Fórmula Zielinski y su éxito en Belgrano

Martín Albiñana (@Pdtfa_ok) 

Si a los números nos remitimos, difícilmente se pueda realizar algún tipo de crítica a la era Zielisnki en Belgrano. Sus números son incuestionables. Gran campaña en la “B Nacional” para lograr el ascenso en una promoción inolvidable frente a River Plate, dos subcampeonatos en Primera División (uno con 31 puntos y otro con 36 puntos), clasificación a la Copa Sudamericana, y actualmente pelea por los primeros puestos para lograr obtener una plaza para la siguiente Copa Libertadores.

Como en todo examen de Matemática, donde se analiza en mayor medida las fórmulas y deducciones utilizadas para alcanzar el resultado final, tendrá mayores posibilidades de aprobar aquel alumno que sea consistente en su lógica para razonar y proceda con fórmulas claras, que aquel que se aferre a la intuición, a lo azaroso o a la queja posterior al examen.

Más allá de que el fútbol es un deporte marcado por los imprevistos y por la dinámica de lo impensado (Panzeri dixit), puede encontrar ciertos paralelismos con el examen de Matemática.

Zielisnki podría encuadrarse dentro del alumno que procede de manera clara y que mantiene el mismo procedimiento de razonamiento. Aquí analizamos su sistema e idea de juego a lo largo de su era en Belgrano:

Si bien Belgrano, adoptó un estilo de juego más reactivo que proactivo durante estos años, puede adjudicársele esto a un presupuesto menor para incorporar jugadores, y también a una “reciente” inserción dentro de los equipos consolidados en Primera División.

Pero, con un club afianzado en lo institucional, sin problemas económicos, con un plantel rico y con buenos proyectos de divisiones inferiores, Belgrano reúne las condiciones para empezar a trazar el camino del club grande.

Para ello deberá comenzar por establecer objetivos mayores, y para lograrlos seguramente deberá empezar a tener otro perfil de juego, ya que, dentro del torneo de los 30 equipos, el pirata recibirá a muchos equipos que lo visitarán con la intención de arañar un empate.

Por lo tanto, ¿hay que mantener la fórmula?