Gabriel López (@Gabriel_1021)
Hay
quienes afirman que para triunfar en el fútbol hay que gustar y ganar, mientras
que otros piensan que el buen juego no importa tanto si se consiguen los
resultados. Es por ello que, en la última década ha habido equipos que han
logrado implantar un estilo de juego y les ha permitido ganar muchas cosas para
sus aficiones y para sus respectivos clubes. Entonces entramos en la eterna y
linda discusión ¿qué importa más: el
juego o los resultados?
Para
poder entender este fenómeno vamos a trabajar con el caso más emblemático que
hemos podido ver y seguimos viendo: Diego
Pablo Simeone. El ‘Cholo’, como se le conoce al técnico argentino, comenzó
su carrera como entrenador, inmediatamente después de haberse retirado como jugador
activo. Esto dejaba ver que el amor que tenía Simeone por el fútbol era tal,
que no podía estar mucho tiempo fuera del terreno de juego aunque fuese en otra
perspectiva.
El
primer club oficial que dirigió fue a Racing Club de la primera división de Argentina
en el año 2006. El entrenador se hizo cargo de un equipo que venía atravesando
una crisis y supo salir de ella a base
de victorias, pero aun así los dirigentes no titubearon un segundo para
buscarle un sustituto y tuvo que marcharse. Su segunda travesía fue en
Estudiantes de La Plata, club con el que
logró ser campeón del Torneo Apertura luego de llegar con una desventaja de
4 puntos en las últimas dos fechas: logró remontar los puntos y además, en el
partido decisivo del desempate ante Boca Juniors lo derrotó por 2-1.
Por problemas con la
directiva, Simeone decidió apartarse del equipo de Estudiantes y en diciembre del 2007 estampó su firma en el contrato que lo colocaba como entrenador de River Plate, con el cual el ‘Cholo’ ganaría otro Torneo Apertura (2008) triunfando en la penúltima
fecha del certamen ante el Club Olimpo por 2-1 en un partido muy cerrado en el
Monumental, aumentando su reciente palmarés.
En noviembre de ese mismo año presentó su renuncia al cargo luego
de remontarle un partido a Huracán que perdía 3-0, logrando empatar 3-3 ante.
Además, quedó eliminado de la Copa Sudamericana ante el Guadalajara de México. El 'Cholo' dejó a River último de la tabla en el Clausura, teniendo así los peores números como
entrenador en su naciente carrera como DT.
En
el año de 2009 los resultados positivos se le siguieron negando y tuvo un Torneo Apertura muy
discreto con San Lorenzo al terminar en mitad de tabla. En el Clausura
continuaron los malos resultados y él mismo decidió dar un paso al costado
entendiendo que no le estaban saliendo las cosas. En el 2011 saldría por
primera vez a dirigir en Europa, Italia, al Catania. El objetivo del director técnico era claro: salvar al
equipo y mantenerlo en la Serie A… lo
logró e incluso el Catania quedó 13° en la tabla, 10 puntos por encima del
descenso y siendo la mejor temporada de la historia para el club. Lo mejor del
‘Cholo’ estaba aún por llegar ese año, cuando se hizo oficial su fichaje como nuevo entrenador del Atlético de Madrid.
Cuando
Simeone llegó al Atlético, encontró un equipo que luchaba por quedar entre los
primeros 10 y poder clasificarse a una Copa UEFA (Europa League), y entonces
¿qué sucedió? Ya todos sabemos la historia… Simeone se convirtió en el mejor
entrenador en la historia del conjunto madrileño obteniendo: Europa League,
Supercopa de Europa, Copa del Rey, Liga de España, Supercopa de España entre
2011-2016.
Todo
esto Diego Pablo Simeone lo consiguió con un estilo, que ha venido reafirmando
temporada tras temporada. Retomemos la pregunta inicial ¿qué importa más el juego o los resultados?
El
Atlético de Madrid era un equipo que jugaba ante el Real Madrid y la derrota
era más que segura. Jugaba frente al Barcelona y solo de local, sufriendo,
podía arrebatarle quizás un empate. La Liga de España, tenía años siendo una
competición de solo dos equipos y en los torneos de Europa ni siquiera pensaba
en participar con regularidad. Todo esto terminó con el estilo que implantó el
‘Cholo’ guste o no.
Además, en el año de 2014
llegó a los 100 triunfos como técnico colchonero en tan solo 156 partidos
dirigidos, lo que equivale un 64,1% de victorias y lo convierte en el único entrenador
de la historia del club en lograr dichos números.
A partir de su llegada al
banquillo, el Atlético de Madrid comenzó a plantar cara al Real Madrid. Las
derrotas del Atlético ante el Madrid comenzaron a quedar en el olvido y en esta
temporada Simeone logró un récord que será muy difícil de superar e incluso aún
puede seguir agrandando: es el único DT en la historia del Atlético en ganar 3
temporadas consecutivas en el Santiago Bernabeu (0-1, 1-2 y 0-1). Además, ante
los merengues ha convertido el Vicente Calderón en un verdadero fortín en los
últimos partidos (2-1, 0-0, 4-0, 1-1 contando todas las competiciones).
