Alfredo Relaño (@AS_Relano)
Uno ve a Brasil con la
verdeamarelha y piensa que siempre ha sido así, pero no. Brasil jugaba de
blanco completo hasta la final de la Copa del Mundo de 1950, que esperaba
ganar. Aquel día perdió ante Uruguay en lo que quedó para la historia como el “Maracanazo”
y eso decidió a la Federación a suprimir esa equipación blanca que fue
aborrecida, como todo lo relacionado con aquel día, que dejó maldito para toda
la vida al portero, Barbosa. Y el seleccionador, Flávio Costa tardó dos días en
salir del campo, y disfrazado de señora de limpieza. Hasta ese grado llegó la
desesperación. Durante algún tiempo Brasil jugó de azul completo, aunque las
cosas no le fueron mucho mejor. También se estrelló en la Copa de América de
selecciones, jugada en Lima, en la que perdió en el desempate final ante
Paraguay.
Entonces el diario Correio da Manhá (Correo de la Mañana)
organizó un concurso de ideas para una nueva equipación nacional, con la
condición que combinara los colores que aparecen en la bandera de Brasil:
amarillo, verde, blanco y azul. Uni de los aspirantes fue el autor del cartel
del Mundial de 1950, pero su propuesta (camiseta verde, pantalón blanco y
medias amarillas) fue desestimada en la final. Ganó un joven de 19 años,
dibujante de periódicos del sur de Brasil, llamado Aldyr García Schlee, con su
camiseta amarilla adornada con ribetes verdes en el cuello y los puños, su
calzón azul y sus medias blancas. Brasil estrenó ese uniforme este día con
buena suerte, pues ganó a Chile en un partido de clasificación para el Mundial,
por 1-0. Baltazar da Silva marcó el primer gol con la verdeamarelha.
Con esa equipación
compareció Brasil en el Mundial de 1954, el siguiente al del “Maracanazo”, que
tampoco pudo ganar. Cayó eliminada en cuartos por Hungría, en la llamada “Batalla
de Berna”. Pero Hungría era considerada la mejor selección del Mundial y la
derrota no se consideró como un fracaso, envuelto como estuvo el partido en
quejas contra el árbitro y en una pelea descomunal. Brasil sí ganaría por fin
el Mundial de 1958, que jugó vestida de amarillo… menos en la final, en la que
por jugar contra Suecia, que era local y a su vez viste también de amarillo,
salió con camiseta azul.
Sus sucesivos mundiales
(cuatro más) sí los ganaría con la camiseta amarilla con sus ribetes verdes, la
verdeamarelha que tan popular la ha
hecho entre las aficiones del mundo como la selección favorita en cada Mundial,
el enemigo a batir. Brasil no solo es la selección que más mundiales ha ganado,
sino también la única que ha participado en todas las fases finales desde la
creación del mismo, en 1930. De cuando en cuando utiliza el azul en amistosos
de poca importancia.
Curiosamente Aldyr García
Schlee, que vivía en la frontera con Uruguay, era realmente partidario de la “celeste”
y había celebrado el resultado del “Maracanazo”. Y eso que no sabía que aquel
resultado le iba a dar la ocasión de entrar, no mucho más tarde, en la historia
del fútbol.
Extraído del Libro "366 historias del fútbol mundial"
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