Gustavo Laguardia (@AKD_GustavoL)
Quedaron en el pasado 360
minutos, que es lo mismo que decir 6 horas, sin gritos ni abrazos de gol, y un
cuarto del día jugando finales vírgenes. También el domingo 26 de junio de 2016,
a partir del cual, el subcampeonato en Argentina pasará a la clandestinidad,
porque ya nadie querrá ser visto como ‘segundo’.
Messi, Mascherano y
Compañía están cansados, desalentados, casi sin energías. Ellos vienen de jugar
120 minutos contra Alemania (2014), 120 minutos contra Chile (2015) y 120
minutos, nuevamente, contra Chile (2016) producto de tres finales: Mundial 2014
(Brasil), Copa América 2015 (Chile) y Copa América 2016 (EEUU), las cuales
arrojan un ‘melancólico’ resultado final de “360 minutos y ninguna flor”.
Ellos nos avisan también
que el tiempo del “mejor”, moralmente hablando, ya tuvo su fecha de
vencimiento. Por lo tanto, se agrega en Argentina a la clandestinidad a partir
del domingo 26 de junio de 2016, ser moralmente “el mejor”.
Segundos afuera…, tercer
round.
Y ahora, ¿contra quién
vamos a jugar? ¿A quién vamos a ‘ganarle’ antes de enfrentarlo? ¿A quién vamos
a ‘golear’ antes de transitar 6 horas de juego sin convertir ni uno solo? ¡Otra
vez contra nosotros mismos!
“Esta es la Copa América
más fácil de la historia”, “no jugamos contra nadie”, “Panamá, Venezuela,
Bolivia y EEUU, no son parámetro de nada”, “les vamos a llenar la canasta”,
“esta vez no se nos escapa”, pero no, otra vez no… Higuaín que erra uno casi
hecho, Agüero que manda ‘a las nubes’ una asistencia preciosa de Messi…; “era
por abajo, Palacio, era por abajo”, aunque Palacio ya no está y Alemania fue
campeón por cuarta vez en su historia; “dale pipita llega, llega pipita,
llega…”, pero no, pipita no llega y Chile fue campeón de América por primera
vez en su historia. “No puede ser, otra vez los penales…, hoy nos convertimos
en héroes”, pero no, otra vez no, ni Higuaín ni Banega aquella vez, ni Messi ni
Biglia esta vez, y Chile Bicampeón de América.
Segundos afuera…, tercer
round.
Y ahora, ¿qué vamos a
hacer? El Cometa Messi anuncia que después de pegar con su cola por cuarta vez
contra la tierra en la última década, ya no lo volverá a hacer nunca más.
Mientras tanto en el observatorio de la A.F.A no cuentan con las herramientas
siquiera para ver la estrella más grande que es el sol.
Sin Subcampeonatos por
venir, sin reconocimientos al “mejor” moralmente hablando, sin cometas, y desde
mucho tiempo ya sin barriletes cósmicos, sentimos que la tristeza no tiene fin…
Nos dicen, “de las
derrotas también se aprende”, decimos: “hicimos un doctorado perdiendo tres
finales consecutivas en el lapso de dos años”. Nos dicen, “prefiero ganar por
el tercer puesto antes que perder una final” Decimos, “queremos jugar siempre
la final y ganarla” Nos dicen, “son un equipo más” Decimos, “somos los
mejores”.
Que loco es este destino
de ‘segundos’, le ganamos al campeón, no perdimos con el campeón, pero no
fuimos campeón. Que loco es este destino de ‘segundos’, expulsaron a uno de
ellos, pero en vez de ser una ‘ventaja’ deportiva para nosotros solo sirvió
para justificar una ‘trampa’ para ellos, amonestarnos a Messi, a Mascherano y
expulsarnos a Rojo. Que loco, ¿no? Ganamos para perder. Le ganamos al que
después nos gana. Que loco es este destino de ‘segundos’, 19 partidos invicto,
tres años consecutivos jugando finales, 360 minutos errando goles imposibles, 6
horas dilapidando esperanzas de campeón, y un cuarto del día mirando el árbol que
nos tapa el bosque.
“Pero no, otra vez no…, ya
no puede volver a pasarnos” Escúcheme Doctor Bilardo, usted dice que el
subcampeón es el mejor de los que pierden, puede ser, aunque yo le digo que una
victoria o una derrota solo se define por detalles, eso tan trillado de que la
pelota pega en el palo y entra o sale…; lo que no tiene que ver con detalles es
el sentimiento, y el sentimiento no tiene fecha de vencimiento, el sentimiento
se renueva a cada instante, a cada momento, en cada triunfo o derrota y, por si
acaso, a cada derrota que le sigue a otra derrota… Y así…
Vamos Argentina Carajo.
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