Incluso hasta Rafael Sobis que juega como media punta ayuda en labor defensiva.


2. Trabajo de presión

Tigres desde el inicio del juego quiso tener el balón e iba a buscarlo al campo rival. Desde la salida de las Chivas los felinos ya tenían jugadores marcando, uno a uno, para recuperar el esférico lo más rápido posible, y lo más cercano al arco rival. Fernando Fernández, que jugó por Gignac, y Rafael Sobis se convertían en los primeros defensas, además se sumaban Damm, o Aquino dependiendo de la zona en donde se encontrara el balón. Cuando Castro, u Orbelin, bajaban a la línea defensiva a buscar el balón en la salida de las Chivas, los contenciones de Tigres, Pizarro o Dueñas se desprendían de su zona, y seguían al jugador rojiblanco, para impedir que recibiera el balón.


2. Posesiones largas, sincronía y opciones de pase

El equipo de San Nicolás de los Garza, se caracteriza por tener posesiones largas de balón, siempre quiere tener el control. Pizarro, muchas veces se convierte en quien inicia las jugadas, y constantemente se ven pases horizontales buscando la mejor opción para atacar al rival. Cuando logran entrar al campo contrario, Damm y Aquino dan amplitud, los laterales Torres Nilo, y Jiménez, hacen diagonales hacia el centro. Y, por el contrario, cuando los volantes van hacia el centro, los laterales les hacen la pasada por atrás para la creación de espacios. La movilidad y el buen posicionamiento de Pizarro y Jiménez, permite a los Tigres tener siempre al menos una opción de pase.


Sin embargo, al final, Tigres dejó ir el juego por dos errores propios. El primer gol cae después de que Juninho mide mal el balón y termina pegándole en la mano para regalar el tiro libre, que posteriormente Nahuel hizo lo propio, al querer agarrar el esférico, este se le resbala y Orbelin solo la empujó. El segundo gol, cae en errores en la marca en un tiro de esquina, desatención en la marca y Cisneros se encuentra con el balón  la manda al fondo.

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