Joaquin Fernandez (@JoaquinFerOK)
Rodolfo Arruabarrena,
técnico de Boca Juniors, está en una situación crítica en cuanto a su
continuidad frente al club Xeneize, debido a los resultados negativos y el mal rendimiento del
plantel. En La Pizarra del DT, te
contamos cómo vive es el panorama actual del actual campeón del fútbol
argentino.
La racha de derrotas del
"Vasco" como DT en Boca sigue aumentando, y no logra encontrar el
sendero táctico para que el equipo funcione. No hay dudas de que Boca Juniors
tiene uno de los planteles más importantes de América, pero a pesar de ello el
conjunto azul y oro no logra encontrar su juego.
Las dudas tácticas de
Rodolfo Arruabarrena a la hora de plantear su equipo en los últimos tres
partidos –Temperley, San Lorenzo y Atlético de Tucumán-, dejaron un panorama de
desasosiego en dirigentes e hinchas. La continuidad del técnico parece pender
de un hilo. En los tres partidos cambió el esquema y sus nombres, pero el nivel
de juego fue defectuoso y deslucido. Ante San Lorenzo, por ejemplo, pareció que
no había planeado el partido en el mes de pretemporada, improvisando un equipo
que fue sobrepasado por el azulgrana.
Para entender un poco el
panorama actual hay que recordar el primer año del "Vasco" al frente
de Boca obtuvo dos títulos oficiales –el Torneo local y la Copa Argentina-,
pero no logró levantar su imagen por quedar afuera de la Libertadores y la
Sudamericana ante River, el clásico rival. A pesar de los títulos, no logró mantener
una línea de juego, dependiendo mucho de Tevez y otras figuras.
El 2016 arrancó con
refuerzos de mucha categoría. La dirigencia trajo casi todo lo que el DT pidió
para reforzarse a su gusto. Tuvo un mes entero de preparación física y táctica,
pero aún así no encontró el equipo. En los amistosos de verano no logró
acomodarse del todo, sumándose el arranque de la temporada, que fue malo.
El clima que se vive en el
club día a día en el club es tenso, en especial desde que el Vasco fue
aplastado estratégica y futbolísticamente ante San Lorenzo, en la final de la
Supercopa Argentina, ya que su decisión de poner ese dibujo terminó significando
una categórica derrota por cuatro goles. Desde ahí que se viene hablando sobre
la salida de Arruabarrena. La derrota ante Atlético Tucumán –equipo
recientemente ascendido- parecía ser el
último partido para él como DT, pero Daniel Angelici, el presidente del club,
le dio su respaldo y continuidad.
Las indecisiones del
"Vasco" se vieron reflejadas en las últimas dos derrotas del equipo.
Ante el club de Boedo probó con una línea defensiva. Demostró que la inseguridad
se contagió a los jugadores. Contra el Decano tucumano pasó lo mismo, probando
con cambios en medio del partido. El equipo pareció desorientado en ambos
partidos, sin una idea clara de juego, sumado al bajo nivel de muchos de sus
jugadores –Carlos Tevez, Pablo Pérez, Gino Peruzzi, Jonathan Silva y Marcelo Meli son algunos de
ellos-.
Arruabarrena no encuentra
el equipo. Ante San Lorenzo intentó jugar con un 3-5-2, que terminó
catapultando todas las críticas contra el DT. En la semana probó con tres equipos distintos y optó por
el esquema con tres defensores –Cata
Díaz, Fernando Tobio y Juan Insaurralde-, que no dio buenos resultados ni
solidez. Claramente faltó práctica en el uso de ese esquema; las espaldas de
los volantes –Gino Peruzzi y Jonathan Silva- fueron ganadas por los volantes de
San Lorenzo y, para completar empeorar la situación, los centrales no salían a
tiempo para cortar, dejando a Boca en inferioridad numérica.
Otro de los problemas en
el planteo de Arruabarrena es que no logra mantener la pelota. No tiene un
conductor que se haga cargo del balón y pueda manejar los tiempos del ataque
xeneize. Cubas todavía no está preparado para conducir con la pelota al pié –en
los últimos partidos ha errado una gran cantidad de pases, que la mayoría
dejaron muy mal parada a la defensa- y
Pablo Pérez no está en un buen nivel, al igual que Marcelo Meli. Este panorama
termina obligando a que Carlos Tévez tenga que bajar a buscar la pelota hasta
la mitad de la cancha, dejando sólo al otro delantero –sea Chávez u Osvaldo-,
desgastando rápidamente el físico del "apache", quien tiene que hacer
el doble esfuerzo para llegar al área rival.
Los fichajes no logran
rendir como se esperaba –a pesar de que no todos tengan la culpa, como por
ejemplo Insaurralde, quien tuvo que jugar de lateral por la izquierda-. El
nivel de Jonathan Silva pareció no convencer a Arruabarrena, por ejemplo. Si a
eso le sumamos el desconcierto que tienen algunos, debido a que realmente no
saben a qué jugar con los cambios de esquema que ha hecho el DT y, encima, no
arma bien el banco de suplentes –ante Atlético Tucumán no llevó ningún lateral
suplente y, para colmo, se lesionó Fabra durante el partido-.
A la hora de plantear el
equipo, el técnico siempre dejó afuera a Sebastián Palacios, un jugador que
le pudo dar una gran alternativa ofensiva, y encima cuando lo puso de titular
ante Atlético, lo encerró en el lateral derecho, quedando aislado y sin mucha
libertad de moverse por el frente de ataque, como él acostumbra. La inconexión
entre la línea ofensiva y el mediocampo es tal que uno de los delanteros
siempre se termina retrasando o saliendo fuera del área rival –Tevez y Osvaldo
sobre todo-, haciendo una especie de enlace para llevar la pelota al ataque.
Los regresos de Fernando Gago,
Cristian Erbes y Rodrigo Bentancur podrían solventar los problemas que tiene
Boca con la circulación de la pelota, pero recién ahora está disponible Gago,
quien vuelve de una lesión. Su regreso no significó la solución, pero si
llegase a retomar el nivel, podría solucionar el problema. A la vez, en el
mediocampo sigue habiendo un déficit, ya que Cubas no logra hacer todo el
trabajo sólo, haciendo notar la falta de Erbes –actualmente lesionado-, quien
ha demostrado ser un eje central del equipo de Arruabarrena.
La continuidad del
estratega al frente de Boca parece ser una carrera a contrarreloj. Cualquier
tropiezo podría terminar en su salida del club de La Ribera. Una derrota más,
quizá dos, significa el empujón final. El entrenador expresó que se siente con
ánimo y fuerzas para seguir al frente de un conjunto que no reacciona, pero
dejó a disposición del presidente –si se decidiese- de rescindir el contrato.
Para empeorar la
situación, ya surgieron posibles reemplazantes para la banca de técnico de
Boca; Guillermo Barros Schelotto es el que suena más fuerte. El ex delantero de
Boca viene de una aventura exprés en el Palermo de Italia. Además, suenan los
nombres de Miguel Ángel Russo y Martín Palermo, entre otros.
Lo claro es que Boca
deberá cambiar de rumbo futbolístico si quiere conseguir mejores resultados. Se
aproxima el debut por Copa Libertadores –competencia de gran importancia para
los hinchas- ante Deportivo Cali, el 24 de febrero en Colombia, y el 6 de marzo
será el Superclásico, ante River. La gran incógnita es si Rodolfo Arruabarrena
encontrará el rumbo que logre competitividad en su plantel para seguir siendo
el técnico de Boca.
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