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Joaquín Fernández (@JoaquinFerOK)


Pasó de pelear el descenso en la primera de Argentina con All Boys, su club de barrio, a jugar la Copa Sudamericana y la Libertadores con Boca en tan sólo un año. En su prematuro paso por el club Xeneize, Calleri demostró su gran potencial, junto a sus virtudes físicas y técnicas como delantero, y ahora es pretendido por media Europa.  Un delantero que a pesar de jugar de 9, es más un falso 9 –o mediapunta-, con un juego más en equipo y polifuncional –aunque con menos gol que el 9 clásico-.

De inferiores en All Boys, un modesto club del barrio de Floresta, en la Capital Federal de Buenos Aires, Jonathan Calleri surgió como centrodelantero, caracterizándose porque también podía jugar por las bandas. De a poco llegó al primer plantel de su querido club, el “Albo”, donde en tan sólo dos temporadas deslumbró por su encare y buen presente, que en aquel entonces transitaba sus históricas temporadas en primera división del fútbol argentino. 




A pesar de destacarse como delantero, cuando jugaba en Baby fútbol en el club Mitre, Jonathan llegó a jugar un año de arquero, pero su necesidad de jugar con la redonda con los pies lo llevaron a decidirse como delantero. En mitre jugó cuatro años, hasta que All Boys lo fichó con tan sólo 8 años. De allí, Calleri hizo todas las inferiores en el club de Floresta, donde le costó un poco al principio por falta de lugar, pero logró acomodarse a partir de la sexta y llegó a crecer enormemente con Alejandro Montenegro, quien bajo recomendación Carlos Amadeo -DT de la sexta-, lo subió a la reserva. Allí lo ordenó tácticamente. El mismo jugador le dio su reconocimiento, cuando en dialogo con la revista “El Gráfico” señaló: “me ordenó tácticamente y, entre comillas, me enseñó a jugar al fútbol: aprendí a ser más efectivo, más frío, más simple, a pisarla para atrás y tocar en vez de tirar un caño, una rabona, o de dar muchas vueltas, cosas que no sirven. Ese fue mi clic y a los 17 o 18 años ya sabía que podía integrar la Primera”. 

Entre algunas curiosidades de Jonathan, confesó inspirarse en  a Luis Suárez y Karim Benzema como modelos o estereotipos de delantero que quiere ser. Sobre ellos, Calleri sostuvo: “Me encanta su juego rápido y su capacidad para ser letal de cara al gol. La velocidad y la capacidad de finalizar la maniobra de ataque que son dos de mis principales características, por lo que los sigo a crecer más y más”.

Primero le llegó el debut contra Estudiantes el 14 de agosto de 2013, por los cuartos de final de la Copa Argentina, cuando entró por Cámpora para jugar algunos minutos como 9, posición que todavía no la tenía aceitada, pero se adaptaba a lo que pedía el DT. Su debut oficial en la primera de All Boys fue en un partido correspondiente al Torneo Inicial, en la derrota ante Argentinos Juniors por 4-0 en la 6ª fecha, donde ingresó por Javier Cámpora, faltando 20 minutos para el final. Partido tras partido comenzó a darse para que Calleri se meta en la puja por la titularidad en la primera y llegue a desplegar su buen fútbol, anotando goles importantes, como el gol del empate ante Boca en el 1-1 en Floresta, o aquel tanto ante River Plate en la histórica goleada de All Boys por 3-2. En total, Jonathan llegó a marcar 6 goles en 30 partidos con el “Albo”.

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Casi sin chapa y con perfil bajo, el delantero de tan sólo 20 años pasaba a uno de los equipos más grandes del país y del continente: Boca Juniors. Caracterizado con buenos portes físicos y técnicos, con comodidad para jugar por fuera o por adentro y figura de un equipo que descendió, de mucha proyección y señalado como uno de los mejores proyectos a futuro de All Boys, se convirtió en el primer refuerzo de esa temporada del Xeneize, una inversión por parte de la dirigencia. Su pase se dio por una deuda que All Boys mantenía con Boca, y en cuestión, Boca tan sólo terminó invirtiendo US$300.000.

