Llegó el día, último partido de la copa. Hay que
dejarlo todo o morir intentándolo. Se juega en casa, en tu estadio, tu gente, tu barra, tus cánticos.
Se llega favorito en el papel, no sólo en nombre, se tiene el gol de visitante
en el global que pesa mucho. Es el momento de volver a ser uno de los más
grandes de América. Pero para llegar a la gloria, el equipo argentino necesita
ser muy inteligente y evitar los errores, al menos por 90 minutos más. Y es que
en River no todo es excelencia, el equipo ha venido cometiendo varios errores,
especialmente en la mitad de la cancha. Si quiere la copa, hoy tendrá que arreglarlos.
Los espacios en la media cancha.
Contra Boca, River se mostró muy débil en la mitad de
la cancha, incluso tenía que recurrir a la falta para poder cortar el juego de
Boca. Dejaba muchos espacios para que Boca saliera con el dominio de la pelota.
Las consecuencias.
La falta de dominio en la mitad de la cancha también
afecta a la última línea de 4. Cuando se tiene tanta libertad para crear juego,
hay suficiente tiempo para realizar un pase al hueco, esperando a que el volante
arranque por la banda ganándole la posición al lateral. Si en la mitad no hay contención,
es muy probable que el pase a las espaldas del lateral se concrete. Esto le
ocurrió a River varias veces en el partido de ida.
Incluso, así llegó el gol de Nacional que tiene empatado el global.
Si River Plate quiere ser campeón de Sudamérica debe corregir estos detalles. Para ello debe ser el equipo que proponga y meta presión. Meterse atrás a esperar al rival es la peor manera de defender un resultado a favor. Debe cerrar los espacios en la mitad, controlar los tiempos y no pegar tanto. En la mitad está su, quizás, única debilidad al momento de defender, de lograr solventarla es muy probable que la Copa Sudamericana no se vaya a Colombia.
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