Por otra parte, se ha
convertido en el verdugo del Barcelona en los partidos más importantes. En la
Liga de Campeones se ha dado el lujo de poder eliminarlo en dos temporadas en
la misma fase (cuartos de final) ganándole en ambas eliminatorias en el Vicente Calderón. Asimismo, en la memoria de todos los hinchas
del Aleti aún está el gol de Diego Godín en el Camp Nou para empatar el partido
y ganar una Liga... este trofeo no lo levantaban desde la temporada 95/96.
Ahora
bien, los románticos del fútbol afirman que Diego Pablo Simeone es el creador
del ANTI-FÚTBOL, pero vayamos a la realidad y entendamos que, para
ganar y obtener títulos no hay una fórmula… solo existe un solo requisito:
ganar. De igual forma, el culpable de que lo subestimen quizás sea él mismo,
porque siempre que puede afirma y reafirma su inferioridad y se victimiza en
exceso, pero por dentro sabe que puede con todos y solo intenta quitar presión
a los suyos.
Pep
Guardiola acostumbró a un sector de la prensa y aficionados a ganar siempre con
el plus de jugar bien y dominar los partidos. Mourinho, por ejemplo, también es
un tipo ganador pero su estilo de juego era el de atacar los espacios y
aprovechar el famoso contragolpe. Ambos, fueron y siguen siendo considerados
los mejores entrenadores del mundo. Los dos batallaron por largos años en los
clubes más grandes del mundo mano a mano para definir quién era, en definitiva,
el mejor.
Entonces,
si los estilos contrastaban: uno de posesión y dominio y el otro de presionar y
atacar los espacios… ¿por qué se critica
tanto la forma de jugar de Simeone?
Vayamos
a la realidad. El ‘Cholo’ Simeone logró ganar con un equipo muy inferior en
todo aspecto al que dirigieron Pep y Mou. Cabe destacar que, con el paso del
tiempo, el Atlético de Madrid dejó de ser un equipo inferior y entró de modo
fijo al Top 5 de Europa… y cuidado si me estoy quedando corto, ya que podría
ser el mejor. Actualmente el equipo va a jugar la final de la Liga de Campeones
dejando en el camino a los súper poderosos Barcelona y Bayern.
Hay
que dejarnos de joder y comenzar a reconocer
el trabajo y sacrificio. La táctica de Simeone es presionar y asfixiar al rival. El equipo no necesita tener una
posesión del 80% para generar jugadas en ataque porque es un equipo EFECTIVO. Ante el Barcelona en el Camp
Nou lo dejó muy claro: fue a buscar un gol y lo consiguió cuando quiso… luego
siguió jugando a lo suyo: presionar e intentar robar la pelota en el medio
campo. Por otra parte, ante el Bayern sufrió prácticamente toda la eliminatoria
pero en la ida ganó 1-0 utilizando su presión ya efectividad. Además,
recordemos que mientras los alemanes se venían como locos a buscar el empate
Fernando “El Niño” Torres tuvo una contra perfecta que pegó en el palo, pero
esa es otra historia.
En
la vuelta, el Allianz Arena ardió de principio a fin, y el Atlético por primera
vez desde que son dirigidos por el argentino se vio aplastado y rozando el
ridículo. Durante esos 45 minutos el equipo de Pep solo pudo marcar un gol y
dejó vivo a los españoles. Cuando comenzó el segundo tiempo, todos esperaban
que Simeone hiciera entrar a un jugador para aguantar la embestida y por el
contrario hizo ingresar a Carrasco, quién es un extremo que te da mucho en
ataque y la vuelta en defensa.
¡Qué
grande eres ‘Cholo’ de mi vida! Este cambio de estrategia en la táctica, puso a
Guardiola en una disyuntiva ¿me va a
buscar o se va a defender nada más? Los alemanes iniciaron el segundo
tiempo tal cual como terminaron el primero, pero esperaban un Atlético metido
atrás y resultó todo lo contrario, porque comenzaron a atacar poco a poco en
busca de ese gol de visitante, que luego de una gran pared entre Torres y
Griezmann pudieron encontrar.
¿Cómo
podemos poner en duda el estilo y forma de juego de un tipo que derrota a los
mejores equipos de Europa? Es algo inexplicable y a día de hoy es inentendible
que se le reste mérito. Mourinho consiguió muchas cosas con un juego “mediocre”,
es decir, sin proponer mayor cosa y esperando el error del rival.
La
clave de Simeone es el convencimiento que tiene sobre sus jugadores. Desde la
forma de entrenar hasta la forma de comer influye muchísimo en su forma de
vivir el juego. El físico que tienen los jugadores rojiblancos es de otro
planeta: pueden estar los 90 minutos del partido presionando el primer pase,
tapando los espacios y propiciando muchas contras.
En
las películas siempre salen bien parados los héroes y terminan la historia de
forma feliz: son los dueños de la historia. Simeone es un héroe para los
aficionados y la gente del Atlético de Madrid, pero para los demás juega feo y
ponen en duda sus victorias y es por ello, que termina siendo el villano más
odiado… Podríamos decir entonces en una linda analogía que Simeone representa a
Darth Vader y por ende, es el mejor villano que ha existido en el mundo del
fútbol y se roba el protagonismo de los héroes.
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