Oscar “El conejo” Perez, una leyenda viviente del fútbol mexicano

Óscar Pérez aún sigue disfrutando las mieles del futbol. A sus 42 años, el portero del Pachuca platicó de lo que ha significado el futbol en su vida, sus momentos más tristes futbolísticamente y cómo es su rutina de trabajo todos los días.

Por: Diego Fontes (@DiegoFontes96)

Óscar Pérez Rojas nace el 1 de febrero de 1973 en Ciudad de México. Se ha caracterizado por ser uno de los porteros más pequeños del mundo.  Inició en Cruz Azul, después fue el portero de Tigres, Jaguares, Necaxa, San Luis y hoy milita con los Tuzos del Pachuca, sin olvidar que Oscar Pérez jugo dos mundiales con la Selección mexicana. Un portero que está lleno de anécdotas.

¿Por qué venir a Pachuca?

“Porque es una institución muy seria, un club donde me ofrecieron ser quien llevara la experiencia del equipo delante de jugadores muy jóvenes. Este proyecto que me propuso, tanto Andres Fassi, como Jesus Martinez, me pareció atractivo e interesante”

¿Te costó adaptarme a la altura de Pachuca?  .

 “Si, la verdad es que me costó un poco y más porque venía de jugar en Chiapas y Aguas Calientes, pero solo fue cuestión de tiempo como en todo”

¿Los objetivos cuando llegaste cuáles eran? y ¿cuáles son ahora?

“El objetivo cuando llegué era pasar a la liguilla, así clasificáramos de octavo lugar, y era porque Pachuca tenía más de 5 torneos cortos sin entrar a la liguilla si no me equivoco. No lo conseguimos en el primer torneo, pero sí en el segundo, con aquel milagro en Querétaro. Y ahora los objetivos sí han cambiado mucho para nosotros: es una obligación estar en liguilla. Lo que quieren los directivos, sin duda alguna, es el torneo. Como objetivo secundario, que entremos a jugar la Copa Libertadores del 2016”.

Oye Óscar, ¿por qué “Conejo”? ¿Quién te puso el apodo?

Por la potencia que tengo en mis piernas. Para ser portero, mi estatura no es muy aceptable, pero tengo un gran 'resorte', y eso me ayuda. El salto que Dios me dio me ayuda a suplir la estatura, y estoy agradecido con el Señor por este don. Palencia me llamó así, cuando llegué al Cruz Azul”.

¿Lo peor que te ha pasado futbolísticamente?

“Sin pensarlo dos veces, el descenso con el Necaxa es algo que siempre va a estar conmigo, es algo muy desagradable descender con tu equipo. Es la peor sensación que un futbolista puede sentir”.

¿Alguna vez te imaginaste que ibas a meter un gol?

“La verdad es que no, será imposible olvidar esos dos goles. Uno de ellos fue con la cabeza: íbamos perdiendo contra Tecos 1-0. Le pedí permiso al profe para subir, lo peor es que no me miraba; así que decidí subir y gracias a Dios salté, la conecté de cabeza y la pelota entró. Fue algo muy bonito lo que sentí ese día. El otro fue con la Selección: igual subí y me quedo el rebote. Lo primero que pensé fue terminar la jugada y más porque me había quedado con la pierna izquierda. Al final la terminé metiendo.”

¿El partido que más recuerdes?

“Hay muchos, pero el que tiene un significado especial es sin duda alguna el partido en que debuté. Nunca olvidaré ese 21 de agosto de 1993. Recuerdo que se lesiona el portero titular, que era Alberto Guadamarra, y el técnico me dice que me pare y caliente rápido porque iba a entrar. Sentí nervios, pero sabía que venía algo bueno”.

¿Hay conejo para rato?

“Tengo contrato hasta junio del año que viene con el Pachuca, y lo importante es que me siento bien, estoy dispuesto a trabajar y seguir luchando para jugar los partidos como si fuera un chavo”.

¿Cómo te gustaría que te recordaran?

“Pues lo más importante es que te recuerden como buena persona, no por lo que fuiste del campo, así que me gustaría que me recordaran por ser un buen profesional y una persona humilde”.

Este fue Óscar “El conejo” Pérez, un portero que ha participado en tres copas del mundo, una Copa Confederaciones, la cual ganó en 1999. Un portero que lleva más de 20 años en el máximo circuito del fútbol mexicano, y una persona que se caracteriza por ser un gran profesional y trabajador. Hay un dato a considerar: “Conejo” fue el último portero en ganar un título de liga con el Cruz Azul.