La imagen es representativa. No es de aquel partido. |
Ernesto Moreno (@Ernesto__Moreno)
A fines de la década del
60’, la selección peruana vio florecer una nueva “generación dorada” de
futbolistas que reemplazó a la anterior, también notable, que conformaron
Miguel Loayza, Juan Joya, Juan Seminario, Víctor Benítez, Guillermo Barbadillo,
“Toto” Terry, “Huaqui” Gómez-Sánchez, entre otros. Así, nacían sus relevos, los
nuevos ídolos del futbol peruano, como Teófilo Cubillas, Alberto Gallardo,
Pedro Pablo “Perico” León, Hugo Sotil, Ramón Mifflin, Héctor Chumpitaz, entre
los más destacados.
La emocionante
clasificación de la selección peruana al mundial de México 1970 encumbró a Perú al primer plano futbolístico mundial. Produjo la algarabía total de miles
de ciudadanos pues era la primera justa mundialista a la que se asistía por
mérito propio _al primer mundial de Uruguay en 1930 había sido invitada_.
Hasta el gobierno
velasquista no pudo quedarse ajeno a esta coyuntura y se sumó a las
celebraciones, adquiriendo un singular protagonismo tras una fuerte campaña
mediática sin precedentes. Velasco Alvarado y sus famosos balconazos
multitudinarios, incluido los múltiples agasajos a los futbolistas en Palacio
de gobierno, se convirtieron en frecuentes portadas de los principales diarios
limeños que olvidaron, por momentos, los avances de la Reforma Agraria puesta
en práctica el año anterior.
A los 43' min. del ST
Sotil anota el 5-3 definitivo,
era el tercero de su cuenta personal en una
inolvidable noche
|
El inusitado éxtasis de la
población por la merecida clasificación estuvo justificado. Se dejó fuera del
mundial nada menos que a la selección argentina dirigida por Humberto Maschio y
Adolfo Pedernera, en un memorable partido empatado a dos en la Bombonera,
merced a los goles de “Cachito” Ramírez. Para tal hazaña la Federación Peruana
de Fútbol contrató acertadamente los servicios como técnico del genial volante
brasilero Waldir “Didí” Pereyra, bicampeón mundial con su selección en Suecia
1958 y Chile 1962.
El siguiente partido que
narraré marcó el romance con el pueblo de uno de los más grandes futbolistas
peruanos de todos los tiempos: Hugo Sotil Yerén. En una sensacional noche con
la blanquirroja, el “Cholo” demostró su tremenda categoría y marcó tres goles
que sirvieron para dar vuelta al marcador ante un rival europeo y hacer delirar
al aficionado presente en el Nacional.
El rival
Bulgaria fue uno de los
tantos países del oriente comunista europeo que llegaron a Lima para enfrentar
a Perú. Casualmente bajo el gobierno militar de Velasco Alvarado _de clara
tendencia socialista_ el Estrella Roja de Belgrado, el Spartak de Checoslovaquia
o el Dynamo de Yugoslavia, entre otros, fueron sparring de la preselección
peruana.
Pocos recuerdan que meses
antes del partido ante Bulgaria, debut peruano en el mundial mexicano, hubo un
antecedente directo entre ambos países. Fue en el verano de 1970 que ambas
selecciones pactaron un amistoso en el Estadio Nacional con miras a la
preparación mundialista de ambos.
La selección búlgara,
enterada de que Perú le había tocado en su mismo grupo, llegó a Lima para medir
fuerzas con su máxima estrella, el delantero Georgi Asparujov, uno de los
mejores jugadores europeos de la época. El técnico de los búlgaros fue Stefan
Bochkov.
Por el lado peruano, las
expectativas de la prensa e hinchada estaban en ver en acción a un muchachito
humilde pero de habilidad y regate bárbaro, llamado Hugo Sotil, el hijo
predilecto de Ica, que con 21 años había tenido una excelente temporada con el
Deportivo Municipal. Didí que al inicio de la preparación mundialista se
resistió a convocarlo pese a sus grandes virtudes y picardía con el balón tuvo
que ceder finalmente ante la presión del público y la prensa deportiva.
El debut de Sotil con la
selección
El Diario El Comercio retrató ambos goles |
Erróneamente sostiene
wikipedia que este partido marcó el debut de Sotil con la selección pero no es
así. Investigando los amistosos de Perú en su preparación al mundial de México,
me encontré con uno que la preselección ganó por 1-0 a la Universidad de Chile.
Se jugó en un abarrotado Estadio Nacional en octubre de 1969. Fue el primero
tras la clasificación al mundial. En éste, Sotil ingresó en el segundo tiempo y
dio el pase para el gol triunfal de “Perico” León. Este amistoso ante el equipo
chileno sería su debut con la camiseta peruana. La prensa de la época lo
reconoció así.
