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Diego Baquero (@DiegoBaco23)
“Para mi viejo que me está mirando de arriba y me trajo tantas noches de estas para disfrutar. Desde los cuatro años mi viejo me traía y esto para mi es tremendo”, dijo entre lágrimas, en el césped del Libertadores de América y mirando al cielo tras clasificar a la final de la Copa Sudamericana. Él es Ariel Holan, el arquitecto de un equipo que lucha por volver a lo más alto después de haber estado en el infierno: Club Atlético Independiente, rey de copas sudamericano que hace unos años logra el ascenso a Primera División está en las puertas de obtener el título de la Copa Sudamericana de la mano de un entrenador único.

Llegó a un club donde el murmullo de la platea no dejó trabajar a ningún entrenador en paz. Después del ascenso pasaron grandes entrenadores como Jorge Almirón (campeón en el futbol argentino y finalista de la Copa Libertadores), Mauricio Pellegrino y un ídolo de la entraña del club como Gabriel Milito, quienes a pesar de sus capacidades no pudieron sostener sus proyectos por la inmediatez de los resultados.

A finales del año pasado, después que se informó la salida de Gabriel Milito, uno de los últimos grandes ídolos de la institución junto a Sergio Agüero, la dirigencia, en cabeza de Hugo Moyano, se decidió por Ariel Holan.

Era una apuesta arriesgada, debido a que Holan en gran parte de su carrera había sido entrenador de hockey en césped y solo tenía una experiencia como entrenador en propiedad en Defensa y Justicia. Además de haber estado en los cuerpos técnicos de Jorge Burruchaga y Matías Almeyda. Su método revolucionario no era muy recibido por gran parte de la hinchada. Era blanco de muchas críticas del periodismo.

¿CUÁL MÉTODO?
Holan es un amante de la tecnología y para sacar el máximo provecho de ella, cuenta con un cuerpo técnico de 12 personas. En la semana, durante los entrenamientos, procesa todo lo que allí ocurre. Gracias a los GPS mide el rendimiento de todos los jugadores (metros recorridos, pases bien entregados, zonas por las que se mueven y más). Además, todos los trabajos realizados los graba con drones, para luego analizarlos, editarlos y compartirlo con sus jugadores.

Holan fiel a la tranquilidad que refleja su personalidad, decide dedicarse a trabajar y hacer oídos sordos a los murmullos y las críticas para demostrar en la cancha porque merece estar en Independiente.

Hoy, cerca de cumplirse un año de su llegada, ha dirigido 39 partidos y su registro es de 21 ganados, 12 empatados y tan solo 6 perdidos. Tiene una diferencia de gol de +30 con 59 goles a favor y 29 goles en contra, con ello registra una efectividad del casi 65%. Sin embargo, más allá de los excelentes números, el principal logro del entrenador es que consigue que su equipo tenga un estilo y una identidad definida.

Si consigue ganar la Copa Sudamericana puede coronar un ciclo corto pero muy exitoso, que el propio Holan resume diciendo que su mayor logro es el “(…) haber hecho coincidir el corazón con la razón. Por lo que yo siento por Independiente, quiero que cuando entren a un campo de juego mis futbolistas sientan al club como lo sentimos todos”. Esa, es la mayor victoria de todas. 

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