Por: Emilio Pichardo (@EmilioP7_)
Desde
que Brasil levantó la Copa del Mundo en Estados Unidos 94’ al frente de Carlos
Alberto Parreira, la ideología de que para ser entrenador había que ser ex
jugador profesional cambió. Varios técnicos se vieron inmersos en un reto peligroso,
ya que al igual que la paciencia, las oportunidades son pocas en este rubro
laboral. Aún más, para personas que no saben lo que es vivir en las entrañas
del fútbol.
Si
bien Parreira fue el que marcó un antes y un después en el estereotipo para
dirigir, fue hasta José Mourinho cuando los clubes comienzan a tomar en serio a
estos estudiosos del fútbol. Pero aquí no vengo a contar de Mourinho, porque su
historia ya se sabe, y tampoco de los éxitos que Benítez, Villas-Boas o Sampaoli
han conseguido sin haberse enfundado en una playera con números en la espalda.
En
México, apenas hace un año se volteó a ver a otro tipo de proyectos
futbolísticos. La liga vivió limitada a solo un pequeño grupo de entrenadores.
Parecía que no había más. Meza, Bueno,
Herrera, ‘Travieso’ Guzmán, Lapuente, Romano, etc. Y varias veces el
pretexto fue “Es que conocen la liga”,
“Ya ganaron un título”, “En aquel torneo fue el superlíder”. Desde hace
relativamente poco tiempo, se empieza a dar oportunidades y a probar algo
nuevo, llegaron tipos como César Farías,
Diego Alonso, Luis Zubeldía, Pako Ayestarán, Pedro Caixinha, Gustavo Costas,
algunos sin éxito y otros como el portugués que ya lograron el campeonato
(Santos).
En
el Ascenso MX hay proyectos nuevos muy interesantes que están dando frutos,
porque se han renovado los nombres y las formas. Cafetaleros (4to lugar general) es dirigido por Gabriel Caballero y
Daniel ‘Borita’ Alcántar; Los de Tapachula le dieron confianza a un hombre que
dirigía como jugador desde el campo con Pachuca, algo similar a lo que
Barcelona hizo con Guardiola, ahora ya desde el borde del campo despliega un
futbol atractivo para el ojo del espectador y mantiene un defensa intratable,
con solo 6 goles recibidos en 13 jornadas. Celaya
(2ndo lugar general), es dirigido por Gustavo Díaz, quien es el entrenador con
más títulos a nivel juvenil en Uruguay e incluso ya tiene una distinción como
el mejor entrenador uruguayo en la campaña 2011-2012, al frente de Defensor
Sporting.
Sin
embargo, uno de los que más llama la atención es el de Eduardo Fentanes, quien comanda al histórico Atlante. ‘Lalo’, nunca
estuvo en las filas de ningún equipo de futbol profesional, pero es un enfermo
de las estadísticas y un gran estudioso de táctica, psicología y motivación
deportiva.
“Después del entrenamiento, el entrenador únicamente
come con su familia y después se encierra en su cuarto, lee, revisa videos, ve
otras ligas, no se descansa”.
Fentanes
ha forjado su historia con mucho esfuerzo, sudor y lágrimas; el sueño comenzó a
temprana edad trabajando para varios entrenadores a la vez a nivel semi
profesional analizando partidos, para posteriormente trabajar para Ricardo Antonio La Volpe y su cuerpo
técnico de estadístico y analista previo al mundial de Alemania 2006. Su mayor
reto llegó en Puebla, equipo al que ascendió y le devolvió la alegría a la
sombra del sui generis ‘Chelis’.
Realmente él era el encargado de toda la cuestión lógica a desarrollar en el
terreno de juego y Sánchez Solá fungía como el motivador y psicólogo del
equipo. Ya en Primera, aquel Puebla al que todos recordamos, fue eliminado en
semifinales del Clausura 2009 por los Pumas de la UNAM que posteriormente
saldrían campeones.
Luego
‘Lalo’ se independizó del ‘Chelis’ y se metió de lleno a cursos, leyó libros de
cientos de entrenadores mundiales e incluso de neurología, rama que considera
base para el desarrollo de un equipo. Fue parte del equipo de Johan Cruyff en México en Chivas, al
que alaba y considera un revolucionario de la forma de ver el futbol.
“Cruyff tiene conceptos muy parecidos a La Volpe”
Se
fue a Xolos y aprendió de Almirón y
Farías, dos técnicos con metodologías modernas. Los de pantalón largo ya no
solo lo veían como un auxiliar, sino ya lo veían capaz de dirigir solo un
proyecto. En San Luis y en Dorados le dieron confianza, pero no tuvieron
paciencia y duró poco.
Tiempo
después, con total control de plantel y contrataciones, Eduardo Fentanes le ha
devuelto la identidad al ‘Potro’ que va viento en popa hacia primera. El primer
torneo, Fentanes logró lo impensable: Corrió a las figuras y de la cantera hizo
su equipo, estableció un orden que nunca se había tenido en un puerto del
pecado como Cancún, generó una competencia interna sana que impulsó a potenciar
a cada uno de los jugadores del plantel y le devolvió a la afición atlantista
el sentimiento de pertenencia. Así, Fentanes de menos a más llegó a la final
del Apertura 2015, la cual perdió desafortunadamente contra las Cobras de
Juárez.
En
su segundo torneo, el ‘flaco’ a 13 fechas jugadas tiene al Atlante en el 5to
puesto de la general, a un punto del 2ndo general y a cinco del 1ero, con la
tercer mejor ofensiva (17 goles anotados) y la cuarta mejor defensiva (9 goles
recibidos).
Fiel
a su gran ídolo José Mourinho,
Fentanes es partidario del sistema 4-2-3-1
o 4-4-2. Pressing alto, posesión de pelota y explosión de bandas, sus
cartas fuertes.
“La parte humana va por encima del aspecto táctico y
técnico, si eso no esta bien, difícilmente el potencial del jugador va a
explotar”
Aún
no gana nada, pero el Atlante de Fentanes es fuerte candidato a ascender al
circuito de oro de México y con apenas 38 años, es una promesa en la dirección
técnica.
Al
parecer México en sus dos categorías ha cambiado el paradigma y se fija y
sobretodo se atreve a probar nuevos proyectos. Aún falta ver a largo y no a
corto plazo, falta ver más allá del resultado y dejar trabajar, para así hacer
una liga seria y altamente competitiva. No se puede ser tan simple analizando
un partido, un jugador, un técnico. Hay que generar opiniones más allá del
resultado.
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