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Carlos Beltrán (@BeltranCarlos6

Ronaldo de Assis Moreira, la alegría del fútbol reflejada en esa peculiar sonrisa que ha paseado por cientos de estadios a nivel mundial, hoy sigue vigente a sus 35 años de edad y de qué manera, haciendo que cada seguidor ya sea rival o del equipo que defiende los colores se hinque a sus pies con cada destello de esa calidad innata que aún en el ocaso de su carrera, sigue siendo benévolo con los que amamos este hermoso deporte.

Lo anterior se precede con aquel 19 de noviembre de 2005, cuando el crack brasileño, en un templo mítico como el estadio Santiago Bernabéu vistiendo la casaca del FC Barcelona, visitaba a su archirrival de toda la vida. Se dio un festín, floreándose con dos sendos golazos, una actuación magnifica, exhibición espectacular, digna del calibre de este gran futbolista, fue tan así su noche mágica que se vio correspondida por la ovación al unísono de toda la hinchada merengue, reconociendo aún en la derrota de su equipo, la fastuosidad de lo que en sus retinas privilegiadas habían acabado de presenciar sobre el terreno de juego. Tal vez, esa temporada fue el cénit de su carrera, tiempo más tarde siendo elegido con el premio Fifa World Player y respectivamente el Balón de Oro que lo hacían acreedor al título del mejor futbolista del mundo.

Luego de estar encumbrado en la esfera futbolística, el sueño fue efímero y todo lo que lo rodeaba no solo como futbolista sino también como ser humano se vino a pique, su baja forma futbolística, las constantes salidas nocturnas desencadenaron en que “Ronnie” ya no era el mismo de aquella noche de júbilo para el equipo Blaugrana en el patío del vecino, con la llega del gran Pep Guardiola al banquillo del cuadro catalán supuso la inminente salida del astro brasileño. Luego lo que ya es conocido por todos, tuvo unas de cal y otras de arena en el equipo Rossonero de Milán, para unos años más tarde realizar el éxodo a su país natal y engrosar las filas del popular Flamengo; continuó con su vida nocturna, año y medio después, ficha por el Atlético Mineiro; con el equipo “Galo” se consagra campeón de la Copa Libertadores de América, uno de los pocos títulos que le hacían falta a su enorme palmares, demostrando una vez más que cuando se dedica a jugar, es uno de los futbolistas más desequilibrantes en los que él sólo gana partidos y títulos.



En la actualidad se encuentra en las filas del club Querétaro de México, en los conocidos popularmente “Gallos Blancos”, es la estrella del equipo, su forma de ser extrovertida ha seguido cautivando a propios y extraños, la sonrisa sigue intacta en su rostro y así lo demostró con creces el pasado 18 de Abril de 2015; a pesar de los años su vigencia sigue intacta en cada terreno futbolístico. Corría el minuto 84 de partido y su equipo enfrentaba de visita a las poderosas “Aguilas” de América, el marcador a favor de dos goles y justo dos minutos de su ingreso al gramado, la primera pelota que tocan sus pies, como si todo fuera predestinado, va al fondo de la red marcando la tercer diana para su equipo, bailecito de samba para festejar y a continuar el cotejo. Acto seguido al minuto 90, se manda una jugada de crack, realiza una pared con un compañero, recibe al borde de las “18” y ante la mirada atenta de tres rivales saca un derechazo que se cuela ceñido al palo de la portería Americanista, festejo por partida doble del “Gaúcho” y delirio absoluto en las graderías tanto de los aficionados del Queretaro como de toda la parcialidad local en el “Coloso de Santa Ursula”, de ahí en más el mago sobre el escenario se dio el lujo de regalar a su fervoroso público un par de filigranas para deleite del respetado.

Luego de concluido el encuentro, el crack expresa: "Me había pasado en el Bernabéu y ahora aquí. Sientes una emoción grande. Es algo que no olvidaré nunca", refiriéndose a la ovación estruendosa con la cual fue despedido. El marcador queda para las estadísticas, aquí lo verdaderamente importante es que todos iban por ver a Ronaldinho, él les cumplió en los pocos minutos que estuvo en cancha, a él lo ovacionaron como en el Bernabéu, él se tomó prestado otro inmueble futbolístico histórico como es el imponente Estadio Azteca para dejar en claro que la magia en sus pies y su cabeza sigue más viva que nunca. Gracias por todo Ronaldo de Assis Moreira, uno de los pocos futbolistas que seas del equipo que seas, es imposible de odiar, al contrario, digno de admirar.

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  1. Creo que el mas vistoso y alegre que he visto. Magico junto a ronaldo uno los ve jugar y siente y espera que van a hacer algo diferente.

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