La revancha ante los
búlgaros
El sábado previo a este
lance las selecciones “B” de Perú y Bulgaria tuvieron un primer partido
amistoso. La victoria fue de 3-1 para los europeos, que pusieron a cinco de sus
titulares. La derrota peruana encendió la alarma de la prensa limeña.
El partido de “revancha”
se jugó a las 9:30pm del martes 24 de febrero, en el primer escenario deportivo
del país. El ambiente era festivo pues era el último antes de que Didí diera la
nómina de los 24 convocados para el mundial. El match estuvo arbitrado por el
conocido réferi austriaco Edwin Hieger. La asistencia del público limeño fue
masiva para respaldar y despedir a sus jugadores.
Sin embargo, los búlgaros
fueron los que tomaron la iniciativa y abren el marcador a los 18’ min. del
primer tiempo por anotación de Dermenyiev al aprovechar una desconcentración de
la zaga peruana. Luego se dieron algunos tibios ataques peruanos elaborados por
Cubillas y Perico León pero el partido terminaría en su primera mitad sin
moverse el resultado parcial de 1-0 favorable a Bulgaria. Por su parte, el gran
Asparujov mostró chispazos de su talento con algunas grandes jugadas pese a las
“caricias” que recibía del “doctor” Eloy Campos y “Chito” De la Torre.
En el reinicio del segundo
tiempo se dio el ingreso que todos esperaban. Hugo “el Cholo” Sotil entraba por
Lucho Cruzado. El público, quizás adivinando la que sería su sensacional
actuación, aplaudió de pie el cambio. También entró Del Castillo por Gallardo.
La delantera nacional, a partir de estas sustituciones, dio un giro radical y
tuvo una gran actuación. En solo 35 minutos se dieron los 5 goles del triunfo
peruano que hizo desatar la locura en el Estadio Nacional. Sotil anotó tres
goles, Chale y Cubillas los restantes.
El equipo nacional mostró
capacidad de reacción pues volteó el resultado luego de ir dos veces abajo en
el marcador. El concierto de goles lo inició Sotil a los 10’ min., quien de
remate cruzado empató el partido tras gran pase de Perico León. A los 18’ min.
Chale pone adelante a Perú al vencer al golero Simeonov en gran jugada previa
de Cubillas. Los peruanos se durmieron y los búlgaros reaccionaron empatando a
los 23’ por intermedio de Asparujov, quien de excelente definición vence al
golero Correa. Dos minutos después Marachliev, aprovechando el desconcierto de
la zaga peruana, volvió a poner en ventaja a Bulgaria. Al contrario de lo que
se pensó, y cuando parecía que el equipo peruano se desmoronaba, apareció la
figura del gran Cholo Sotil para producir una nueva y notable reacción peruana.
En el lapso de siete
minutos _entre los 36’ y 43’_ llegaron rápidamente los tres goles peruanos del
triunfo. Así, en el min. 36, Del Castillo habilita magistralmente a Cubillas,
quien sobre la marca de Dimitrov y Albayob de fuerte disparo empató
transitoriamente el partido. A los 39’ Sotil adelanta a Perú de remate cruzado
y Lima estalla en júbilo. Los gritos de “Perú, Perú, Perú…” retumbaron las
cuatro tribunas de nuestro antiguo Estadio Nacional. Este emocionante partido
no podía cerrarse sin otra genial pintura de Sotil. A los 43’ el “Cholo”
nuevamente anota de elegante toque su tercer gol de la noche tras combinar
brillantemente con Cubillas ante la mirada alocada de los zagueros búlgaros en
su área que no supieron cómo pararlo.
Tras finalizar el partido
el camarín peruano se convirtió una fiesta indescriptible. Los jugadores se
enfundaban en abrazos y hurras por la gran muestra de futbol que dieron aquella
noche. Los hinchas se iban del Nacional alegres y satisfechos por el
espectáculo que habían presenciado aquella mágica noche de Hugo Sotil.
La magnífica actuación de
Sotil fue elogiada hasta en Argentina. El peruano Julio Meléndez, gran defensa
peruano y a la sazón estrella de Boca Juniors, señalaba que el
"Cholo" iba camino a ser un crack y que brillaría rápidamente en el
futbol internacional. Sus compañeros argentinos coincidían con las
apreciaciones del “negro”. Y no se equivocaron pues algunos años más adelante
Sotil conquistó Europa y se convirtió en ídolo del Barcelona de España, para
muchos en la actualidad el mejor equipo de la historia.
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