Víctor Grao (@VictorGrao)
La misión de Frodo era
destruir el anillo en el ojo de Sauron. La de Harry Potter era matar a Lord
Voldemort. La de Robin Hood darle dinero a los pobres… Y así sucesivamente.
César Farías fue presentado en Cerro Porteño con una sola misión: Obtener la
Copa Libertadores 2016. Tan cierto es, que la prima por obtener el cetro será
de 1.000.000 de dólares para el cuerpo directivo.
El conjunto del Barrio
Obrero debutará el próximo 16 de febrero en competencia internacional, pero ya
lo hizo por liga paraguaya. Tres compromisos han sido testigo de un esquema
ofensivo que ha resultado para crear muchas acciones de peligro. Dos victorias
y una derrota son los números de Farías.
¿A
qué juega Cerro Porteño?
Cerro ha demostrado ser un
equipo que genera mucha movilidad en zona ofensiva. Los Fabbro, Díaz, Cáceres,
Ortigoza, Leal y Beltrán generan rotaciones constantes para obtener espacios en las
defensas rivales. Farías mencionó en rueda de prensa que el estilo de juego
sería dependiendo del rival de turno. Así ha sido.
Los
azul y rojo han jugado con un solo delantero en condición de visitante y con
dos atacantes cuando son locales.
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De
visitantes
En ambos partidos (Luqueño y River Plate), los
dirigidos por César Farías salieron con Sergio Díaz y José Ortigoza en el
frente de ataque. La situación es que el jovencito de 17 años no ejerció la
labor de centro ataque. Más retrasado y con más libertad en los movimientos,
hizo que Ortigoza quedara como única punta.
Jonathan Fabbro también jugó a ser ese mediocampista
con libertades en el terreno, situación que le permitió ser el elemento
sorpresa del ataque del ciclón.
La labor de pívot de José Ortigoza, a lo Paul Gasol, ha sido importante en el planteamiento de Farías. Pocas veces sale de su zona
entre los centrales. Cuando lo hizo fue para generar brechas en la defensa,
bien aprovechadas por los mediocampistas que se suman al ataque.
Así llegó el primer gol de la era Farías.
Juego
de local
A diferencia de cuando visita, Cerro dispone de más
efectivos en zona ofensiva cuando ejerce la localía. Leal y Beltrán fueron sus
atacantes en el primer partido del ciclón frente a su gente.
Estáticos –en el buen sentido de la palabra– con un
defensor central cada uno fueron las indicaciones.
¿Qué lograron?
Boquetes. Al tener a los dos defensores centrales
marcando, los laterales se cerraban. Los extremos de Cerro caían por las bandas
para aprovechar los espacios y generar superioridad numérica en zona defensiva
de General Caballero.
En su defecto, cuando el lateral no cerraba, el
delantero de Cerro (en este caso Leal) quedaba desprotegido.
La prueba de fuego será Corinthians, Cobresal y Santa Fe (U Oriente Petrolero). Mientras, Cerro se encamina a las primeras plazas del torneo paraguayo.
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