La realidad era que después de pasar toda una vida en All Boys, el club de su barrio y sus amigos en Floresta, le llegó el salto con el que él ni fantaseaba de tan sólo un niño que jugaba por diversión y fantaseaba con ser Pablo Solchaga (uno de los máximos goleadores de All Boys). 

Poco a poco se ganó la confianza de Carlos Bianchi, por aquel entonces técnico de Boca, y de sus compañeros. Se adaptó muy rápidamente al mundo Boca, aquel mundo que ha devorado a decenas de grandes promesas por lo estresante y presionante que puede ser.




Tras el correr de los partidos demostró que era un gran jugador ofensivo, no el clásico 9, sino una especie de mediapunta o segundo delantero que era muy útil para Boca. Llegó a ganarse por momentos la titularidad en Boca. En su primera temporada con Boca, llegó a marcar 8 goles en 24 partidos, destacándose por no siempre ser titular y por no ser el delantero goleador del equipo.

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Actualmente, Jonathan sigue creciendo día a día y no deja de impresionar a propios y rivales con sus interesantes recursos. De espaldas al arco demostró ser frío y metódico, pero no se achica para nada cuando tiene que encarar con la pelota. Si bien no es alto para ser 9 –mide 1,79-, puede meterse en el medio de dos centrales y pelear todas las pelotas, sean aéreas o al ras del suelo. Entre virtudes y defectos, nos encontramos que Calleri no tiene tan aceitada la pierna izquierda para definir. Si bien la perfeccionó sobre la marcha en primera división –bajo el pedido específico de Julio Falcioni en All Boys, por ejemplo-, el mismo jugador prefiere definir con la derecha por sobre “la de palo”. Tiene en Boca algunos goles con la pierna izquierda, como por ejemplo aquel gol ante Capiatá por Sudamericana, pero él mismo se muestra abierto a decir que la derecha es la preferida. Un claro ejemplo de que prefiere definir con derecha, y encima mostrando algunos de sus dotes técnicos, se vieron en el partido entre Boca y Quilmes del 19 de Julio, en la famosa vuelta de Carlos Tévez al club Xeneize: Jonathan Calleri dejó atónitos a todos los espectadores y compañeros en un mano a mano ante el arquero, donde decidió picar la pelota de rabona. Un gol que recorrió el mundo en segundos por su gran elegancia en la definición.

Todo esto es Jonathan Calleri, aparte del delantero que pelea a sangre y sudor por cada pelota entre los centrales rivales, ganando a espaldas y pivoteando como si se tratase de un 9 de 34 años y roce internacional. En lo que va del 2015, Jonathan Calleri anotó 7 goles en 20 partidos, además que incrementó notablemente su nivel de juego en equipo, explayado en el número de asistencias, con un total de 6 pases de gol en lo que va del año –duplicando, en menos de 5 meses de competencia, su producción del 2014-.

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No se sabe cuándo se irá a Europa a desplegar su fútbol, ya que son reiteradas las ofertas de clubes de Italia, Inglaterra y España por los servicios del joven delantero de 21 años, pero todavía ninguna ha concretado con el club Xeneize. En la pretemporada de Julio llegó a estar en las miradas del Inter, Roma, Palermo, Fiorentina, Atlético de Madrid, Valencia, Stocke City, etc. Su precio estimado es de entre 7 y 10 millones de Euros, y puede llegar a subir. Será cuestión de tiempo para ver si se va al viejo continente en este 2015 o si lo hará en la pretemporada de enero 2016, ya que se especula que al lado de Carlos Tévez puede llegar a crecer futbolísticamente –y por lo tanto, económicamente-  mucho más.

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