Declarado
por muchos expertos, como la cuna del fútbol guayaquileño, el estadio George
Capwell, o Arena Banco del Pacifico, es un icono que se levanta en la zona
céntrica de Guayaquil
Roberto Peña (@RobertoPRCSE)
Originariamente fue
construido para la práctica del béisbol, deporte el cual George Lewis Capwell
era aficionado y practicante. Sucumbió a las necesidades locales y
paulatinamente fue transformado en un estadio para la práctica del futbol,
siendo testigo, del Sudamericano Sub 17 de la época (1947) donde un tal Alfredo
Di Stéfano deslumbraba a Sudamérica con 6 goles.
La construcción del
recinto dio inicio en septiembre de 1940. El Concejo Cantonal de Guayaquil
aprobó el alquiler de un terreno para la construcción del estadio de Emelec.
El 24 de julio de 1943 se
colocó la primera piedra y el 21 de octubre de 1945 se inauguró el estadio en
un partido de béisbol entre Emelec y Oriente, con una capacidad para 11.000
espectadores. El 2 de diciembre sería el debut del balompié en un partido entre
Emelec y la selección Manta-Bahía de Caráquez.
En su diseño original, el
estadio tenía una tribuna principal techada y de cemento sobre la calle San
Martín, donde también se ubicaban las cabinas de prensa; los otros tres
costados del estadio tenían tribunas populares de tablones de madera. El
estadio contaba con una cancha de básquet (esquina de Pío Montufar y San
Martín), un ring de boxeo (debajo de la tribuna San Martín), e incluso se llegó
a usar para jornadas hípicas.
Lo cierto es que el
emblemático George Capwell, albergó el inicio del amateurismo en muchas
disciplinas, aparte de grandes jornadas históricas donde cracks del futbol
mundial pasearon su clase en su gramado.
El mismismo Pelè paseo su
magia en el aristocrático Capwell. Tal como señala el Diario el Universo en su
versión digital:
“El
espectáculo que dará Santos en el Capwell difícilmente podrá superarse”.
Así anunció Diario EL
UNIVERSO, el 11 de enero de 1959, la primera visita del equipo brasileño con
Pelé, quien siete meses antes guió a Brasil a ganar el Mundo de Suecia 1958 y
era considerado el mejor futbolista del planeta
La “desaparición del
Capwell”
En su momento, el Capwell
estuvo a punto de desaparecer. El abandono hizo que el deterioro fuese notorio.
Sus paredes se desplomaban de a poco. Fue para 1978 cuando se le quiso poner
punto y final al recinto, de no ser por los hinchas y periodistas que remaron
en su contra.
El estadio iba a ser
vendido por S/. 37.000.000 para la construcción de un complejo deportivo. En
1982, se pensó en su venta al Banco Central y con lo recaudado construir un
Centro Comercial, pero nuevamente la gente actuó a favor del coloso y se
mantuvo.
Entre los dirigentes que
apostaron por el longevo estadio estuvo Nassib Neme, quien para 1989, junto con
Ricardo Mórtola y Luis Valero iniciaron la remodelación del estadio.
La remodelación consistió
en un edificio con 200 suites (2.144 asientos), 840 palcos y una tribuna para
4.095 espectadores en la calle General Gómez; dos generales para 5.000
espectadores cada una en las calles Pío Montúfar y Av. Quito; y la recuperación
de la vieja tribuna de la calle San Martín para 4.515 espectadores. Sumado a la
construcción total del campo de juego con sistema de drenaje, la iluminación,
riego y equipamiento general.
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| Nassib Neme con los hijos de George Capwell |
Desde aquel entonces, el
Capwell sufrió una ampliación en 1999 y otra en 2006, aumentando la capacidad
del recinto.
Con el retorno de Nassib
Neme a la dirigencia eléctrica, y a pesar del fallecimiento del Arquitecto
Mortola, el 28 de enero del 2015, luego de ganar 2-0 al Universitario de
Deportes de Perú en la Explosión Azul, inició la demolición de la Tribuna de la
calle San Martín. Esto se realizó para construir una nueva edificación de dos
plateas, 3 niveles de suites, y agregando torres en todas las esquinas del
estadio y nuevas fachadas; contando con una capacidad de 20.000 espectadores,
es decir teniendo el estadio una capacidad final de 40.000 espectadores.
El Nuevo Estadio Arena
Banco del Pacifico, será uno de los más modernos en Sudamérica pero mantendrá
esa cercanía con la hinchada que lo convierte en una verdadera Caldera, donde
grandes de Sudamérica se han visto doblegados.
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