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Agustín Vigo (@Agusvigo)


Hace algunos meses sorprendió al mundo del fútbol el inicio del torneo de Lanús, con muchos triunfos y una gran diferencia futbolística con el resto de los integrantes de la zona 2 del Torneo de Primera División en Argentina. En ese entonces la incógnita era saber si el equipo dirigido por Jorge Almirón podría mantener su nivel durante todo el campeonato, hecho que sucedió y además lo hizo en su máxima expresión durante la final.

Los grandes equipos juegan mejor en los momentos más complicados, eso sucedió con el “granate”, que alcanzó su mejor rendimiento durante el partido contra San Lorenzo por la final del torneo.  Es difícil encontrar un jugador que resalte sobre el resto, uno que haga diferencia con sus compañeros, lo cual significa que el equipo en conjunto juega bien y está articulado de manera tal que sus individualidades se complementan para formar un conjunto muy poderoso.

El mediocampo, los extremos, defensores y hasta el arquero Monetti son claves en el desarrollo del juego. En casi todas las jugadas, la pelota va por el suelo, Martínez, Marcone y Almirón forman el tridente del mediocampo que regula los tiempos y hace jugar al resto del equipo. Marcone es aquel tipo de jugador que cubre todos los espacios libres cuando Lanús ataca, como sería Busquets en Barcelona. En cambio, Román Martínez y Miguel Almirón, los creativos, el primero con un juego pensante y pausado, siempre buscando a compañeros libres para asistir y buen remate de media distancia. El paraguayo, revelación del torneo, se caracteriza por su desequilibrio individual y gran velocidad para atacar. Junto al tridente aparecen Lautaro Acosta y Pablo Mouche o Junior Benítez por los extremos, que junto a Maxi Velázquez por izquierda y José Luis Gómez (otra gran aparición) por derecha se complementan a la perfección. Arriba está la bandera del equipo José Sand, goleador implacable, gran definidor, aprovechador de todas las pelotas que quedan cerca del arco para transformarlas en gol y además un apoyo para que sus compañeros puedan salir cuando necesitan sacar al equipo del fondo.


La propuesta del equipo es ofensiva pero sin dejar de lado el arco propio (contabilizó 32 goles a favor y 10 en contra). Monetti ha mostrado seguridad durante todo el torneo, al igual que los centrales  Diego Braghieri y Gustavo Gómez, firmes en la marca, precisos para anticipar cada vez que Lanús se adelantaba para atacar y ordenados para retroceder. Los laterales acompañaban en ataque y sorprendían cada vez que pasaban la mitad de la cancha, sin dejar de lado el retroceso para acompañar a sus compañeros en la fase defensiva.



Aquella fue la idea  futbolística propuesta por Almirón y llevada a cabo de forma inmejorable por los jugadores. El juego vistoso del equipo quedará grabado en la memoria de cada hincha, que reconoce el trabajo del entrenador con el cantito “Oy Oy Oy Oy es el equipo de Almirón”. Ha sido, desde los resultados y el planteo futbolístico, un torneo grandioso del “granate”.  Se lo disfrutó cada partido y hubo fútbol del bueno, un campeón indiscutido y reconocido por todos sus rivales.

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