Roberto Rosales se ha ido convirtiendo en una de las
figuras de la selección venezolana con el pasar de
los años. El lateral derecho por excelencia ha avanzado de manera
constante en su carrera, llegando a la primera división española. Sin embargo,
el caraqueño no es ese jugador de las portadas de los diarios el día siguiente
a un partido, mucho menos el alma ofensiva de un equipo. Entonces, ¿Qué convierte
a Roberto Rosales en un jugador de primer nivel? ¿Por qué es tan esencial en
los equipos a los que pertenece?
El fútbol hoy en día contiene velocidad y fuerza. Casi
siempre figuran como estrellas los jugadores más rápidos y de mayor calidad en
los pies. Pero la realidad es, que el fútbol siempre será mejor mientras el estilo de juego sea más
simple, inteligente y preciso. Justamente eso brinda Rosales
como jugador, simpleza e inteligencia. Es un jugador que sabe moverse en la
cancha, cubrir zonas e ir al ataque tal cual como lo indicaría un manual de
cómo jugar al fútbol.
Analizando al venezolano y sus movimientos en el partido
frente al Deportivo de la Coruña, se puede reflejar esa simpleza y perfección
en los movimientos tácticos del lateral.
Al momento de defender.
El posicionamiento es simplemente perfecto. Siempre
cubre su línea lateral, no le ganan las espaldas, presiona al jugador con la
pelota para no darle espacio y lo espera parado para no regalarse con algún
movimiento del contrario.
Se puede observar como Rosales cierra la cancha cuando
el rival ataca por la banda contraria, cerrando así espacios para un posible
centro o llegar a la marca casi como un central en caso de que el delantero
reciba la pelota.
Al momento de atacar.
El caraqueño siempre propone salidas limpias y en
corto, abre hasta su línea para recibir balones en saque de meta o cuando la
posesión es de los centrales.
Cuando su equipo ataca por la banda izquierda, el
lateral derecho espera en su línea defensiva y no adelanta tanto
Sin embargo, cuando el Málaga crea peligro por la
banda derecha, el venezolano desborda por la espalda del volante y se sitúa más
adelantado. Casi siempre es el jugador que manda el centro desde la derecha,
desborda y gana la línea final o recorta al borde del área y realiza una
diagonal con la pelota en los pies.
No hay duda de que en lo táctico Roberto Rosales es
impecable, es un jugador que hace exactamente lo que tiene que hacer. Esa
perfección logra que su simpleza sea más que suficiente para ser un jugador muy
valioso y de gran peso en el equipo en el que juegue. Brinda tranquilidad y
confianza, vital para una línea defensiva.
Esta visión del juego y su mentalidad táctica podrían
ser unos de los factores por los cuales Noel Sanvicente utilizaría a Rosales en
la primera línea de volantes en la selección. Cuando se entiende tan fácil el
fútbol y lo que hay que hacer, se puede jugar en cualquier lugar de la cancha.
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