Kobe Bryant se mudó a
Europa a los seis años, cuando su padre, Joe “Jellybean” Bryant, fichó por un
equipo de baloncesto italiano, y eso hizo que creciese siendo un jugador
diferente a la mayoría de los de la NBA. Tanto dentro de la cancha, por estar
acostumbrado a las peculiaridades tácticas del juego europeo respecto a la liga
profesional norteamericana, como fuera de ella, al conocer otras culturas y
dominar otros dos idiomas además del inglés. También nutre una pasión especial
por otro deporte distinto de aquel en el que es uno de los mejores de la
historia: el fútbol.
Kobe, cinco veces campeón
de la NBA con el Los Angeles Lakers, no es un aficionado al fútbol cualquiera.
Le gusta hablar de él, hasta el punto de entrar en detalles, incluso tácticos. En
la Copa Confederaciones le cedió esta entrevista a FIFA.com.
¿Cuál
es la principal diferencia que nota en el ambiente de un partido de baloncesto
y otro de fútbol?
La pasión por el fútbol
está en otro nivel. Eso es lo que creo. Al llegar aquí, al ver a los hinchas
llegando al estadio, enseguida se nota el afán que tienen por mostrar que están
ahí para representar a su equipo, o a su país en este caso. Eso en la NBA
solamente lo vemos de vez en cuando, en las eliminatorias por el título o en
las finales. En el fútbol, no. Es hasta una religión. Como me crie en Italia,
desde muy pronto vi de primera mano cómo se vive esa pasión, de manera muy
intensa. Y puedo asegurarlo: es totalmente distinto.
Usted
sigue de cerca el fútbol. En su opinión, ¿quién tiene ese mismo instinto
matador que la Mamba Negra [el apodo que él mismo se puso]?
A Lionel Messi ya lo
conozco desde hace mucho, es increíble su capacidad para jugar de manera
decisiva y objetiva absolutamente todas las veces que tiene el balón. Y dicho
esto, debo añadir: Cristiano Ronaldo también me parece sencillamente
espectacular. Creo que todos ellos ven el deporte como lo veo yo.
¿Cree
que usted observa el fútbol de una manera distinta, al ser un profesional de
otro deporte?
Sin lugar a dudas. Yo
jugué mucho al fútbol de pequeño, y en el baloncesto percibo muchas cosas
gracias a eso. Es diferente. Por haber jugado al fútbol de niño, creo que veo
ángulos y situaciones de forma distinta en la pista de baloncesto: uno piensa
en cada jugada aislada como una acción en la que participan tres jugadores, y
no solo dos, que es lo que enseñan en el baloncesto.
A
no ser que estemos hablando de la táctica de los triángulos, de Phil Jackson
[entrenador con el que Kobe ha ganado sus cinco títulos], ¿no?
(Risas) Y lo peor es que
es cierto. Estamos hablando del mismo tipo de secuencias de acciones, que
obviamente no son iguales, porque se trata de dos deportes distintos, pero
pueden traducirse muy bien en un campo de fútbol.
¿Cree
que Phil Jackson lo haría bien como entrenador de fútbol?
Siendo sinceros, no,
simplemente porque no conoce las especificidades de este deporte. Pero, ¿en
cuanto a la capacidad de entender los sistemas que están en juego y ponerlos en
práctica, para después transmitirlos a un equipo de fútbol? Sí, sin duda.
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