Vicente Escobar (@BillyEscobar)
En
unas horas, América presentará a su nuevo Director Técnico en el nombre de
Ignacio Ambríz, ex jugador de Necaxa, Atlante, León y Puebla, y ha dirigido a
Puebla, San Luis, Chivas y Querétaro, duele decirlo para los aficionados
americanistas, pero Ambríz llega sin un curriculum de acuerdo a la historia del
club y con un reto más que grande.
Entre
las cosas destacadas en el banquillo, Ambríz fungió como auxiliar técnico de
Javier Aguirre en España, cuando el ‘Vasco’ dirigía al Osasuna y después al
Atlético de Madrid.
Ignacio
Ambríz, de 50 años de edad, mexicano. Jugó la Copa Mundial de 1994, la Copa FIFA
Confederaciones de 1995 y dos Copas América en 1993 y 1995. No tiene ningún
título como estratega, luego de 12 años dirigiendo. Ha estado al frente en 11
torneos y solo ha clasificado a dos liguillas, tiene un promedio de efectividad
del 42%.
Sistema
táctico: 4-4-2 / 4-1-4-1
OFENSIVA
Con
Querétaro y sus demás equipos, Ambríz se caracterizó por tener un juego
demasiado elaborado, que muchas veces carece de verticalidad y que peca en muchas
ocasiones de un ritmo semi-lento o jugadas directas. Su filosofía es clara: la
conservación del balón y mantener un balance entre las fases ofensivas y
defensivas. La profundidad por zonas exteriores es clave para ‘Nacho’, obtener
un escalonamiento en la defensa es vital, sin embargo, poco le importa si hay o
no superioridad numérica en la zona activa del ataque, está contento mientras
cuatro o tres elementos elaboren los goles.
En
el sistema de Ambríz, los laterales poseen un rol muy ofensivo, los dos
centrales permanecen ajenos al ataque y uno de los contenciones es de carácter
defensivo. Su mayor fortaleza es la creación de espacios con los puntas, para
explotar la movilidad constante de sus interiores.
DEFENSIVA
Los
equipos de Ambríz sufren mucho en dominar la zona defensiva, a pesar de ser el
sello del entrenador. La disposición defensiva del bloque, por lo menos en lo
que se vio en Gallos, siempre se repliega, cerca del borde del área. Si el
rival pasa las líneas de presión y entra en el área, se defiende al hombre
tratando de que sea de forma expeditiva.
Los
laterales se repliegan hasta la última línea, incrustándose en ella, en el
centro, el central salta o sale ante cualquier recepción entre líneas centrales
a las espaldas de sus medios centros y que muchas veces ocasiona el desorden en
los equipos de Ambríz.
Los
contenciones también tienen su rol, prácticamente, Ambríz obliga a que sus once
jugadores estén en propio terreno cuando de defender se trata, para después
explotar el ataque elaborado y organizado.
A
favor Ambríz, tiene muy pocas cosas, la más grande es que Peláez ha sabido
elegir a los entrenadores durante estos tres años, aunque Ignacio es el que más
ha dejado dudas debido a su estilo y números, pero sobre todo a mí me preocupa
su disciplina dentro del vestidor ya que al no poder controlar un vestidor como
el de Gallos, es preocupante.
Lo
más alarmante de Ambríz en los últimos
meses es que con Ronaldinho en su equipo, no fue capaz de sumar más de cinco
puntos en 7 jornadas y hacer funcionar al mismo grupo de jugadores que sin cambios de formaciones y solamente en
nombres y conceptos, Víctor Manuel Vucetich los tiene a 180 minutos o más, de
la gloria en México.
Su
pasado chiva, aunque breve, también es otra cosa que a los americanistas
molesta, pero basémonos en lo futbolístico, algo debió haber aprendido Ambríz
en España y algo también hace bien, y que es la conformación de equipos, además
del buen ojo para fuerzas básicas y jóvenes promesas. Otra de las cosas que
destaco es que sus equipos adquieren orden, algo de lo que careció muchísimo
América el torneo pasado y lo principal, es que Ambríz tiene todo que ganar y
nada que perder.
En
lo personal, Ambríz tiene las herramientas y la materia humana para rendir
frutos, pero la presión empezará desde ya y podría tener un final feliz, sin
duda.
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